Respuestas
NO HAY semana que no se incorpore a la ya deteriorada situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola alg¨²n elemento que la agrave o a?ada factores de incertidumbre. La dram¨¢tica intensificaci¨®n de las tensiones en el Sistema Monetario Europeo (SME) y los resultados de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) han a?adido, b¨¢sicamente, m¨¢s desaliento. Ante tales perspectivas no cabe otra reacci¨®n inmediata que la que han conseguido los partidos pol¨ªticos en la oposici¨®n: que el Gobierno, y m¨¢s concretamente su ministro de Econom¨ªa, comparezca el pr¨®ximo jueves 5 de agosto ante el Parlamento para informar de la situaci¨®n y de las posibles propuestas para tratar de solventar los problemas m¨¢s acuciantes.Previamente, el lunes 2, se celebrar¨¢ una reuni¨®n con los agentes econ¨®micos y sociales -integrados ya en las conversaciones por el pacto por el empleo- para explicar en detalle las medidas de choque que, previsiblemente, se adoptar¨¢n en el Consejo de Ministros del viernes 6 de agosto. Una semana crucial a la que hay que a?adir las decisiones que adopten en Bruselas las reuniones extraordinarias del Comit¨¦ Monetario y de los ministros de Econom¨ªa de la CE (Ecofin).
En pocas ocasiones como en la presente se comprueba mejor la imposibilidad de analizar los problemas econ¨®micos internos sin hacer permanente referencia al entorno internacional m¨¢s inmediato. En esta dificil coyuntura hay que a?adir a la intensidad de la recesi¨®n que afecta a las principales econom¨ªas europeas el debilitamiento de los mecanismos de coordinaci¨®n econ¨®mica y monetaria supranacionales. La situaci¨®n de extrema precariedad en que est¨¢ inmerso el SME es el principal exponente. La resistencia del banco central alem¨¢n a reducir su tasa de descuento ha puesto sobre la mesa la profunda contradicci¨®n que existe en los pa¨ªses miembros de esa disciplina entre el respeto a la misma y la atenci¨®n a sus econom¨ªas dom¨¦sticas.
La vulnerabilidad en que qued¨® el mecanismo de cambios del SME tras la crisis del pasado septiembre es hoy mucho mayor. Las tensiones que un buen n¨²mero de monedas europeas experimentaron durante las dos ¨²ltimas jornadas de la pasada semana no permiten albergar excesivas esperanzas sobre la continuidad del SME, al menos en su configuraci¨®n actual. De la capacidad de los Gobiernos europeos, en especial de los de Francia y Alemania, para restablecer la estabilidad y renovar los compromisos de coordinaci¨®n y cooperaci¨®n monetaria depender¨¢ la vigencia del horizonte de la union econ¨®mica y monetaria y el normal desarrollo del propio mercado ¨²nico. De ah¨ª la relevancia de la convocatoria -para hoy domingo- del Ecofin.
Para nuestra econom¨ªa, la ausencia de un acuerdo tal, o, lo que es peor, la marginaci¨®n de nuestra moneda del mismo, aumentar¨ªa la incertidumbre sobre su evoluci¨®n, sobre sus perspectivas de estabilidad, y con ella, las dificultades para mantener la atracci¨®n sobre los flujos de ahorro exterior necesarios para la financiaci¨®n de nuestros desequilibrios.
La imprescindible adopci¨®n de medidas
Sobre el otro dato importante que se ha incorporado durante esta semana al diagn¨®stico de la situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, las cifras de desempleo, no caben paliativos. La EPA correspondiente al segundo trimestre ha situado en 3.396.700 las personas sin empleo, el 22,25% de la poblaci¨®n activa, una tasa superior a cualquiera de las registradas en la pasada d¨¦cada. De los datos de la encuesta se concluye que durante los ¨²ltimos 12 meses 710.650 personas han pasado a engrosar las filas del paro. Aun cuando se aprecian en el futuro, no sabemos si pr¨®ximo, ciertos signos de recuperaci¨®n, estamos inmersos en una situaci¨®n que requiere algo m¨¢s que pol¨ªticas expansivas convencionales para reclamar un acuerdo de rentas que permita, pese al ineludible sacrificio- de poder adquisitivo de los ocupados, propiciar la absorci¨®n de parte de ese amplio ej¨¦rcito de parados.La convocatoria del pleno del Congreso es una necesaria, reacci¨®n ante un clima de creciente desconfianza en los reflejos de nuestras autoridades, que han dado la impresi¨®n de necesitar una transici¨®n m¨¢s dilatada que la que reclama la situaci¨®n excepcional de la econom¨ªa. Es obvio que las perspectivas de recuperaci¨®n no son las transmitidas hace menos. de dos meses por el presidente del Gobierno en plena campana electoral, pero es m¨¢s grave la desviaci¨®n en la magnitud de algunos desequilibrios- -el d¨¦ficit p¨²blico en especial- cuyo seguimiento y control se supone en las manos del Gobierno. La dosificaci¨®n de las informaciones a este respecto y los contradictorios mensajes sobre la orientaci¨®n de la pol¨ªtica presupuestaria se han a?adido a ese mutismo del que ha venido haciendo gala el Gobierno y, en especial, su vicepresidente, responsable de la pol¨ªtica econ¨®mica. Una actitud que, adem¨¢s de proyectar una sensaci¨®n de falta de liderazgo, pasividad y divorcio de las inquietudes que, afectan al pa¨ªs, propicia el surgimiento de todo tipo de conjeturas que no favorecen en nada la necesaria recuperaci¨®n de la deteriorada confianza.
