Avances en Sur¨¢frica

EL MI?RCOLES 23 de junio se dio en Sur¨¢frica unpaso hacia la paz que hasta el fin de semana anterior parec¨ªa imposible. Entonces, los enfrentamientos entre partidarios del Congreso Nacional Africano (ANC) y del partido Inkhata hab¨ªan provocado 40 muertos. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, los l¨ªderes de ambos, el carism¨¢tico Nelson Mandela y su ac¨¦rrimo enemigo, el jefe zul¨² Mangosuthu Buthelezi, se reun¨ªan por primera vez desde 1991 para acordar que durante las campa?as electorales aparecer¨ªan juntos en las ¨¢reas m¨¢s afectadas por la violencia y que cada formaci¨®n podr¨ªa hacer campa?a en el terreno de la otra.

D¨ªas despu¨¦s, el viernes 2 de julio, el Foro de las Negociaciones -organismo integrado por 26 partidos y grupos que dise?a en estas semanas el futuro de la Rep¨²blica- acept¨® la propuesta de celebrar las primeras elecciones por sufragio universal el 27 de abril de 1994. Ciertamente no se han solventado las dificultades m¨¢s graves que el acuerdo constitucional surafricano plantea a Buthelezi. Despu¨¦s de su encuentro con Mandela, Buthelezi, comprendiendo que es mejor estar involucrado en el proceso que quejarse desde fuera, ha vuelto a sentar al Inkhata a la mesa de negociaci¨®n, lo que ha permitido mantener la fecha electoral.

Quedan, ciertamente, serios problemas por resolver. Los zul¨²es son decididos partidarios de que Sur¨¢frica tenga una estructura federal, y los dem¨¢s, no temen que, sin una federaci¨®n, la mayor¨ªa (blancos, ANC y dem¨¢s partidos de diverso origen y coloraci¨®n) los triture pol¨ªticamente. Para evitarlo, Buthelezi propone dos cosas: por una parte, que el Foro de las Negociaciones adopte una serie de principios constitucionales irrenunciables, y entre ellos, naturalmente, el federal. Por otra parte, quiere que la Constituci¨®n sea redactada antes de que se celebren las elecciones. ?Es temor a la decisi¨®n de la mayor¨ªa? Probablemente s¨ª.

En febrero pasado, el Gobierno blanco del presidente De Klerk y el ANC acordaron el calendario que ahora disputa Inkhata: un Gobierno interino de cinco a?os en el que blancos y negros compartir¨¢n el poder sin atender a la regla de la mayor¨ªa, que evidentemente favorecer¨ªa a los negros; el 27 de abril de 1994 se elegir¨¢ por sufragio universal un Parlamento constituyente que deber¨ªa redactar un texto fundamental en el plazo de a?o y medio. Cumplido este tr¨¢mite, se convertir¨ªa en un legislativo ordinario, hasta que, en 1999, sea elegido uno nuevo. De ¨¦l debe salir un Gobierno democr¨¢tico y de obvia mayor¨ªa negra. De Klerk ha negociado que todos los partidos tengan representaci¨®n igual en el Gobierno provisional; y si Mandela ha sacrificado su "Gobierno de mayor¨ªa ahora", lo ha hecho porque De Klerk, a su vez, renunci¨® a la "Constituci¨®n promulgada ahora", que consideraba ¨²nica garant¨ªa frente al posible revanchismo negro.

Sur¨¢frica vive un momento hist¨®rico especialmente tenso, con una econom¨ªa que decrece en su actividad, duramente afectada' por las d¨¦cadas de violencia interior y por las sanciones internacionales a los Gobiernos racistas, y en un constante clima de guerra civil multirracial, de la que el ¨²ltimo ejemplo fue el asalto, el viernes 25 de junio, de un grupo de nazis del Movimiento de Resistencia Afrikaner, especie de brazo armado del Frente Popular Afrikaner, del general retirado Viljoen (a su vez aliado del Partido Conservador), al centro en el que tienen lugar las discusiones constitucionales.