Radical alegato de la juez Ruth Ginsburg a favor del aborto en Espa?a
La magistrada propuesta por Clinton para el Supremo consigue sorprender a todos

Hac¨ªa a?os que no pasaba por las temidas sesiones de confirmaci¨®n del Senado un candidato que despertase tales simpat¨ªas. Hac¨ªa a?os tambi¨¦n que no se sentaba en ese fat¨ªdico banquillo de los acusados; una juez que dijera: "El aborto es un derecho central en la vida de una mujer, en la dignidad de una mujer". Ambos m¨¦ritos le corresponden a Ruth Ginsburg, la candidata presentada por Bill Clinton para ocupar la silla vac¨ªa en el poderoso Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Con la confirmaci¨®n de Ginsburg, que se da por segura, los grupos partidarios del aborto tendr¨¢n la m¨¢s importante aliada de su causa en cualquier cargo en la ciudad de Washington. La juez Ginsburg, a la que se le supon¨ªan posiciones m¨¢s moderadas sobre la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, sorprendi¨® a todos esta semana con una declaraci¨®n que despeja cualquier duda sobre cu¨¢l ser¨¢ su voto cuando, como ocurre peri¨®dicamente, el Tribunal Supremo tenga que pronunciarse sobre legislaciones espec¨ªficas :relacionadas con el aborto. Los defensores de ese derecho cuentan ya con mayor¨ªa suficiente como para que la sentencia Roe versus Wade -la decisi¨®n de 1973 que legaliza la pr¨¢ctica del aborto- no est¨¦, por el momento, en peligro.A preguntas de los senadores sobre si el Estado deb¨ªa regular de alguna manera la pr¨¢ctica del aborto, Ginsburg, de 60 a?os de edad, contest¨®: "Es una decisi¨®n que debe tomar la mujer por s¨ª sola. Cuando el Gobierno controla esa decisi¨®n por ella, la mujer no est¨¢ siendo tratada como un adulto plenamente responsable de sus actos".
Ruth Ginsburg sostuvo que la Constituci¨®n norteamericana protege el derecho al aborto en cuanto que ratifica la autonom¨ªa del individuo. La magistrada afirm¨® que, aunque el Tribunal Supremo ha avanzado bastante en la igualdad de los sexos, todav¨ªa hace falta una enmienda constitucional que consolide los derechos de la mujer. "Me gustar¨ªa ver eso para mis hijas, para mis nietas y para las hijas que vengan despu¨¦s", dijo.
El valor de estas declaraciones proviene precisamente del hecho de que la juez Ginsburg sea reconocida como moderada en t¨¦rminos pol¨ªticos -"Soy incapaz de definirme liberal o conservadora", dijo durante las sesiones en el Senado, que pueden concluir la pr¨®xima semana-.
Normalmente, posiciones tan firmes sobre el aborto correspond¨ªan a lo que en este pa¨ªs se considera la izquierda liberal, pero Ginsburg ha expuesto su punto de vista despu¨¦s de haber conseguido cautivar a los norteamericanos en una semana de debates televisados en los que apareci¨® como una mujer entra?able, una perfecta madre y abuela y una juez respetada y bien considerada.
Con un f¨ªsico diminuto -mezcla de Audrey Hepburn. y madre Teresa de Calcuta- y una voz de jilguero, Ginsburg consigui¨® despertar la admiraci¨®n y simpat¨ªa de los feroces senadores que pusieron contra las cuerdas a su antecesora, Clarence Thomas.
"Un mundo mejor"
Ruth Ginsburg, la primera persona propuesta por un presidente dem¨®crata desde hace 26 a?os, fue interrogada sobre c¨®mo hab¨ªa afectado a su formaci¨®n su pasado como abogada de la organizaci¨®n feminista Uni¨®n Norteamericana para las Libertades Civiles. Explic¨® que, como abogada, ella defendi¨® ciertas causas en las que cre¨ªa, pero que, como juez, su objetivo es "hacer todo lo posible para conseguir un mundo mejor".La aspirante al Tribunal Supremo trat¨® de ser vaga cuando se le pregunt¨® su opini¨®n acerca de la pena de muerte, algo a lo que se sabe que es contraria, pero que es muy dif¨ªcil criticar abiertamente desde un puesto de responsabilidad jur¨ªdica, porque la pena de muerte se aplica en una mayor¨ªa de los Estados del pa¨ªs.
"Yo nunca me he pronunciado p¨²blicamente sobre la pena de muerte, nunca he tenido que decidir sobre un caso de pena de muerte", se limit¨® a decir Ginsburg, cuyos ¨²ltimos 12 a?os estuvieron dedicados a la labor de juez de un tribunal de apelaciones en Washington.
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