El proyecto de aplazar la uni¨®n monetaria debilita a la peseta

Los mercados de divisas conocieron ayer sus primeras tensiones desde la modificaci¨®n del Sistema Monetario Europeo, hace 10 d¨ªas. La idea del canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, de retrasar uno o dos a?os la uni¨®n monetaria provoc¨® un debilitamiento de la peseta, y en general de todas las monedas, frente al marco alem¨¢n. Espa?a, al igual que Francia, ha reaccionado en principio en contra de la propuesta del canciller.

La divisa espa?ola perdi¨® de nuevo posiciones frente a la alemana, pasando de las 82,5 pesetas por marco de la v¨ªspera a las 83,47 de ayer. Lo mismo sucedi¨® con el billete verde: un d¨®lar costaba ayer en Madrid 141,94 pesetas, casi dos m¨¢s que el d¨ªa anterior. Los analistas opinan, no obstante, que el constante deslizamiento de la peseta no es especialmente acusado porque la ampliaci¨®n al 15% de la banda de fluctuaci¨®n ha aumentado tambi¨¦n el margen de cotizaci¨®n de la peseta.El recalentamiento de los mercados contrasta con la frialdad pol¨ªtica con que se ha acogido la idea de Kohl. Un portavoz del Ministerio de Econom¨ªa se?al¨® que Espa?a no ve motivos para alterar el calendario de la uni¨®n monetaria. Para el Ejecutivo espa?ol, a¨²n es posible corregir los desequilibrios que hacen que Espa?a no cumpla en la actualidad los requisitos para la uni¨®n en los plazos previstos. La oposici¨®n espa?ola en pleno consider¨®, por el contrario, que la propuesta de Kohl es l¨®gica e, incluso, demasiado optimista.

De la misma forma se pronunci¨® el Gobierno franc¨¦s por boca de Alain Lamassoure, mi .nistro para Asuntos Europeos, quien cree que "quiz¨¢ convenga pensar si las crisis vividas ¨²ltima mente por el SME no nos indican la conveniencia de acelerar la realizaci¨®n de la total uni¨®n monetaria". En la misma l¨ªnea, el primer ministro italiano, Carlo Ciampi, invit¨® a los socios comunitarios a reactivar el SME, so bre "fundamentos de mayor so lidez". La Comisi¨®n guard¨® un prudente silencio, aunque en Bruselas se destac¨® que la modificaci¨®n del calendario implica la modificaci¨®n del Tratado de Maastriclit.

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