Francia, B¨¦lgica y Dinamarca buscan la primera velocidad
Parad¨®jicamente, el nuevo y m¨¢s flexible Sistema Monetario Europeo no se ha librado de las contradicciones que provocaron la ola especulativa que acab¨® con su forma original. S¨®lo Espa?a y Portugal han aprovechado la ampliaci¨®n de bandas para relajar su pol¨ªtica monetaria. Francia, Dinamarca y B¨¦lgica-Luxemburgo, cuyas econom¨ªas suspiran por esta medida, mantienen elevado el precio del dinero para evitar la depreciaci¨®n de sus monedas. Tras de este empe?o se esconde el deseo de acceder cuanto antes a la primera velocidad, junto a Alemania y Holanda.Mientras los expertos aconsejan a Europa aprovechar la mayor flexibilidad cambiarla para relajar su pol¨ªtica monetaria dr¨¢sticamente y volver a crecer, Francia, B¨¦lgica y Dinamarca se empe?an en mantener sus divisas en los antiguos l¨ªmites de cotizaci¨®n con elevados tipos de inter¨¦s. Tras la decisi¨®n de los Doce de ampliar la banda de fluctuaci¨®n hasta el 15% -salvo el marco y el flor¨ªn, que contin¨²an con el 2,25%-, estos tres pa¨ªses han procurado limitar al m¨ªnimo la ca¨ªda de sus divisas frente al marco.
Este empe?o responde, en parte, a la necesidad de reponer a buen precio sus reservas de divisas, agotadas en la ¨²ltima tormenta monetaria. Pero es realmente el deseo pol¨ªtico de pertenecer al grupo de pa¨ªses que acceder¨¢ a la uni¨®n monetaria y marcar¨¢ la primera velocidad -que se est¨¢ consolidando en torno a Alemania- lo que les lleva a mantener los tipos altos aun perjudicando las expectativas de recuperaci¨®n de sus econom¨ªas. Esta tensi¨®n puede agotar la paciencia de los especuladores, que descontaban una inmediata relajaci¨®n monetaria.
B¨¦lgica, que forma una asociaci¨®n monetaria con Luxemburgo, ya ha pedido su incorporaci¨®n al n¨²cleo duro del SME para limitar la cotizaci¨®n de su moneda com¨²n, el franco belga, al 2,25%. Su banco central ha llegado incluso a intervenir en los mercados para sujetar su divisa. Dinamarca ha hecho otro tanto, adem¨¢s de encarecer hasta el 25% los pr¨¦stamos de emergencia del banco central, cuyo gobernador expres¨® el viernes pasado el deseo dan¨¦s de seguir vinculados al marco.
El problema franc¨¦s
El Gobierno franc¨¦s tampoco parece dispuesto a tirar la toalla. As¨ª lo asegur¨® un d¨ªa despu¨¦s del acuerdo de los Doce su primer ministro: Edouard Balladur insisti¨® en que la pol¨ªtica del franco fuerte -que ha permitido al pa¨ªs ganar competitividad y situar su inflaci¨®n en niveles m¨ªnimos- se mantendr¨¢ intacta. Balladur se abstuvo en todo momento de hablar de una rebaja de tipos, aunque lanz¨® ayer un mensaje a sus empresas al recortar un cuarto de punto el tipo a un d¨ªa, que ha quedado en el 9,75%.Algunos economistas y miembros de la Comisi¨®n Europea, como el comisario Leon Brittan, se han mostrado partidarios de acelerar la uni¨®n monetaria entre los pa¨ªses preparados y evitar el acceso a un sistema de transici¨®n como el SME anterior, de paridades semi-fijas, incapaz de hacer frente a un flujo diario de capital de 1 bill¨®n de d¨®lares (unos 140 billones de pesetas).
Si bien la opini¨®n m¨¢s extendida sostiene que no tiene sentido una primera velocidad sin Francia, en la reuni¨®n que el viernes pasado mantuvo la Comisi¨®n Europea para analizar las consecuencias de la flexibilizaci¨®n del SME, varios comisarios expresaron su preocupaci¨®n por la aparici¨®n de un n¨²cleo de zona marco, independiente del resto del SME. En este n¨²cleo ya esta situado el flor¨ªn holand¨¦s, pueden entrar el franco belga y la corona danesa y podr¨ªa contar tambi¨¦n con las monedas de los pa¨ªses nordicos candidatos a ingresar en la CE (Austria, Finlandia, Suecia y Noruega).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.