Cristina pasa a la historia
La joven novillera madrile?a Cristina S¨¢nchez, ¨²nica mujer que en la actualidad y por ahora torea con picadores, abrillant¨® su todav¨ªa corta hoja de servicios y entr¨® en la historia de la tauromaquia moderna tras actuar en solitario frente a seis novillos. Los bicornes colaboraron escasamente en esta aur¨ªfera ocasi¨®n, pero la casta torera de Cristina, su garra, entrega y aguerrido af¨¢n novilleril suplieron el desafuero del ganado.La torera s¨ª cont¨® con la colaboraci¨®n indirecta y el apoyo de los ecos calientes de sus paisanos y seguidores, entre los que destacaban las finas voces del mujer¨ªo en solidaria corporatividad. Mucho m¨¢s calientes que ese embudo de granito y plomo derretido en que la parrilla del verano hab¨ªa transformado el coso. Por fortuna, Cristina supo navegar entre los calamocheos de todos sus bueyes, a excepci¨®n del que salt¨® a la arena en tercer lugar, y llev¨® a buen puerto su compleja papeleta.
Cetrina / S¨¢nchez
Novillos de Cetrina, bien presentados, excepto 1? y 3?, chicos; mansos y nobles, excepto 3?, encastado. 4? y 6?, flojos. Cristina S¨¢nchez, que actuaba como ¨²nico espada: ovaci¨®n; vuelta; 2 orejas; divisi¨®n tras dos avisos; silencio; ovaci¨®n. Sali¨® a hombros por la puerta grande. Plaza de Toledo, 24 de julio. Poco m¨¢s de media entrada.
Semejantes boyancones y la escasez de festejos con que cuenta a¨²n esta prometedora Cristina le impidieron mayor variedad muleteril. Esta raz¨®n y, sobre todo, su p¨¦simo manejo de tizona y verduguillo, con los que mont¨® bochornosos m¨ªtines en cinco de los seis novillos -eso s¨ª, con la important¨ªsima salvedad de que jam¨¢s pinch¨® en los bajos- frenaron algo el balance de trofeos.
Este drama que sufri¨® a la hora de la verdad estuvo a punto de hundirla en el infierno que habr¨ªa significado que el cuarto novillo fuese devuelto al corral en tan importante cita. Cristina, demudado y blanquecino el rostro, vio con enorme alivio c¨®mo acertaba con el descabello cuando ya estaba a punto de sonar el tercer aviso.
Hondos muletazos
Menos mal que el bravo tercer burel le permiti¨® mostrar a la torera tambi¨¦n su casta. Del interesant¨ªsimo enfrentamiento brotaron hondos y ligados muletazos por ambos pitones, que se abrochaban con bell¨ªsimos y largos pases de pecho. Una vez dominado el novillo, Cristina se adom¨® con barroca inspiraci¨®n, desplantes de hinojos incluidos, y alcanz¨® el milagro de acertar con el acero en su segundo intento.Con el resto del encierro, ya de condici¨®n patibularia, la torera apunt¨® variadas suertes capotiles, intervino en quites, breg¨® abundosamente, no se arredr¨® con la fl¨¢mula y se situ¨® siempre por encima de la situaci¨®n redondeando un gesto que bien pocos de sus compa?eros de escalaf¨®n, independientemente de su sexo, est¨¢n hoy en condiciones de realizar con tanto acierto.
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