El ocaso de una familia de Ravena
P. E., La crisis del grupo Ferruzzi resulta un caso t¨ªpico de c¨®mo la segunda generaci¨®n puede ver hundirse el s¨®lido patrimonio acumulado por los padres. Serafino Ferruzzi, fundador de la dinast¨ªa, hizo, en efecto, una fortuna en los mercados internacionales de materias primas agr¨ªcolas.
Cuando muri¨® Serafino, en 1979, al estrellarse su avi¨®n particular en el rico campo emiliano, su grupo facturaba unos 100.000 millones de liras anuales (unos 8.500 millones de pesetas). Como, a pesar de todo, la muerte no le cogi¨® por sorpresa, pues sab¨ªa que ten¨ªa un c¨¢ncer de garganta incurable, dej¨® el testamento bien atado: a su ¨²nico hijo, Arturo, seis a?os m¨¢s joven que: el yerno, Ra¨²l Gardini, le corresponder¨ªa la mano m¨¢s firme sobre el patrimonio familiar, con un 30% en la sociedad de cartera Serafino Ferruzzi, SL. Las tres hermanas, Idina -la mayor, casada con Gardini-, Franca y la bella Alessandra, la m¨¢s joven, se repartir¨ªan el resto, a raz¨®n de un23% cada una. A Arturo le bastaba as¨ª el apoyo de una hermana para reorientar el patrimonio familiar.
Pero Serafino dio la gesti¨®n del grupo al yerno Gardini, un hombre de decisi¨®n, agallas, imaginaci¨®n y capacidad de trato muy superiores a las de su hijo. Ra¨²l empez¨®, pues, a decidir. Hasta en lo estrictamente personal cambi¨® el estilo de vida de una familia educada en la discreci¨®n por un pr¨®cer ahorrativo en extremo. Pero lo que importa es que, paralelamente, los Ferruzzi se convert¨ªan en una potencia econ¨®mica de nivel planetario.
Empresas espa?olas
El paso decisivo fue el control en 1986 de Montedison, la gran multinacional que incluye desde la industria qu¨ªmica, como Himont, o la farmac¨¦utica espa?ola Antibi¨®ticos, hasta el grupo franc¨¦s Eridania, Begin-Say, una perla mundial de la alimentaci¨®n, en el que se integran las aceiteras espa?olas Elos¨²a y Koipe. Ferruzzi Financiaria (Ferfin), el holding de Ravena, facturaba 20 billones de liras anuales, 200 veces m¨¢s que el viejo Serafino.
Y el vuelco de la situaci¨®n vino marcado por el fracaso de la Operaci¨®n Enimont. Gardini se retir¨® de la direcci¨®n del grupo Ferruzzi entre contiendas familiares.
Deb¨ªa saber lo que dejaba detr¨¢s, pues en junio de 1991 pidi¨® a la familia plenos poderes para acelerar las transmisiones de bienes a los herederos y salvaguardar en una fundaci¨®n el resto del patrimonio. En vez de hacerle caso, le echaron del grupo, liquidando con 505.000 millones de liras la participaci¨®n de su esposa en Serafino Ferruzzi, SL. Con esa fortuna, Gardini inici¨® desde Par¨ªs una nueva vida de empresario. Pero recientemente, tras estallar bajo 31 billones de liras de deudas la crisis del grupo, los cu?ados le exigieron la devoluci¨®n del finiquito.
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