"M¨¦xico ha cambiado de mentalidad"
El presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, se ver¨¢ esta semana con Felipe Gonz¨¢lez en Brasil. A su regreso a M¨¦xico ser¨¢ anfitri¨®n de los Reyes de Espa?a durante tres d¨ªas. Todo esto coincide con un momento importante dentro del proceso de modernizaci¨®n que vive su pa¨ªs.
Carlos Salinas recibe al periodista en su despacho de Los Pinos, sede de la presidencia. Lleva esta sala el nombre de Benito Ju¨¢rez, el Lincoln mexicano. Ju¨¢rez naci¨® en Oaxaca, era indio y su primera lengua fue el zapoteca. A Oaxaca (antigua Antequera) viajar¨¢ Salinas con los reyes Juan Carlos y Sofia el lunes 19 para presenciar una de las fiestas ind¨ªgenas m¨¢s bellas: la Guelaguetsa.Esto y el viaje que va a realizar en las pr¨®ximas horas a Brasil para asistir a la tercera cumbre iberoamericana suponen para este joven presidente, formado econ¨®micamente en Harvard y pol¨ªticamente en el hist¨®rico Partido Revolucionario Institucional (PRI), un alivio tras las tensas semanas pasadas. Primero fue la muerte del cadernal de Guadalajara en un fuego cruzado entre narcotraficantes. Luego el par¨®n al Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte por un juez federal de EE UU.
Pregunta. Hace unos d¨ªas el PRI anunci¨® una importante reforma. ?Es la hora del cambio en M¨¦xico?
Respuesta. El cambio pol¨ªtico se viene dando desde hace unos a?os. Prueba de ello es el C¨®digo Electoral de 1989, que supuso una reforma constitucional que fue aprobada por el 85% del Congreso; o sea, por cinco de las seis formaciones pol¨ªticas all¨ª representadas. Lo que ha hecho ahora el PRI es proponer una verdadera react¨ªvaci¨®n, desde el di¨¢logo y con el prop¨®sito de lograr un consenso, de la reforma democr¨¢tica en M¨¦xico.
P. Pero ?no cree que esta reforma va muy ajustada en tiempo? Falta s¨®lo un a?o para las elecciones.R. Si esta reforma logra el consenso a su alrededor, no hay ning¨²n problema para que se ponga en marcha con una anticipaci¨®n adecuada a los procesos electorales del pr¨®ximo a?o.
P. De todas formas, cinco a?os con una oposici¨®n cuestionando los procesos electorales no se van a borrar tan f¨¢cilmente.R. Creo que en M¨¦xico necesitamos no s¨®lo avanzar en la modernizaci¨®n de los procesos electorales, sino tambi¨¦n en la de los partidos. En el mundo hay un procese, en el cual los pueblos no quieren pasar por los partidos. Por eso se tienen que transformar. Cambiar sus planteamientos y sus discursos. Necesitamos a los partidos. Sonindispensables para el avance de la democracia.
P. ?Qu¨¦ tipo de pa¨ªs es hoy M¨¦xico?
R. Es un pa¨ªs de principios. A veces no se comprende muy bien por qu¨¦ enfatizamos en un principio tan fundamental y tan nuestro como el de la soberan¨ªa. Hay que pensar que somos vecinos de la ¨²nica superpotencia que queda en el mundo. Con ella hemos tenido hist¨®ricamente experiencias traum¨¢ticas. S¨®lo eso revela por qu¨¦ estamos tan apegados a la soberan¨ªa. Tambi¨¦n somos un pa¨ªs de libertad, de justicia y de democracia.
P. Usted deja el poder en 1994 con46 a?os. Muy poca gente lo ve dando conferencias como Gorbachov o des cansando en un rancho.
R. Lo digo sinceramente: es tan in tenso lo que estamos viviendo ahora con este proceso de consolidaci¨®n de las reformas que no he tenido tiempo para pensar en lo que venga despu¨¦s.
P. ?Por qu¨¦ los presidentes de M¨¦xico desaparecen de la escena pol¨ªtica cuando acaban sus mandatos?
R. Es una regla no escrita del sistema pol¨ªtico mexicano que hasta ahora ha funcionado muy bien. De esta forma se le permite al presidente ?le turno cumplir con plenitud su responsabilidad.P. ?Cu¨¢l es el cambio m¨¢s importante de su mandato?
R. Ha habido muchos: la renegociaci¨®n de la deuda, el proceso de de estabilizaci¨®n econ¨®mica, rebajar la inflaci¨®n a un d¨ªgito despu¨¦s de un cuarto de siglo sin lograrlo, eliminar el d¨¦ficit fiscal, transformar el sistema educativo, renovar el sistema de salud, la reforma pol¨ªtica y el programa de solidaridad, entre otros. Sin embargo, yo dir¨ªa que lo m¨¢s importante que ha ocurrido en mi pa¨ªs en estos a?os ha sido el cambio de mentalidad.
