Selectividad

Soy un chico de 17 a?os que acaba de enfrentarse con la Universidad de Salamanca en esa batalla que da nombre a mi escrito. Realmente, me gustar¨ªa conocer el verdadero significado de esa mala pasada que nos juega la ciudad universitaria. ?Es que realmente creen que el COU es como una canci¨®n de W. Houston (acarameladamente sinuosa y falsa)? No creo que as¨ª lo vean, sinceramente. No es muy grato contemplar c¨®mo compa?eros de todo un curso, (algunos, portadores de calificaciones envidiables) se vienen abajo, olvidan el sentido tan importante que tienen la comida y el sue?o para las personas (quiz¨¢ porque nos hagan creer que tenemos que actuar como m¨¢quinas), y acaban como firmantes de ex¨¢menes en absoluto impropios de ellos. No, posibles lectores, no resulta en modo alguno agradable acudir, y mucho menos de protagonista, a situacionos como ¨¦sta.No estoy completamente seguro del sentido de esta prueba, y, aunque el objetivo b¨¢sico (evitar aglomeraciones en la Universidad), se alcance, no creo que se aproxime a la forma de seleccionar, porque se supone que el criterio de selecci¨®n est¨¢ basado en el grado de aptitud del alumno, no en la dosis de Catovit que se ha administrado para resistir mejor el choque. Y por si fuera poco, encima te ponen a un sujeto incordiante al lado que te pone m¨¢s tenso record¨¢ndote el poco tiempo del que dispones. ?Es posible que encima te den un tiempo l¨ªmite, para excitarte m¨¢s a¨²n? Pues al esto ¨²ltimo ocurre en Salamanca, pero lo anterior pasa en todas las universidades espa?olas.

Paroce incre¨ªble, pero hay que ense?ar a las universidades a c¨®mo elegir a sus alumnos.-