La comparecencia del ministro de Econom¨ªa tras el Consejo de Ministros del pasado viernes hab¨ªa generado una expectaci¨®n tanto m¨¢s justificada cuanto m¨¢s intensas eran las tensiones registradas en el seno del mecanismo de cambios del SME y, en particular, por nuestra moneda. Pedro Solbes s¨®lo consigui¨® transmitir su deseo de tener un encuentro durante el fin de semana con los restantes responsables econ¨®micos de la CE. Al margen de sus intenciones de proponer la congelaci¨®n salarial de los- funcionarios y su pretensi¨®n por mantener la importancia de la inversi¨®n p¨²blica en el presupuesto, no es posible deducir cu¨¢les ser¨¢n las l¨ªneas de actuaci¨®n en la pol¨ªtica presupuestaria.
Tampoco parece posible, al menos hasta septiembre, deducir la posibilidad de que exista una pol¨ªtica de rentas, n¨²cleo esencial del pacto por el empleo pretendido por el Gobierno. El mantenimiento de la incertidumbre acerca de un acuerdo tal es dif¨ªcilmente comprensible. ?Requiere tantas sesiones preparatorias el aceptar que en una situaci¨®n de tal gravedad como la presente los salarios no superen la inflaci¨®n prevista? ?Qu¨¦ cifra de paro es la requerida para sacrificar las vacaciones de agosto en aras de facilitar un acuerdo como el propuesto? Por muy complejas que sean esas. negociaciones, no es f¨¢cil que los agentes econ¨®micos y los ciudadanos en general lleguen a comprender que no es posible abordar un m¨¦todo de trabajo que vaya reduciendo inc¨®gnitas y obst¨¢culos al agravamiento de la recesi¨®n econ¨®mica y su impacto sobre el empleo.
Si'cuestionable es el m¨¦todo de trabajo propuesto por el Gobierno en esas negociaciones, y la supeditaci¨®n del resto de las actuaciones b¨¢sicas a su culminaci¨®n, no lo es menos la tranquilidad con que el resto de los interlocutores las asume. Una se?al distinta, y que muestra una mayor responsabilidad ante los problemas, la ha puesto de manifiesto el secretario general de CC 00 al anunciar su disposici¨®n a reanudar el di¨¢logo sin necesidad de interrupci¨®n. Entre los que hoy aceptan ese par¨¦ntesis vacacional los hay que, parad¨®jicamente, defienden actuaciones prioritariamente expansivas de la actividad econ¨®mica sin apreciar que el factor que probablemente incide de forma m¨¢s significativa en la adversidad de la recesi¨®n -en sus graves efectos sobre el mercado de trabajo- es precisamente la incertidumbre acerca de la evoluci¨®n de los costes salariales en los pr¨®ximos a?os. No son tiempos de descanso estival entre quienes tienen el deber de explicar por qu¨¦ no es posible que coexistan tasas negativas de crecimiento de la econom¨ªa, de aumento del paro y de la inflaci¨®n, con incrementos salariales superiores al 6%.
El Gobierno debe concretar al m¨¢ximo el pr¨®ximo d¨ªa 5 sus prop¨®sitos en los tres frentes esenciales de sus actuaciones: pol¨ªtica presupuestaria, tratando de definir sus l¨ªneas con car¨¢cter plurianual; reformas estructurales, fechadas; y su disposici¨®n a retomar urgentemente las conversaciones sobre el pacto por el empleo, dando prioridad al acuerdo sobre rentas. Mantener la desfasada t¨¢ctica de que quien no propone no se equivoca demostrar¨ªa una impresentable incompetencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- EPA
- Ecofin
- V Legislatura Espa?a
- MEH
- SME
- Gobierno de Espa?a
- Presidencia Gobierno
- Tasa paro
- Comisiones Obreras
- PSOE
- Desempleo
- Pol¨ªtica financiera
- Sindicatos
- Sindicalismo
- Ministerios
- Cajas ahorro
- Legislaturas pol¨ªticas
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Empleo
- Partidos pol¨ªticos
- Relaciones laborales
- Condiciones trabajo
- Gobierno
- Uni¨®n Europea