La ONU, un hervidero de frustraci¨®n
Las divergencias entre Europa y EE UU paralizan toda tentativa de poner fin a la guerra en la antigua Yugoslavia
SOLEDAD GALLEGO-DIAZ Europeos y norteamericanos se reprochan en los pasillos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas su incapacidad para poner fin a la crisis de la antigua Yugoslavia y a la guerra civil en Bosnia-Herzegovina. Mientras, un pu?ado de militares y civiles de distinta nacionalidad, en una sala del piso 30 llena de tel¨¦fonos, fax y t¨¦lex, intenta mantenerse en contacto con los cerca de 80.000 cascos azules repartidos en una decena de zonas de conflicto.Por sus manos pasan desde las notificaciones de bajas hasta el anuncio de que un capit¨¢n paquistan¨ª adelanta sus vacaciones. "Es rid¨ªcula la falta de medios de que disponemos", asegura uno de los integrantes de la task force. El edificio de las Naciones Unidas, en la Primera Avenida de Nueva York, es un hervidero de actividad, pero tambi¨¦n, y cada vez m¨¢s, de frustraci¨®n.
Los diplom¨¢ticos europeos ocultan cada d¨ªa peor su irritaci¨®n. Seg¨²n muchos de ellos, la Administraci¨®n de Clinton, apoyada por los principales medios de comunicaci¨®n, ha boicoteado en nombre de los principios" el plan Vance-Owen para Bosnia. "Han dado falsas esperanzas a los musulmanes, pero se han negado a enviar tropas, ni de forma casi simb¨®lica", explica el portavoz de, in pa¨ªs comunitario.
Los norteamericanos, por su parte, insisten en que son los europeos quienes han sido incapaces de asumir el liderazgo en el caso de Bosnia. "Nosotros ya explicamos que actuar¨ªamos dentro de la ONU, de acuerdo con sus aliados, y que nuestra opci¨®n preferida era lift and strike, es decir, el levantamiento del embargo de armas, combinado con represalias a¨¦reas sobre los serbios. Son los europeos quienes se han negado repetidamente a poner en marcha ese plan", asegura un diplom¨¢tico norteamericano.
"Me voy a casa muchos d¨ªas con la sensaci¨®n de estar enfermo y me despierto por las noches angustiado. No creo que sea el ¨²nico. Muchos de los diplom¨¢ticos que trabajamos en Naciones Unidas nos sentimos frustrados". El. diplom¨¢tico europeo que realiza esta amarga confesi¨®n participa desde hace meses en las negociaciones.
Multilateralismo
Todos nos damos cuenta de que nunca han estado tan separados Estados Unidos y Europa y de que esa divergencia es en parte responsable de la tragedia. Nadie ha querido asumir en la ONU el liderazgo necesario. La famosa teor¨ªa del multilateralismo est¨¢ dando unos resultados funestos". "Probablemente, Estados Unidos y sus aliados europeos no hab¨ªan tenido puntos de vista tan dispares sobre un conflicto internacional desde la crisis de Suez, en 1956", reconoce un diplom¨¢tico brit¨¢nico. Hace pocos a?os hubiera sido, inconcebible pensar que rancia y el Reino Unido podr¨ªan vetar en el Consejo de Seguridad una resoluci¨®n defendida por EU I-JU.
En teor¨ªa, esto puede pasar esta semana en Nueva York, si Washington mantiene su oferta de levantar el embargo de armas que pesa sobre la antigua Yugoslavia para permitir que los musulmanes de Bosnia reciban ayuda militar. Es probable que se evite ese ins¨®lito enfrentamiento, pero el conflicto de la antigua Yugoslavia ha puesto de manifiesto que la alianza Estados Unidos-Europa, sobre la que gir¨® la seguridad internacional desde la II Guerra Mundial, es hoy d¨ªa un acuerdo fr¨¢gil.
Una de las palabras que m¨¢s se escucha y lee en los medios de comunicaci¨®n y en los pasillos del Departamento de Estado y de Naciones Unidas es "multilateralismo". Apareci¨® con fuerza a ra¨ªz de la guerra del Golfo y fue recibida con esperanza. Supon¨ªa que las grandes potencias, y muy especialmente Estados Unidos, convertido en ¨²nica superpotencia mundial, renunciaban a actuar por su cuenta y se compromet¨ªan a buscar el amparo de la ONU. "El multilateralismo del conflicto del Golfo fue compatible con un fuerte liderazgo norteamericano, y eso ahora ha desaparecido por completo", asegura un diplom¨¢tico europeo.
En el caso de Bosnia, todo se desarroll¨® desde el primer momento de una forma diferente. El conflicto lleg¨® pronto a la mesa del Consejo de Seguridad, pero primero George Bush y luego Bill Clinton dejaron claro que no pretend¨ªan asumir ning¨²n liderazgo, entre otros motivos porque para ello es imprescindible mantener tropas sobre el terreno. "Todos somos conscientes de que quien mande tropas a Yugoslavia tendr¨¢ que mantenerlas all¨ª durante a?os. Clinton hubiera inaugurado su mandato enviando tropas y se hubiera despedido, dentro de cuatro a?os o incluso dentro de ocho, sin poder traerlas de vuelta", comenta un diplom¨¢tico norteamericano. "La realidad es mucho m¨¢s cruda", explica el mencionado portavoz europeo, "Estados Unidos ha reconocido que sus intereses vitales no est¨¢n en juego en Bosnia y se escuda tras el biombo del multilateralismo simplemente para mantenerse al margen. Es una tapadera de un creciente aislacionismo. El resultado es que hemos perdido 10 meses. La misma Administraci¨®n que no ha apoyado el plan Owen admite ahora la posibilidad de reconocer la partici¨®n de Bosnia, pura y simplemente".
"En el fondo", coincide un diplom¨¢tico espa?ol, "hemos vuelto a mayo de 1992, cuando en una cumbre europea, en Lisboa, el ministro de Asuntos Exteriores portugu¨¦s propuso la partici¨®n de Bosnia en tres zonas y todo el mundo lo desestim¨®. La diferencia es que ahora hay decenas de miles de muertos m¨¢s".
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