El viejo le¨®n
Te has ido, L¨¦o, y todos los que te amamos nos quedamos un poco m¨¢s hu¨¦rfanos. Claro est¨¢ que quedan tus canciones, tus versos, que seguir¨¢n iluminando a los j¨®venes y viejos amantes, a los rebeldes, a todos aquellos que llevan el cuchillo afilado para cortar el pan de la amistad. Para muchas personas de mi generaci¨®n fuiste la luz, el aire de libertad necesario en aquellos d¨ªas de asco y de espanto. T¨², L¨¦o, con tus canciones dedicadas a los luchadores de la resistencia, al amor, al compromiso, a la ternura, a los anarquistas, conseguiste alimentar nuestras almas y as¨ª no desfallecer. Para m¨ª, adem¨¢s, seguir¨¢s siendo mi maestro, aunque a ti no te guste que te llamen maestro.Quiero recordar algunos momentos hermosos de aquel viaje con tu compa?era Mar¨ªa y nuestro amigo Paco Ib¨¢?ez por tierras de Castilla. All¨ª, cerca de Burgos, en un hotel con pretensiones de castillo feudal, y que t¨² quer¨ªas comprar, pues siempre so?aste poder tener un castillo en Espa?a. Nosotros los artistas, como bien dec¨ªas t¨², los ¨²nicos representantes de la cultura del arte, te hicimos entrega de la llave de Espa?a, de la llave de tu castillo, un d¨ªa de febrero de 1988, en este Madrid que tanto amaste.
All¨ª, en aquel hotel antes de proseguir viaje a Bilbao, Paco y yo te regalamos un bast¨®n inmenso para sacudir los fantasmas malignos del planeta. T¨², lleno de luz, de alegr¨ªa, lo agitabas al aire. Hoy, al enterarme de tu partida, fui a buscar un bast¨®n similar. Lo agit¨¦ al aire como t¨² hac¨ªas lleno de rabia, lleno de tristeza. Lo guardar¨¦ cerca de m¨ª por si acaso es necesario agitarlo de vez en cuando, y s¨¦ que cada vez que lo use encontrar¨¦ tambi¨¦n tus manos pegadas a ¨¦l.
"?Por qu¨¦ nuestra canci¨®n tiene ese lado triste y melanc¨®lico?", te preguntabas en voz alta el primer d¨ªa que te cant¨¦ una de mis canciones. Maestro, en la tristeza, en esta melancol¨ªa, tambi¨¦n se cobija la alegr¨ªa, la vida, la ilusi¨®n, lo bello. Pero hoy todas las canciones se vestir¨¢n de luto y llorar¨¢n juntas cantando tu canci¨®n: "Con el tiempo, / con el tiempo, todo desaparece, / se olvidan las pasiones y se olvidan las voces / que susurraban las frases de las gentes sencillas; / con el tiempo todo se va / y uno se siente canoso como un caballo rendido, / y uno se siente helado en un lech¨® de azar, / y uno se siente solo, puede que s¨ª, pero tranquilo".
Despu¨¦s de cantar tu canci¨®n esperar¨¦ al ma?ana, me levantar¨¦, una vez m¨¢s, triste, melanc¨®lico, y alegre volver¨¦ a escuchar y a seguir cantando a la vida. Gracias, maestro. No llegan a uno de cada cien, pero existen: "Los anarquistas / alzan bandera negra en duelo sobre esperanza y tienen melancol¨ªa / para vagar por la vida, / cuchillos para cortar / el pan de la amistad".
es poeta y cantante.
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