Clinton gana credibilidad en EE UU a costa de Bagdad
Washington presenta el ataque como una advertencia a los pa¨ªses que patrocinan el terrorismo
El ataque de represalia contra Irak ejecutado en la madrugada de ayer por Washington contra la sede de los servicios de espionaje iraqu¨ªes, mayoritariamente apoyado dentro y fuera de Estados Unidos, se ha saldado con un gran ¨¦xito para el presidente Bill Clinton, que ha actuado por primera vez al gusto norteamericano: decidido, en¨¦rgico, resolutivo y en defensa de los ciudadanos de este pa¨ªs. El reconocimiento por parte estadounidense de que algunos de sus misiles causaron v¨ªctimas civiles en Bagdad -seis muertos y cuatro heridos, de acuerdo con una fuente oficial iraqu¨ª-, algo que Clinton dijo lamentar, no parece empa?ar una acci¨®n que Washington presenta como una advertencia contra los pa¨ªses que patrocinan el terrorismo.
El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas estadounidenses, el general Colin Powell, reconoci¨® que tres de los 23 misiles Tomahawk lanzados desde el mar se desviaron unos metros del blanco y causaron da?os a personas inocentes. Clinton asegur¨®ayer que se hab¨ªa hecho "todo los posible para evitar la p¨¦rdida de vidas" y que por eso el ataque se hab¨ªa desencadenado en plena noche iraqu¨ª. Dijo lamentar los llamados "da?os colaterales" causados por el bombardeo.Powell, que ya ocupaba su actual cargo durante la guerra del Golfo, se?al¨® que lamentaba esos da?os a civiles, pero que, en todo caso, son inferiores a los que hubiera ocasionado Irak si no hubiera sido descubierto a tiempo el compl¨® para asesinar al ex presidente George Bush. Powell a?adi¨® que no est¨¢n pre vistos nuevos ataques contra Irak en los pr¨®ximos d¨ªas.
Las autoridades iraqu¨ªes no han hecho todav¨ªa un balance oficial detallado del ataque norteamericano ni ha autorizado a¨²n a los periodistas a comprobar personalmente los efectos del bombardeo en el objetivo de losTomafiawk en Bagdad, el cuartel general del Servicio de Inteligencia Iraqu¨ª. En ese edificio, seg¨²n el espionaje norteamericano, se decidi¨® y prepar¨® el atentado contra Bush, as¨ª como otras acciones terroristas contra determinados pa¨ªses y contra la propia oposici¨®n iraqui.
El secretario de Defensa norteamericano, Les Aspin, afirm¨® que el ataque contra Irak est¨¢ legitimado por el art¨ªculo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que permite a los pa¨ªses defenderse cuando sus ciudadanos est¨¢n en peligro. Al tratarse exclusivamente de un conflicto entre Washington y Bagdad, Estados Unidos no coordin¨¦ este ataque con la ONU, aunque los representantes norteamericanos han convocado una reuni¨®n del Consejo de Seguridad para obtener un apoyo a posteriori del principal ¨®rgano ejecutivo de la ONU.
Apoyo en el Congreso
Dentro de EE UU, los l¨ªderes parlamentarios dem¨®crata y republicano aplaudieron al un¨ªsono la decisi¨®n de Clinton, quien dirigi¨® en la noche del s¨¢bado un discurso televisado a la naci¨®n en el que, por primera vez, rompi¨® con su imagen dubitativa y apareci¨® como un l¨ªder fuerte. El ataque contra Irak puede ser comparado, en t¨¦rminos de su efecto pol¨ªtico, al que Ronald Reagan orden¨® en abril de 1986 contra Libia, en represalia por el asesinato de un soldado norteamericano en Alemania.
"No debe haber ning¨²n error", dijo Clinton, "al interpretar el mensaje que intento en viar con esta acci¨®n a Sadam Husein, al resto de los dirigentes iraqu¨ªes y a cualquier grupo o persona que atente contra nuestros l¨ªderes y nuestros ciudadanos: combatiremos el terrorismo, detendremos la agresi¨®n, protegeremos a nuestro pueblo".
En una intervenci¨®n de s¨®lo cinco minutos, Bill Clinton result¨® m¨¢s convincente que en los cinco meses de su mandato. Supo incluso recurrir a la historia norteamericana para afirmar:
"Desde los primeros d¨ªas de nuestra revoluci¨®n, la seguridad de EE UU ha estado fundamentada en la claridad de este mensaje: No nos amenacen".
Clinton ya hab¨ªa expresado su intenci¨®n de "poner todos los medios norteamericanos al servicio de la lucha contra el terrorismo", despu¨¦s de que la pasada semana fuese desarticulado en Nueva York un grupo de radicales isl¨¢micos que preparaban una oleada de bombas y atentados en esa ciudad. Los investigadores estadounidenses buscan actualmente una pista que relacione a ese grupo con alg¨²n Gobierno de Oriente Pr¨®ximo. Si esa pista aparece, Estados Unidos tendr¨ªa de nuevo ocasi¨®n de exhibir su musculatura militar.
Jornada festiva
Bill Clinton explic¨® en su discurso que el jueves pasado la fiscal general, Janet Reno, le entreg¨® los resultados de la investigaci¨®n del FB1 que demostraba "con claridad" la involucraci¨®n del servicio secreto iraqu¨ª en el atentado contra Bush. Clinton dio la orden de ejecutar una acci¨®n de represalia el viernes, pero despu¨¦s decidi¨® retrasarla un d¨ªa para respetar la jornada festiva entre los musulmanes.
La acci¨®n escogida era, seg¨²n el Pent¨¢gono, la que menos riesgo de v¨ªctimas civiles acarreaba. En este ataque particip¨® el crucero Chancellorsville que dispar¨® nueve misiles Tornahawk desde las aguas del golfo P¨¦rsico, y el destructor Peterson, que lanz¨® 14 cohetes desde el Mar Rojo.
La mayor novedad de este ataque ha sido demostrar que el Ej¨¦rcito norteamericano tiene capacidad para destruir objetivos precisos sin necesidad siquiera de que intervenga su aviaci¨®n.
Por otra parte, la cadena de televisi¨®n CNN ha se?alado que el general Norman Schwarzkopf, comandante en jefe de las fuerzas aliadas en la guerra del Golfo, ha recibido varias amenazas de muerte, por lo que se han tomado "extremas" medidas de seguridad para proteger su residencia en Tampa (Florida) de un atentado terrorista.
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