Ventanas en Venecia
La fotograf¨ªa adquiere una nueva dimensi¨®n cuando comparte cat¨¢logo con otras manifestaciones pl¨¢sticas, como ahora en la Bienal de Venecia. En estas convocatorias de amplio espectro la instant¨¢nea transmite otro sabor, un retrogusto diferente, distinto del que acompa?a habitualmente su contemplaci¨®n editada o exhibida en galer¨ªas.
As¨ª, en la secci¨®n Aperto se rea una extra¨ªa atm¨®sfera, ayudada por los densos olores y la humedad de las naves de la Corderie dell'Arsenale, que hacen m¨¢s impactantes de lo que por s¨ª mismas son las fotos de Andr¨¦s Serrano (Nueva York, 1950), resueltas con una impecable limpieza t¨¦cnica: macroampliaciones de rostros y brazos mutilados de suicidas con las venas cortadas tomados en el dep¨®sito de cad¨¢veres. Im¨¢genes que, en este contexto, acent¨²an su contundencia por la proximidad de la instalaci¨®n de una vaca diseccionada transversalmente, cuyas mitades flotan en una vitrina de formol dise?ada por Damien Hirst. Retratos de cad¨¢veres: Uno v¨ªctima de una neumon¨ªa, tapado con un trapo rojo en la frente, junto a otro, realizado con est¨¦tica similar, del rostro de una joven, Jane Doe, asesinada brutalmente por la polic¨ªa, cuya contemplaci¨®n nos refrescan algunos de la Historia universal de la infamia.
Bienal de Venecia
El panTeatro-museo Dal¨ª, Figueres. Hasta el 19 de octubre.
Tambi¨¦n en Aperto, las fotos de vestidos / desvestidos de Laura Aguilar (California, 1959). Un juego en el que la fot¨®grafa toma como protagonistas a personajes obesos que jam¨¢s pensaron ser retratados para exhibirse en el marco de una bienal. Su producci¨®n, Clothed / Un clothed, como mucha de la fotograf¨ªa -y de los materiales presentados en esta secci¨®n-, evoca la est¨¦tica del culebr¨®n, propia de una fotonovela de los sesenta; r¨¦plica visual fallida de los seriales radiof¨®nicos.
M¨¢s de lo mismo: Eugenia Vargas, con sus brillantes ampliaciones gigantes en Cibachrome, tomadas con la simpleza de quien maneja por vez primera una c¨¢mara registrada en clave documental. Fotos que parecen hechas para formar parte del entorno, donde ahora se cuelgan: una instalaci¨®n compuesta por colchones usados pendientes del techo, en pi?ata, con chinches incluidos, procedentes del suburbio de Bowery (Nueva York) sirve para contagio e inquietud del visitante de la muestra.
Carta de naturaleza
Por el contrario, en un tono m¨¢s relajado, la fotograf¨ªa adquiere su carta de naturaleza en algunos pabellones oficiales, albergados en los Giardini, como el de Italia, cuyo soporte est¨¢ b¨¢sicamente dedicado al medio. Muri di carta es la muestra estrella en lo que a fotograf¨ªa se refiere de la bienal, si bien es capaz de dormir hasta los elefantes en algunos de sus pasajes. M¨¢xime si se tienen en cuenta los casi 30 grados y el alto ¨ªndice de humedad que en estos d¨ªas se registran en Venecia. M¨¢s de 500 fotograf¨ªas datadas desde los comienzos del siglo hasta nuestros d¨ªas, en cuya selecci¨®n ha tenido un papel clave el Centro Studi e Archivo della Comunicazione de Parma.
En Muri di carta destacan notablemente las producciones de autores como Luigi Ghirri, Mimmo Jodice, Fulvio Ventura y su serie Sagacity, Mario Giacomelli, Vincenzo Castello, etc¨¦tera, y los incuestionables registros de autores como Walker Evans, Dorothea Lang o Man Ray... Dos citas obligadas: las fotograf¨ªas de Jean Baudrillard (Reims, Francia, 1929), incluidas en el apartado Slittamenti, y las paredes materialmente empapeladas de toda suerte de genitales retratados por el fot¨®grafo de Benetton Oliverio Toscani en el apartado Forse, dentro del Aperto 93.
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