LA MAESTRANZA Pedrito de Portugal 'entra' en Sevilla
Pedrito de Portugal entr¨® en Sevilla, que es algo as¨ª como hacerlo en el coraz¨®n de la exquisita afici¨®n de la Maestranza. Y lo hizo con un toreo bello y emocionante ante el sexto de la tarde. Pero no abri¨® la Puerta del Pr¨ªncipe a pesar de que el presidente del festejo infringi¨® el Reglamento y acept¨® que se lidiara el sobrero a petici¨®n del matador. Este novillo fue el ¨²nico malo de todo el excelente encierro de Guadalest y no le permiti¨® al torero portugu¨¦s confirmar el ¨¦xito en una tarde que empez¨® mai para el novillero en el tercero y lleg¨® a lo m¨¢s alto en el sexto.El novillo tercero se parti¨® una mano en su primera entrada al caballo. La plaza pidi¨® la devoluci¨®n del animal. El presidente, visiblemente nervioso, habl¨® tres veces por tel¨¦fono, contest¨® a las preguntas del p¨²blico, mientras sus asesores miraban al techo. Finalmente, sac¨® el pa?uelo blanco para que el novillo fuera banderilleado. La protesta, entonces, se hizo m¨¢s gorda. El presidente, en vista de lo cual, volvi¨® a sacar el pa?uelo para que se cambiara el tercio.
Guadalest / Rondino, Mart¨ªnez, Pedrito de Portugal
Siete novillos de Guadalest (el 4? fue devuelto por inv¨¢lido), bien presentados, bravos y nobles. Destacaron el primer sobrero, 5? y 6?. El segundo sobrero, del mismo hierro, lidiado a petici¨®n del tercer espada, deslucido. Miguel ?ngel Rondino: pinchazo, estocada muy baja -aviso-, descabello (silencio); media (oreja). Manolo Mart¨ªnez: dos pinchazos y estocada (silencio); pinchazo, estocada atravesada y descabello (silencio). Pedrito de Portugal: estocada baja (silencio); pinchazo y estocada (dos orejas); estocada (ovaci¨®n). Plaza de la Maestranza, 27 de junio. M¨¢s de media entrada.
Entre el esc¨¢ndalo general, Pedrito de Portugal tom¨® la muleta y el estoque y se fue a pedir permiso al us¨ªa. El se?or Murillo le hac¨ªa gestos de que no aceptaba tal petici¨®n y que matara al animal cuanto antes. Eso fue lo que hizo el portugu¨¦s mientras que el p¨²blico no cesaba en su protesta. El presidente cumpli¨® lo que dice el Reglamento, pero lo peor fue la imagen lamentable que ofreci¨®.
Ese mismo presidente acept¨® al final del festejo que, en contra de la ley, Pedrito de Portugal regalara un sobrero. Todo un desaguisado de marca mayor. Todo un espect¨¢culo bochornoso. Y como la avaricia rompe el saco, Pedrito de Portugal no pudo abrir la Puerta del Pr¨ªncipe ante un animal muy deslucido.
Pero el novillero estuvo muy bien en el sexto. Un novillo encastado al que entendi¨® perfectamente en la muleta. Su labor fue toda una lecci¨®n de plasticidad, t¨¦cnica, facilidad y est¨¦tica delante de un animal que se com¨ªa literalmente la franela. El p¨²blico, emocionado, le premi¨® con las dos orejas.
Rondino cort¨® una oreja al quinto tras una faena valerosa, y fue molestado por el viento en su primero. Manolo Mart¨ªnez tuvo un lote magn¨ªfico y se fue de vac¨ªo. Ni sabe, ni tiene ilusi¨®n.
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