El Gobierno concedera un regimen de semilibertad a 500 j¨®venes que seran condenados por insumisi¨®n

Los tribunales han abierto en los cinco ¨²ltimos a?os 2.799 diligencias contra j¨®venes acusados de insumisi¨®n ante el servicio militar, seg¨²n fuentes de Justicia. En la actua lidad est¨¢n pendientes de juicio 1.576 casos. Haciendo una extrapolaci¨®n de las condenas impuestas hasta ahora por los jueces, fuentes del Gobierno estiman que en el futuro acabar¨¢n en la c¨¢rcel 500 insu misos. Pero es previsible que ninguno vaya a prisiones normales, de forma similar a los 60 condenados hasta ahora, que desde hace unos d¨ªas viven en centros especiales a los que s¨®lo van a pernoctar.

Justicia ha llegado a la conclusi¨®n de que "no hay raz¨®n objetiva para que [los insumisosl ingresen en una prisi¨®n con medidas de seguridad", ya que tienen un perfil no delincuencial, no son un peligro social, sus condenas son cortas y, adem¨¢s, no pueden reincidir en este delito. Ante esta situaci¨®n, se les aplica lo que prev¨¦ la Ley General Penitenciaria para que desde el primer momento ingresen en los Centros de Integraci¨®n Social (CIS), una especie de prisi¨®n blanda a la que s¨®lo deben ir a dormir.El art¨ªculo 251 del Reglamento Penitenciario establece que ning¨²n penado puede ingresar directamente en m¨®dulos de r¨¦gimen abierto sin pasar antes dos meses en un centro de observaci¨®n de una c¨¢rcel normal. Pero Justicia ha emprendido desde hace casi dos a?os una reforma silenciosa y solapada de esta normativa, ampar¨¢ndose en que la Constituci¨®n -una norma de rango superior al Reglamento Penitenciario- establece que la reinserci¨®n es el fin primordial de la prisi¨®n. Seg¨²n la Secretar¨ªa General de Asuntos Penitenciarios, este objetivo se cumple mucho mejor haciendo que los insumisos y otros condenados por delitos de escasa relevancia no sean sometidos a un r¨¦gimen carcelario duro.

Belloch trajo el cambio

El programa encaminado a aliviar el r¨¦gimen penitenciario de los insumisos se ha puesto en marcha coincidiendo con la llegada de Juan Antonio Belloch al Ministerio de Justicia. Los 60 j¨®venes que hay condenados por esta causa -la mayor¨ªa de ellos en Navarra- han sido ingresados en los Centros de Inserci¨®n Social ya existentes en Madrid y Tenerife. En Pamplona se alquilar¨¢ una nave para habilitarla con este fin, en Picassent (Valencia) se inaugurar¨¢ en septiembre uno de estos establecimientos y en Villabona (Asturias) se construye otro.Hasta ahora, el r¨¦gimen abierto era un paso previo a la salida definitiva de los reclusos, pero no serv¨ªa como centro receptor para reclusos, que han cometido delitos que no son "nocivos". En los pr¨®ximos meses, el Gobierno modificar¨¢ el Reglamento Penitenciario y la Ley General Penitenciaria para poder definir qu¨¦ son estos Centros de Inserci¨®n Social.

Los insumisos penados hasta con dos a?os de reclusi¨®n pueden pedir la libertad condicional. Sin embargo, hay algunos que no se acogen a este derecho "porque est¨¢n muy concienciados" y optan por ingresar en prisi¨®n, seg¨²n Justicia. Asuntos Penitenciarios ha decidido suavizar la situaci¨®n carcelaria de estos j¨®venes "para que no se desarraiguen de su familia ni pierdan su trabajo".

Antoni Asunci¨®n, secretario de Estado de Asuntos Penitenciarios, estima que ablandar la situaci¨®n penitenciaria de los insumisos no supone una legalizaci¨®n encubierta de este tipo de conductas opuestas a la mil?. "Cumplen la condena impuesta por los jueces", dice. "Lo que ocurre", explica, "es que la cumplen siguiendo el mandato constitucional: procurando causar el menor da?o posible a la persona que por sus caracter¨ªsticas no requiere medidas de seguridad expl¨ªcitas. No se persigue el castigo por el castigo. Los insumisos tienen que cumplir la condena y el r¨¦gimen penitenciario de 1979". En los cinco ¨²ltimos a?os se han abierto 2.799 diligencias contra insumisos, de las que a¨²n est¨¢n pendientes de juzgar 1.576. El a?o pasado fue el que registr¨® la apertura de un mayor n¨²mero de procedimientos (1.067), mientras que en el primer semestre del presente se han iniciado 230 causas judiciales.

Los nuevos Centros de Integraci¨®n Social (CIS) acoger¨¢n, aparte de los insumisos, a los ex toxic¨®manos, a los penados por delitos de seguridad vial y a quienes lleven una vida normal y deban cumplir condena por hechos cometidos a?os atr¨¢s. ?ste es el caso de Pilar Fern¨¢ndez Mancilla, condenada ahora por un delito de tr¨¢fico de drogas cometido hace un decenio. El esposo y los tres hijos de Fern¨¢ndez caminaron recientemente de C¨®rdoba a Madrid para pedir su indulto.

Los CIS son compatibles con las prisiones de r¨¦gimen abierto, donde viven m¨¢s de 4.000 reclusos (alrededor del 10% de la poblaci¨®n penal). Esta situaci¨®n se logra tras haber cumplido gran parte de la condena en c¨¢rceles normales.