Derechas
De una entrevista concedida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aspirante al gobierno de Espa?a peso mosca, tal como va a quedar este pa¨ªs, deduzco que es un excelente muchacho formado en la lectura de Aza?a, Juli¨¢n Mar¨ªas, Juan Goytisolo, Juan Benet, Eduardo Chamorro. Al insistir en presentarse como nueva imagen de una derecha nueva, me creo en el deber de avisarle que en mis recientes y repetidas vueltas por Espa?a, all¨¢ donde gobierna su partido, las calles siguen llam¨¢ndose M¨¢rtires del 18 de Julio de 1936, que los hubo, sin que ninguna nomenclatura haya sido concedida a los doblemente sepultados m¨¢rtires del 2 de abril, y lo que cuelga, de 1939. Que la estatua ecuestre del general sigue con todo su caudillaje muy cerca de la calle de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera o incluso de Don Camilo Alonso Vega y sin que falte nunca la l¨¢pida, todav¨ªa, a los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a, jam¨¢s complementada por ninguna dedicada a los que cayeron en defensa de las libertades constitucionales de Espa?a. Que si a los s¨ªmbolos nos remitimos, el se?or Aznar y su elenco de j¨®venes y j¨®venas l¨ªderes y l¨ªderas son como un lujo del esp¨ªritu de derechas a ense?ar a las visitas y bien est¨¢ que se lea a Aza?a en 1993 porque le quitas un estandarte a los otros, pero ?ay de la mino r¨ªa municipal o auton¨®mica que en tierra de derechas proponga siquiera un callej¨®n sombr¨ªo y no urbanizado dedicado al desdichado Aza?a! Ser¨ªa inmediatamente acusada de af¨¢n de desquite, de despertar el diablo de la discordia entre las dos Espa?as, las dos ciudades: la de Dios y la de Satan¨¢s. Que no se extra?e, pues, el es forzado aspirante si al grito de ?que vienen las derechas! a¨²n le gana Felipe Gonz¨¢lez, porque no se trata s¨®lo de la memoria hist¨®rica, sino de echar un vistazo por las calles y comprobar c¨®mo todav¨ªa el derecho de conquista se convierte en el de pernada de la memoria.
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