Belleza y rigor
El sueco Ivo Cramer (Estocolmo, 1.926), despu¨¦s de sus rigurosos y brillantes trabajos de reconstrucci¨®n con Dansomanie, de Gardel, para la ¨®pera de Par¨ªs, y La fille mal gard¨¦e, de Dauverbal, para el Ballet de Nantes, hizo dos nuevas obras maestras del si glo XVIII: Figaro, con el Real Ballet Sueco, en Estocolmo, y este Jason et M¨¦d¨¦e con el Ballet du Rhin. Cramer ha profundizado como nadie en nuestro tiempo en la estructura y formalidades del espect¨¢culo de danza de la preshistoria del ballet cl¨¢sico, del alto y tard¨ªo barroco. Jean Georges Noverre, que naci¨® en Suiza, pero se le considera franc¨¦s de adopci¨®n, ha trascendido m¨¢s por su epistolario profesional, y pr¨¢cticamente nada de material coreogr¨¢fico de su tiempo se conserva.
Ballet du Rhin
Jason et M¨¦d¨¦e. Coreograf¨ªa: Ivo Cramer (basado en Jean Georges Noverre); m¨²sica: Jean-Joseph Rodolphe; escenograf¨ªa y vestuario: Dominique Delouche. (a partir de Bocquet). Director: Jean-Paul Gravier. Festival Internacional de Danza Montpellier 93. Op¨¦ra Com¨¦die, Montpellier. 27 de junio.
El ballet de acci¨®n inventado por Noverre en el siglo XVIII fue el hito de modernidad de su tiempo, y acercarnos hoy cient¨ªficamente a su est¨¦tica es una manera de comprender mejor el complejo panorama presente de la danza. La plantilla de Mulhouse hace un extraordinario esfuerzo de estilo, y consigue entrar en la leyenda,(el peque?o salto de inspirado ballon, la m¨ªmica de elegante cortesan¨ªa); por un par de horas el divino Vestris y la seductora Madama Allard se animan desde el sue?o eterno de los grabados. Jason et M¨¦d¨¦e es una obra maestra, un delicioso fresco que no aburre, pues la acci¨®n no decae. y por momentos se vuelve brillante. En cuanto a lo pl¨¢stico, el vestuario, la escenograf¨ªa y los trucos mec¨¢nicos (dragones que sueltan fuego, hipogrifos volantes que llevan sobre el lomo a seres ancestrales, cambios vertiginosos de decorados) arrancan aplausos del p¨²blico por su belleza.
Discretamente, Gravier ha convertido a la compa?¨ªa en una valiosa c¨¦lula del ballet franc¨¦s de hoy, alternando, sin rasgarse las vestiduras, pasado y presente del quehacer danc¨ªstico. El festival de Montpellier, en esta edici¨®n dedicada a los de casa, se ha anotado un tanto al traer al precioso teatro rococ¨® de la Comedia este sue?o dorado de anta?o visto desde hoy.
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