Los iraqu¨ªes ven el ataque como un aviso contra la permanencia de Sadam Husein en el poder
J. C. GUMUCIOLos iraqu¨ªes enterraron ayer a sus muertos seguramente convencidos de que el nuevo ataque norteamericano contra Bagdad no fue exclusivamente un castigo a la supuesta conjura para asesinar al ex presidente norteamericano George bUSH el pasado mes de abril. Los misiles que se abatieron sobre Bagdad fueron una contundente advertencia de que las cosas en Irak van a ir de mal en peor mientras el presidente Sadam Husein permanezca en el poder.
El r¨¦gimen de Bagdad se limit¨® a calificar el ataque como "una cobarde agresi¨®n" pero no hubo acusaciones de "genocidio" ni juramentos de venganza. Sadam Husein. reuni¨® el Consejo del Mando de la Revoluci¨®n y la direcci¨®n del partido Baaz "para analizair las consecuencias de la agresi¨®n criminal", seg¨²n inform¨® la agencia Ina.Las tropas de Sadam acordonaron las ruinas del cuartel general de los servicios de informaci¨®n, ert el barrio de Al Mansur, y era imposible constatar la magnitud de los da?os. Fuentes hospitalarias dijeron que por lo menos seis civiles perecieron y m¨¢s de cuatiro resultaron heridos.
El entierro de las v¨ªctimas congreg¨® ayer a decenas de miles de personas que escoltaron los ata¨²des a trav¨¦s de las calles de Bagdad clamando venganza.
Mientras las brigadas de rescate buscaban v¨ªctimas entre los escombros de los edificios de Al Mansur, el presidente Clinton denunciaba en Washington el compl¨® iraqu¨ª para asesinar a Bush durante su visita a Kuwait a mediados de abril. Irak ridiculiz¨® la denuncia de los kuwait¨ªes de que un comando ten¨ªa listo un coche bomba con 80 kilos de explosivos y dijo que el ex mandatario "no se merece tal cantidad de dinamita".
Aunque inicialmente los norteamericanos tomaron la denuncia kuwait¨ª con escepticismo, el testimonio de dos de los 14 detenidos, los iraqu¨ªes Wali al Gazali y Raad al Aadi, durante el juicio iniciado el 5 de junio paradojes hizo cambiar de actitud. Ambos confesaron haber participado en los preparativos para asesinar a Bush por orden de Bagdad.
Aparte de destruir el centro donde supuestamente se urdi¨® una conjura contra Bush, los misiles han destrozado el sistema nervioso del implacable aparato represivo de Sadam Husein.
El mandatario iraqu¨ª ha debido extraer ciertas lecciones a ra¨ªz del golpe del s¨¢bado:
1. EE UU puede actuar unilateralmente, y el apoyo expresado por los socios de la coalici¨®n ha sido pr¨¢cticamente un¨¢nime. S¨®lo la Liga ?rabe y pa¨ªses como Libia, Sud¨¢n e Ir¨¢n han condenado vivamente el ataque.
2. Los norteamericanos no necesitan movilizar una gran fuerza para golpear el coraz¨®n mismo de Bagdad,
3. El acoso a Irak, lejos de amalgamar a la poblaci¨®n que, voluntariamente o no, expresa su apoyo al r¨¦gimen, est¨¢ exponiendo fisuras.
4. Con parte de su aviaci¨®n en manos de Ir¨¢n y el resto paralizada por la imposici¨®n de las "zonas de exclusi¨®n a¨¦rea" en el norte y el sur del pa¨ªs, Irak est¨¢ a merced de sus enemigos.
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