Los homosexuales podr¨¢n ser soldados en EE UU si esconden su inclinaci¨®n
El presidente norteamericano, Bill Clinton, se decidi¨® finalmente por una soluci¨®n de compromiso, muy a su estilo, para cerrar el debate sobre los homosexuales en el Ej¨¦rcito: no se podr¨¢ impedir a los gay y lesbianas su entrada en las Fuerzas Armadas, pero deber¨¢n mantener absoluta discreci¨®n en su conducta en cuanto a sus preferencias sentimentales y no podr¨¢n exhibir su orientaci¨®n sexual en p¨²blico.
Bill Clinton dijo ayer en una reuni¨®n con oficiales del Ej¨¦rcito que cre¨ªa que su decisi¨®n constituye "un buen balance entre el respeto a los derechos del individuo y Ha necesidad de mantener a las Fuerzas Armadas norteamericanas como las m¨¢s poderosas del miando". "Como presidente", dijo Clinton en una dif¨ªcil pero brillante exposici¨®n de su criterio), "estoy obligado a defender los derechos del individuo, pero como comandante en jefe tengo que proteger nuestro baluarte de seguridad".El presidente manifest¨® su convicci¨®n de que la pol¨ªtica anunciada supone "un verdadero paso adelante", aunque reconoci¨® que "muchos pueden tener todav¨ªa preocupaciones en su mente". A los militares les explic¨® que- tienen que adaptar su estructura a las nuevas demandas de la sociedad. A los homosexuales les dijo que una decisi¨®n de estricto levantamiento de la discriminaci¨®n sexual en las Fuerzas Armadas no hubiera nunca obtenido la aprobaci¨®n del Congreso, lo que hubiera supuesto un retraso de a?os".
En realidad, la decisi¨®n anunciada ayer por el presidente -levantarniento de la prohibici¨®n a los homosexuales siempre que ellos r¨ªo se manifiesten como homosexuales- no ha satisfecho del todo las aspiraciones de nadie y no garantiza que este asunto no siga siendo motivo de pol¨¦mica en el futuro.
Las organizaciones de gays y lesbianas se quejan de que esta decisi¨®n condena a los homosexuales a permanecer escondidos y supone el incumpliento de la promesa de Clinton de levantar por completo las restricciones a los homosexuales en las Fuerzas Armadas. Los mandos militares tambi¨¦n siguen creyendo que la convivencia entre homosexuales y heterosexuales perjudicar¨¢ a la disciplina militar. El senador dem¨®crata Sam Nunn, que ha llevado la voz cantante del Congreso en este tema, ha criticado la medida tomada por Clinton y cree que hubiera sido mejor mantener la prohibici¨®n tal como estaba. El propio presidente, cuyos primeros meses de mandato han estado marcados por este conflicto, ha tenido que reconocer que esta decisi¨®n no colma todas sus aspiraciones. La prohibici¨®n a los homosexuales en el Ej¨¦rcito fue impuesta hace 50 a?os.
No preguntar
La pol¨ªtica decidida es lo que se denomina en Estados Unidos "no pregunta, no confiesa, no persigue", que consiste en que se elimina de las pruebas de acceso al Ej¨¦rcito la pregunta sobre la orientaci¨®n sexual de los aspirantes. Se eliminan tambi¨¦n las ordenanzas que permit¨ªan investigar y expulsar de las Fuerzas Armadas a cualquiera a quien se descubriese su homosexualidad. Esto no significa que los gay y lesbianas puedan ahora proclamar abiertamente su condici¨®n. Los homosexuales tendr¨¢n que mantener en secreto sus preferencias sexuales y no podr¨¢n practicar el sexo manifiestamente ni dentro ni fuera de los cuarteles.Para regular esta disposici¨®n se dictar¨¢n unas normas que tratan de calificar los m¨¢s m¨ªnimos movimientos sentimentales de los miembros del Ej¨¦rcito. Por ejemplo, se determina que tener sobre la mesilla de noche la foto de una persona del mismo sexo tendr¨¢ que ser admitido, mientras que caminar por la calle, dentro o fuera del cuartel, de la mano de una persona del mismo sexo ser¨¢ motivo de sanci¨®n. Ser¨¢ posible abrazar a un compa?ero del mismo sexo de manera que no pueda ser interpretada como sospechosamente afectiva. Est¨¢n prohibidos, sin embargo, los besos, aun en la mejilla.
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