El circular de los 'guiris'

Con el plano sobre el regazo, la c¨¢mara de fotos preparada y los auriculares puestos, los turistas viajan sobre la segunda planta del autocar y siguen d¨®cilmente todas las indicaciones de la grabaci¨®n. Todos miran al un¨ªsono a la izquierda, donde se alza la Puerta de Alc¨¢la, y giran la cabeza a la derecha para contemplar el verdor del parque del Retiro. Un italiano veintea?ero fotograf¨ªa todo lo que le parece vetusto, y dos matrimonios alemanes, m¨¢s indecisos, dudan sobre qu¨¦ museos y qu¨¦ estatuas merecen ser fotografiadas. Se entusiasman, sin embargo, con el complejo Azca, al que la voz de los auriculares define como "el peque?o Manhattan" de Madrid.La escena corresponde al segundo d¨ªa de recorridos tur¨ªsticos del nuevo servicio tur¨ªstico bautizado como Madridvisi¨®n por la agencia -Trapsatur- que lo ha puesto en marcha. Las 500 pesetas del billete dan derecho a un recorrido por la ciudad en un autocar de doble planta durante hora y, media. Por 1.000 pesetas, se puede utilizar el servicio durante todo el d¨ªa, haciendo paradas estrat¨¦gicas en la Biblioteca Nacional o en un mes¨®n de la plaza Mayor para tomar una ca?a.

Hasta ahora, Madrid s¨®lo contaba con rutas tur¨ªsticas de este tipo mucho m¨¢s largas -cuatro horas como m¨ªnimo- que inclu¨ªan visitas a un par de museos por 2.500 o 2.850 pesetas.

Traducci¨®n simult¨¢nea

La principal novedad de Madridvisi¨®n radica en su car¨¢cter circular -hace 15 paradas seis veces al d¨ªa- y la oferta de traducciones simult¨¢neas para los que no entiendan el ingl¨¦s, el franc¨¦s o el italiano, ¨²nicos idiomas extranjeros en los que se ofrecen las grabaciones.El car¨¢cter circular permite subirse al autob¨²s en cualquier punto del trayecto. As¨ª lo hicieron dos brasile?os, Isidoro y Carmen, de Salvador (Bah¨ªa). "Vimos el autob¨²s y lo paramos. Ya lo hab¨ªamos visto varias veces por el centro, pero en nuestro hotel los empleados no sab¨ªan nada de Madridvisi¨®n ", relatan. Todav¨ªa no hay carteles en las paradas de Madridvisi¨®n, porque "el Ayuntamiento est¨¢ de vacaciones", explica Juan Romero, el director general de Trapsatur.

El recorrido de este nuevo servicio inaugurado la pasada semana y que se mantendr¨¢ durante todo el a?o comienza en el paseo del Prado, se dirige hacia el Retiro, la plaza de Col¨®n y enfila el paseo de la Castellana. Al llegar a Nuevos Ministerios, el gu¨ªa recomienda la parada en El Corte Ingl¨¦s, centro comercial que figura en el folleto tur¨ªstico junto a la Biblioteca Nacional o el Palacio Real.

Dos madrile?os, Fernando y V¨ªctor, que subieron para mostrar Madrid a un sobrino de Palencia, parecen aburridos. "Vamos muy despacio", dice Fernando, mientras V¨ªctor admite haber conocido algo nuevo durante el paseo. "Pero lo fundamental de Madrid ya lo conozco", afirma. "?Qu¨¦ es lo fundamental?", tercia alguien. "Pues..., el estadio Bernab¨¦u".

Vivir en Madrid

Terminado el trayecto, Gabriella, una joven de N¨¢poles, asegura que le gusta Madrid y se muestra convencida de que querr¨ªa vivir aqu¨ª. "Todo est¨¢ muy organizado", elogia.Winfrid Hansch, un soci¨®logo-alem¨¢n, se queja de que el texto no siempre coincide con lo que se ve en el recorrido y echa en falta haber obtenido mayor informaci¨®n. De los auriculares reciben la sugerencia de visitar detenidamente el Palacio Real, la colecci¨®n Thyssen y el Museo Reina Sof¨ªa, lo que hubieran hecho de todos modos sin Madridvisi¨®n. Pero quiz¨¢ no se hubieran fijado en que Madrid escond¨ªa el peque?o Manhattan que tanto le gust¨® a su esposa.