El Gobierno quiere conseguir un pacto social por tres a?os para apuntalar la legislatura

Gobierno y agentes sociales se re¨²nen hoy para intentar sentar las bases de negociaci¨®n de un pacto por el empleo que se presenta como el principal factor de estabilidad para la presente legislatura. El Ejecutivo quiere una vigencia de tres a?os para el acuerdo. Los objetivos son moderar los salarios, situando su crecimiento por debajo de la inflaci¨®n, y "reducir algo el poder adquisitivo de las pensiones", seg¨²n fuentes de Econom¨ªa. La necesidad de contener el d¨¦ficit p¨²blico hace imposible prorrogar el compromiso de la anterior legislatura de subir las pensiones de acuerdo con la inflaci¨®n pasada.

Los ministros de Econom¨ªa y Trabajo, Pedro Solbes y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, respectivamente, abrir¨¢n hoy en Madrid, a las cinco de la tarde, en la sede del Ministerio de Econom¨ªa, la primera ronda de la negociaci¨®n del pacto de empleo. Al otro lado de la mesa se sentar¨¢n los secretarios generales de UGT, Nicol¨¢s Redondo, y Comisiones Obreras, Antonio Guti¨¦rrez, y el presidente de la patronal CEOE Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas.Este segundo encuentro -el primero fue la entrevista que el pasado 5 de julio mantuvo el presidente Felipe Gonz¨¢lez con Redondo y, Guti¨¦rrez, primero, y Cuevas, despu¨¦s- tiene como objetivo, fijar el calendario de reuniones y delimitar los temas a pactar. El Gobierno espera de los interlocutores sociales una respuesta al informe enviado al Comit¨¦ Econ¨®mico y Social sobre reforma del mercado laboral, y m¨¢s en concreto, sobre los aspectos decisivos: despido, formas de contrataci¨®n o formaci¨®n profesional. Sendas delegaciones de CC OO y UGT se reunieron ayer para perfilar un documento alternativo al presentado por el Gobierno.

La propuesta del Gobierno de acelerar la negociaci¨®n para incluir ciertos compromisos de recorte de gasto p¨²blico en el proyecto del presupuestos para 1994 no ha encontrado la necesaria receptiv¨ªdad en los interlocutores sociales". La CEOE y tambi¨¦n los sindicatos prefieren conocer el anteproyuecto de ingresos y gastos que prepara el Ejecutivo antes de comprometerse.

Las conversaciones parecen limitada,s al debate en torno a la moderaci¨®n salarial y a la reforma del mercado de trabajo. La reinversi¨®n de beneficios para generar nuevos puestos de trabajo es la contrapartida que pueden obtener los sindicatos a cambio de dar su conformidad a las medidas de ajuste. Seg¨²n fuentes del Gobierno, "por el momento no se contempla ninguna cifra de creaci¨®ri de empleo como resul tado del acuerdo", entre otras cosas, para no caer en promesas anterior es incumplidas.Reducir el d¨¦ficit

El ministro de Econom¨ªa centrar¨¢ su exposici¨®n hoy en los problemas del d¨¦ficit p¨²blico y su previsi¨®n de fijarlo para el pr¨®ximo a?o, en torno a un 4,5% del PIB. El objetivo irrenunciable es llegar a 1996 con un d¨¦ficit total m¨¢ximo de un 3% para cumplir el requisito esencial de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria. Solbes es partidario de articular un pacto de rentas que se traduzca en el recorte de gastos corrientes y la contenci¨®n del gasto social. El presidente del Gobierno ha avanzado que la prioridad es poner fin al aumento explosivo de los gastos sanitarios.

A ello hay que a?adir la moderaci¨®n salarial y "una cierta p¨¦rdida, del poder adquisitivo de las pensiones". En lugar de revisarlas sobre el ¨ªndice de inflaci¨®n pasada, se baraja ahora introducir la inflaci¨®n del a?o siguiente como baremo. El gasto en pensiones se aproxima a seis billones al a?o.

El ministro de Trabajo propondr¨¢ controles del fraude en el desempleo que impidan a los que reciben subsidio realizar un trabajo simult¨¢neo en negro. Gri?¨¢n piensa tambi¨¦n introducir otros ajustes, como impedir que la indemnizaci¨®n por despido sea acumulativa con el seguro de paro.

Por encima de los contenidos del acuerdo, el pacto social se presenta como la principal baza de estabilidad del Ejecutivo. "Si no hay pacto", afirman fuentes del Gobierno, "la coalici¨®n con los nacionalistas vascos y catalanes resultar¨¢ inviable y no se puede descartar que haya nuevas elecciones en poco m¨¢s de un a?o".

Sea cual fuere el resultado de unos nuevos comicios, la ¨²nica opci¨®n, dada la gravedad de la crisis, "es un ajuste duro con o sin pacto". En ese supuesto los sindicatos ser¨ªan los principales afectados. La patronal, sin embargo, acude a esta negociaci¨®n sin apenas riesgo pol¨ªtico. El Gobierno insiste en una vigencia de tres a?os que convertir¨ªa el acuerdo en un paraguas para toda la legislatura, puesto que el grueso de las medidas y la negociaci¨®n de los convenios colectivos comenzar¨ªan a aplicarse en enero de 1994.