La sangre de san Pantale¨®n vive de nuevo
Un convento madrile?o alberga cada a?o un curioso fen¨®meno
Cientos de personas acudieron durante el d¨ªa de ayer al monasterio de La Encarnaci¨®n, en la plaza del mismo nombre, para presenciar el milagro de San Pantale¨®n. Una porci¨®n de la sangre de este santo, martirizado por los romanos en el siglo IV, se conserva en un relicario y se lic¨²a misteriosamente los d¨ªas 26 y 27 de julio, mientras que permanece coagulada durante el resto del a?o.Pantale¨®n, que fue m¨¦dico antes que santo, tiene fama de curar enfermedades y conceder favores. Por eso muchos creyentes lo veneran.
Mar¨ªa del Carmen Diego, de 64 a?os, lleva la mitad de su vida person¨¢ndose cada 27 de julio en la iglesia del convento de La Encarnaci¨®n. "As¨ª le agradezco a san Pantale¨®n la curaci¨®n milagrosa de mi madre, enferma del coraz¨®n", afirma convencida. Su devoci¨®n no se limita a la fecha en que se conmemora el martirio del santo. Ella le venera a diario. "Tengo todo lo relacionado con ¨¦l: su medalla, su escapulario. Incluso alg¨²n libro que se ha publicado sobre su figura".
Veneraci¨®n p¨²blica
Testimonios parecidos se repet¨ªan ayer en el monasterio de monjas agustinas recoletas que alberga la reliquia, que se ofrec¨ªa, como cada a?o, a la veneraci¨®n p¨²blica desde el d¨ªa 26 por la tarde hasta las diez de la noche de ayer. En ese espacio de tiempo, cientos de personas se presentaron en la iglesia. Incluso hab¨ªa alg¨²n turista, pero abundaban las se?oras de cierta edad, que le daban ritmo al abanico para mitigar el calor reinante.Muchos llegaban de fuera de Madrid. "Yo soy de Brujol, un pueblo de Toledo, a 80 kil¨®metros de Madrid", dec¨ªa Jos¨¦ de Torres. "All¨ª tambi¨¦n se venera mucho a san Pantale¨®n, y se conserva un hueso suyo como reliquia". Otros supuestos restos del santo se conservan en diversos lugares de Espa?a y del mundo, pero la reliquia madrile?a es la m¨¢s conocida.
No todos iban arrastrados por la devoci¨®n. Mar¨ªa Ester de los Santos, de 47 a?os, se acerc¨® porque ten¨ªa ganas de ver el monasterio. "Decid¨ª aprovechar esta oportunidad", dijo. El convento permanece cerrado todo el a?o, al ser el hogar de religiosas de clausura, pero el Vaticano concede dispensa -pese a que no se ha manifestado nunca sobre este supuesto milagro- para que sus puertas se abran en la festividad del santo.
"La reliquia me ha causado buena impresi¨®n. Parece sangre de verdad, aunque yo ni creo ni dejo de creer", dice Mar¨ªa Ester. Julio P¨¦rez, de 21 a?os, por su parte, ten¨ªa otra opini¨®n: "He venido por curiosidad, aunque no soy de ir a misa. Estoy un poco desilusionado. Cre¨ªa que ser¨ªa otra cosa".
El objeto de estos comentarios es un l¨ªquido rojizo y espeso, contenido en una ampolla ovalada que est¨¢ dentro, a su vez, de una peque?a pir¨¢mide de cristal, junto con un trocito de hueso. El padre Eugenio Ayape (autor de un librito sobre san Pantale¨®n publicado en 1979) y otro sacerdote la mostraban ayudados por dos monaguillos. Uno iluminaba la ampolla con una linterna, para que se viera bien lo que contiene, y otro sosten¨ªa una cestita donde los devotos depositaban sus donaciones. Muchas personas acercaban sus labios a la pir¨¢mide o la tocaban, y se besaban la mano a continuaci¨®n.
El l¨ªquido venerado no ha sido analizado nunca rigurosamente por qu¨ªmicos o por m¨¦dicos hemat¨®logos (especialistas en la sangre). La Iglesia se opone a ello desde el siglo XV -en que por primera vez se produjo el presunto milagro- con el argumento de que se podr¨ªa alterar o incluso destruir si entrara en contacto con el aire.
No hay, por tanto, una opini¨®n cient¨ªfica formada sobre el hecho. Pero eso no preocupa a los creyentes. Una de ellos, Mercedes Lope de Menenses, de 50 a?os, lo tiene muy claro: "Lo que hace falta en estos casos es fe, como en todas las cosas".
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