La aprobaci¨®n del Tratado de Libre Comercio podir¨ªa retrasarse a?os por una decisi¨®n Judicial
La aprobaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con M¨¦xico (NAFTA) podr¨ªa retrasarse incluso por a?os. El motivo. es una. demanda presentada por varias asociaciones ecologistas. Un juez de distrito se ha hecho eco de ella y ha solicitado un informe al Gobierno de Bill Clinton sobre los efectos que el NAFTA podr¨ªa tener sobre el medio ambiente. El representante de Comercio estadounidense, Mickey Kantor, anunci¨® a ¨²ltima hora de ayer que apelar¨¢ "con la mayor rapidez posible" la petici¨®n del juez con el objetivo de solucionar el conflicto cuanto antes. A¨²n as¨ª, ello puede llevar meses o incluso a?os.
Al estudiar una demanda presentada peor varias organizaciones ecologistas, el juez Charles Richey consider¨® que el Tratado de Libre Comercio (conocido como NAFTA por sus siglas en ingl¨¦s) podr¨ªa violar las leyes sobre, medio ambiente que existen en Estados Unidos, y pidi¨® a la oficina. del Representante de Comercio norteamericano que presente una declaraci¨®n en la que se analice el impacto de ese acuerdo sobre la ecolog¨ªa. Mientras que el Gobierno no presente ese informe, el Tratado no podr¨¢ discutirse en el Congreso.Esta decisi¨®n tom¨® por sorpresa al Gobierno de Bill Clinton, que ten¨ªa previsto introducir el NAFTA en el Parlamento el pr¨®ximo oto?o, con vistas a que pudiese entrar en vigor a partir del primero de enero de 1994. Ni el representante de Comercio, Mickey Kantor, ni la Casa Blanca, comunicaron ayer c¨®mo reaccionar¨¢n a esta decisi¨®n judicial.
Habitualmente, las solicitides judiciales de informes ecol¨®gicos -que se dan en casos en los que una empresa pretende construir una f¨¢brica cerca de las ciudades y situaciones similares- suelen provocar la paralizaci¨®n de los proyectos afectados durante varios a?os.
En el caso del NAFTA, los grupos ecologistas se quejan de que los empresarios norteamericanos desplazar¨¢n la fabricaci¨®n de sus productos al otro do de la frontera, donde las leyes de protecci¨®n ecol¨®gica son mucho menos exigentes que las norteamericanas y, por tanto, los costes de producci¨®n son inferiores. Ello provocar¨ªa, seg¨²n esos grupos, una grave deterioro del medio ambiente en la zona fronteriza.
?ste ha sido desde el comienzo de la negociaci¨®n del NAFTA uno de los principales obst¨¢culos para su ratificaci¨®n en Washington. Ni Canad¨¢ ni Estados Unidos han podido llegar nunca a un acuerdo con su tercer socio, M¨¦xico, sobre este asunto. Los negociadores mexicanos siempre han aducido ue su inferior potencial econ¨®mico les imped¨ªa adaptarse e un d¨ªa para otro a los niveles e control ecol¨®gico que tienen us vecinos del norte.
Problemas con la ecolog¨ªa
Este conflicto sobre el medio ambiente puede ser utilizado ahora por el grueso n¨²mero de legisladores norteamericanos -encabezados por los que defienden los intereses de los sindicatos- que se oponen a la ratificaci¨®n del Tratado. De hecho, en estos momentos existe la impresi¨®n de que, de ser votado hoy, el NAFTA ser¨ªa derrotado en el Congreso.Por otra parte, para el presidente Bill Clinton, cuya Administraci¨®n est¨¢ fuertemente apoyada en el movimiento ecologista, es muy dificil contradecir a esos grupos para defender el NAFTA, un acuerdo que permitir¨ªa la creaci¨®n del mayor mercado del mundo. Clinton hab¨ªa anunciado que incluir¨ªa en el tratado algunas correcciones sobre mano de obray medio ambiente antes de presentarlo al Congreso.
Al mismo tiempo, el Tratado con Estados Unidos constituye en M¨¦xico el m¨¢s importante objetivo del Gobierno de Carlos Salinas. Sin ese tratado, el partido oficial mexicano, Partido Revolucionario Institucional (PRI) va a tener muy poco que ofrecer en las elecciones presidenciales que se celebran el pr¨®ximo a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.