Con denominaci¨®n de origen

Taurinamente hablando, las Corridas Generales de Bilbao son el Tourmalet o el Aubisque de esta piel de toro. Es decir, el ¨²ltimo gran esfuerzo, el ¨²ltimo empuj¨®n de la temporada, el ¨²ltimo mal trago para los toreros.Despu¨¦s de Bilbao no todo resulta coser y cantar, pero ya se respira mejor, ya se va cuesta abajo. Aqu¨ª, a este parduzco albero, a esta oscura ciudad norte?a entre monta?as, vienen los toreros dispuestos a revalidar los ¨¦xitos de Sevilla y de Madrid o a rectificar los fracasos. Viene a ser como el quite del perd¨®n en el sexto toro, la postrera oportunidad de terminar la temporada en estado de gracia.

Las generales

Y se llaman las Generales. Las Corridas Generales de Bilbao. El porqu¨¦ del nombre se pierde casi en la noche de los tiempos. El documento m¨¢s antiguo en el cual es utilizado el t¨¦rmino corridas generales corresponde al 21 de julio de 1796 y puede encontrarse en el Archivo Hist¨®rico Provincial de Vizcaya. Se trata de las condiciones exigidas "por los se?ores del Gobierno de la Villa de Bilbao" para la ejecuci¨®n de los tableros y talanqueras para la corrida general.La expresi¨®n corrida general no aparece como algo nuevo y es mencionada tan s¨®lo una vez, y ello dando por hecho a qu¨¦ se refiere. Es claro que se refiere a las Corridas de Agosto, las que se corr¨ªan en honor de la Virgen de Bego?a el d¨ªa 15 y de San Roque el d¨ªa 16.

El t¨¦rmino se empleaba, en definitiva, para diferenciar esta corrida de las extraordinarias, cuyo objeto era festejar sucesos como el nacimiento de los reyes, su ascenso al trono, victorias militares y otros motivos extraordinarios ajenos a las fiestas al uso.

Sobre el nacimiento de la denominaci¨®n corridas generales, el Club Cocherito convoc¨® un concurso el a?o pasado, concurso que, al quedar finalmente desierto, llev¨® a la directora del bolet¨ªn del club taurino m¨¢s antiguo del mundo, Laura del Rey, a realizar un acabado estudio sobre los or¨ªgenes del vocablo.

En ese estudio, lleno de documentaci¨®n y pintoresquismo, ya se denota que, desde hace m¨¢s de dos siglos, los bilba¨ªnos cuidan la presentaci¨®n de los toros con especial¨ªsima atenci¨®n. Los mayordomos del Sant¨ªsimo Sacramento se encargaban de elegir el ganado "para que vengan bien tratados y bravos" (sic). Lo que no se dice es que hace unos veinte a?os la acepci¨®n estuvo en peligro de desaparecer.

Cierta ligereza

El nombre de Feria de Agosto y Semana Grande empez¨® a utilizarse con cierta ligereza. Aficionados ya desaparecidos, como el veterinario de la plaza Tom¨¢s Cotano y el miembro de la junta Jos¨¦ Luis Bilbao Olaeta, capitanearon importantes esfuerzos para que no se perdiera una expresi¨®n tan antigua y tan diferenciada de las utilizadas en otras latitudes.En todo caso, la importancia de las mismas en la temporada espa?ola bien merece el calificativo de generales. Porque, por su alto rango y dificultad, para los espadas, puede decirse que, de coroneles para abajo, no son.