P. ?Y hacia d¨®nde?
R. Me refiero a la manera como los mexicanos se ven a s¨ª mismos y ven al mismo tiempo el mundo. Que dos tercios del pa¨ªs acepte el TLC con Canad¨¢ y Estados Unidos es ya un cambio de actitud enorme. Durante mucho a?os, los mexicanos hemos tratado de vivir lo m¨¢s lejos posible de Estados Unidos. Ten¨ªamos fundadas razones hist¨®ricas, por supuesto. Pero ahora estamos dispuestos a profundizar las relaciones entre las dos naciones soberanas pese a lo diferentes que somos.
P. Con usted se ha puesto M¨¦xico de moda en el mundo. ?Lo considera una suerte o es el momento hist¨®rico?
R. Lo que ocurre es que a nosotros nos ha tocado participar en las relaciones internacionales en el momento en que se derrumb¨® el muro de Berl¨ªn y se acab¨® la guerra fr¨ªa. Ha habido un nuevo arreglo internacional y no quisimos quedarnos fuera. Nuestra pol¨ªtica exterior no se concentra s¨®lo hacia el Norte. Hoy mantenemos la misma intensa actividad hacia Am¨¦rica Latina, con la que tenemos afinidades hist¨®ricas; con Espa?a, que ha permitido la promoci¨®n del ¨¢nimo iberoamericano en Europa, o con el sureste asi¨¢tico.
P. El d¨ªa que mataron al cardenal de Guadalajara ten¨ªa usted la cara cambiada.
R. No fue para menos. El cardenal Posadas era un amigo personal que adem¨¢s hab¨ªa sido un factor muy importante en las negociaciones que precedieron a la reforma constitucional que permite ya el reconocimiento de la Iglesia en M¨¦xico. El Papa me hizo una reflexi¨®n muy profunda por tel¨¦fono. Me dijo: "De este hecho tr¨¢gico algo bueno tiene que surg,r
P. ?Y ya ha surgido algo?
R. S¨ª. Ya est¨¢ en la conciencia de todos los mexicanos que tenemos un enemigo com¨²n: los narcotraficantes. Antes se dec¨ªa que era una batalla del Gobierno. Ahora lo es de toda la sociedad.
P. M¨¦xico se ha preciado siempre de conocer al vecino del Norte. Ultimamente Estados Unidos est¨¢ dando muchas sorpresas. Por ejemplo, el par¨®n judicial al TLC.
R. El TLC comporta una negociaci¨®n muy compleja. La negociaci¨®n entre Canad¨¢ y Estados Unidos llev¨® cuatro a?os. La de Europa se hizo en varias d¨¦cadas. Aqu¨ª hemos acabado ya la negociaci¨®n comercial de Gobierno a Gobierno, y ahora estamos en el proceso de concluir los llamados acuerdos paralelos sobre cuestiones ecol¨®gicas y laborales. Pero hay algo muy importante: el TLC es para M¨¦xico un medio m¨¢s para coadyuvar el proceso de recuperaci¨®n econ¨®mica y de crecimiento adicional. Es importante, porque permitir¨¢ un mayor crecimiento econ¨®mico y tambi¨¦n m¨¢s empleo, pero no dependemos del acuerdo. Es, eso s¨ª, una pieza m¨¢s de nuestras reformas.
P. ?Habr¨¢ firma el 1 de enero?
R. Yo tengo el compromiso del presidente Bill Clinton, que me dijo que as¨ª ser¨¢. Entre M¨¦xico y Estados Unidos ya existe una relaci¨®n comercial muy intensa. El TLC lo que va a hacer es poner orden a esta relaci¨®n.
P. Su Gobierno acaba de conseguir reducir la inflaci¨®n a un d¨ªgito: 9,87%. ?Cu¨¢l es ahora el nuevo objetivo?
R. El tema central hoy en M¨¦xico, despu¨¦s de varios a?os para reducir la inflaci¨®n, es la recuperaci¨®n econ¨®mica. Es decir, poder lograr m¨¢s empleos. Estamos ya en la reestructuraci¨®n microecon¨®mica. Con la estabilidad macroecon¨®mica las empresas ya no disponen de neblina inflacionaria para esconder ineficiencia y pas¨¢rsela, a trav¨¦s de precios m¨¢s altos, al consumidor. Ahora los m¨¢rgenes son menores y tienen que elevar la productividad.
P. Encuentro con Gonz¨¢lez en Brasil. Visita a M¨¦xico de los Reyes. Tiene buenas relaciones con Espa?a.
R. El Rey es un personaje al que en M¨¦xico se le tiene mucho respeto y cari?o. Hablar de ¨¦l es hablar de Espa?a. Con Felipe Gonz¨¢lez tengo una gran coincidencia en cuanto a prop¨®sito de cambio, de modernizaci¨®n. Le tengo una gran admiraci¨®n no s¨®lo por su talento pol¨ªtico, sino tambi¨¦n por su capacidad de liderazgo.
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