El eterno enemigo de los espacios abiertos

At¨®nito, estupefacto, indignado, observo c¨®mo una vez m¨¢s los espacios abiertos que tan poco proliferan en nuestra ciudad sucumben ante el eterno enemigo del sobresaltado viandante, el coche.Tras la ¨²ltima reforma que se llev¨® a cabo en la estaci¨®n de Atocha se pod¨ªa ver una espl¨¦ndida plaza dura que era parte integrante de la arquitectura del nuevo complejo ferroviario. Su lograda perspectiva lograba realzar de manera muy din¨¢mica el conjunto entre la antigua estaci¨®n, convertida en poco m¨¢s que una selva tropical en su interior, y la nueva, descanso del veloz AVE.

Recuerdo en estos momentos con indignaci¨®n la bonita perspectiva que del nuevo proyecto se expon¨ªa a los ciudadanos en los carteles informadores en la ¨¦poca en que todos sufrimos las obras de remodelaci¨®n. Tal utop¨ªa fue s¨®lo realidad poco m¨¢s de un a?o.

Ahora se nos ofrece un parking m¨¢s que rompe la visi¨®n arquitect¨®nica (desde aqu¨ª me pregunto si Moneo ser¨¢ o no part¨ªcipe de mi c¨®lera est¨¦tica). Si a ello, para m¨¢s inri, unimos la terraza de verano que se nos ha montado, los antiest¨¦ticos informadores blancos que nos recuerdan en todo momento que all¨ª el AVE tiene sus puntos de destino y llegada, junto a la exposici¨®n de un nuevo modelo de autom¨®vil que vendr¨¢ sin duda a ocupar el reci¨¦n estrenado parking, el espacio h¨¢bil habr¨¢ sido reducido (a ojo de buen cubero, pues soy hombre de letras) en un 50%, y el visual, en su totalidad.

S¨®lo me queda felicitar a los responsables de tal genial idea por privarnos de uno de los pocos espacios di¨¢fanos de la ciudad, y desde aqu¨ª les sugiero una idea que me est¨¢ rondando la cabeza vista la situaci¨®n: ?por qu¨¦ no un parking privado en la plaza Mayor? Ah¨ª queda eso-