El deseo de todo secuestrador
La suerte de B¨®snia-Herezgovina est¨¢ echada. Aunque el a¨²n presidente Alia Izetbegovic califique los acuerdos de Ginebra de provisionales, las negociaciones territoriales se prolonguen o interrumpan una o mil veces y los combates rebroten, la divisi¨®n ¨¦tnica de este estado en tres rep¨²blicas parece ya irreversible."Nuestros esfuerzos solidarios y sacrificios, han valido la pena", dijo a las c¨¢maras de la televisi¨®n de Belgrado el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic. Nadie se lo podr¨¢ discutir. Serbia, identificada como agresor por las Naciones Unidas y castigada como tal con un embargo total, ha logrado sus objetivos. Milosevic es el triunfador. La comunidad internacional no s¨®lo lo ha permitido sino que ha contribuido a ello de forma decisiva. Primero, porque impuso un embargo de armas al Estado agredido impidiendo as¨ª que se defendiera y, m¨¢s tarde, porque no respald¨® las posibles medidas de disuasi¨®n contra quienes mataban a la poblaci¨®n musulmana para destruir el Estado.
Al comienzo del mandato del presidente norteamericano, Bill Clinton, la amenaza del uso de la fuerza bast¨® para que Milosevic aceptara el plan V¨¢nce-Owen. Pero muy pronto Washington y Europa hicieron marcha atr¨¢s. Milosevic tom¨® buena nota. Las ofensivas militares serbias se multiplicaron. El plan fracasado, ya basado en la perversi¨®n pol¨ªtica de la separaci¨®n racial, forz¨® a los croatas a recuperar el tiempo perdido tratando de hacer que se respetaran ciertas normas m¨ªnimas de legalidad que, ilusos, cre¨ªan defendidas por la comunidad internacional.
Finalmente, en un ejercicio de presi¨®n diplom¨¢tica ins¨®lita, los mediadores internacionales obligaron a los representantes legales del Estado bosnio integrados en la presidencia bajo Izetbegovic -serbios, croatas y musulmanes leales a la idea de un Estado de ciudadanos plurinacional- a aceptar las "realidades" impuestas a sangre y fuego por los Ej¨¦rcitos del nacionalismo victorioso. No falt¨® el chantaje. El mediador brit¨¢nico David Owen, ansioso por liquidar la engorrosa cuesti¨®n bosnia, lleg¨® a advertir a Izetbegovic que si no firmaba, la comunidad internacional lo har¨ªa responsable de la matanza con que amenazaba el general Ratko MIadic, jefe militar de los serbios en Bosnia, como ¨²nica alternativa a la capitulaci¨®n.
Como comentaba amargamente un bosnio en referencia a un episodio actual en nuestro pa¨ªs "es curiosa la l¨®gica que emplea la comunidad internacional. Es como si en el caso de un secuestro terrorista en Espa?a, el Gobierno ejerciera una presi¨®n masiva sobre la familia para que pagara el rescate m¨¢s alto posible para solucionar as¨ª el molesto asunto". El acuerdo no acabar¨¢ con la guerra. Si las realidades son tan f¨¢cilmente aceptadas por quienes no tienen valor o inter¨¦s en modificarlas, los Ej¨¦rcitos sobre el terreno s¨ª est¨¢n decididos a crear otras nuevas por la via militar.
Como los secuestros con ¨¦xito, la liquidaci¨®n de Bosnia sienta precedente. Los dirigentes de la amplia minor¨ªa alba nesa en Macedonia ya exigen categoria de "naci¨®n constituyente". Macedonia no tiene m¨¢s justificaci¨®n para existir que Bosnia-Herzegovina. Su parte occidental es m¨¢s homogene¨¢mente albanesa hoy que ninguna de las regiones de Bosnia que el mundo ha entregado al l¨ªder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, despu¨¦s de que ¨¦ste las limpiara de no serbios por medio de la expulsi¨®n y el exterminio. Kosovo, por su parte, con un 90% de albaneses y s¨®lo un 10% de serbios y montenegrinos tambi¨¦n puede verse abocado a un levantamiento secesionista o a una limpieza ¨¦tnica por parte serbia que har¨ªa. que las matanzas de Bosnia parecieran un conflicto civilizado.
Todos los pa¨ªses peque?os de este continente han de tomar buena nota de lo acaecido en Ginebra. Las leyes internacionales y la seguridad colectiva han fenecido. La ¨²nica defensa contra Milosevic y sus emuladores es la acumulaci¨®n de armas y la alianza con alg¨²n poderoso que comparta su enemigo. El mundo se muestra tan dispuesto a aceptar estas realidades que pronto podemos tener muchas similares y quiz¨¢s a¨²n m¨¢s crueles.
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