Colombia celebra una semana de homenaje al escritor ?lvaro Mutis
En los medios literarios colombianos hay revuelo por la celebraci¨®n de los 70 a?os del escritor ?lvaro Mutis. Su personaje protagonista de seis novelas y varios poemas, Maqroll el Gaviero, el marinero que cuida las velas de las naves, no tiene nacionalidad, habla muchas lenguas y es inmortal.Recitales, mesas redondas y foros copan una semana de homenaje que incluy¨® la condecoraci¨®n con la Cruz de Boyac¨¢, m¨¢xima distinci¨®n del Gobierno, hecho que resarci¨® al autor de La nieve del almirante del errado pron¨®stico de su antiguo profesor de matem¨¢ticas, quien le sentenci¨® que sin saber sumar nunca la obtendr¨ªa.
Pero la noche del mi¨¦rcoles el presidente C¨¦sar Gaviria impuso la insignia al escritor y lo compar¨® con su antepasado espa?ol del siglo XVIII Jos¨¦ Celestino Mutis, director de la expedici¨®n bot¨¢nica, y dijo que "su escritura ha llevado al mundo nuestro mundo".
En el acto de la Casa de Nari?o, sede del Gobierno, llev¨® la palabra Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, quien evoc¨® sus a?os de universitario "en la desierta salita de m¨²sica de la Biblioteca Nacional de Bogot¨¢, donde nos refugi¨¢bamos los que no ten¨ªamos los cinco centavos para estudiar en el caf¨¦. Entre los escasos clientes del atardecer yo odiaba a uno de nariz her¨¢ldica y cejas de turco, con un cuerpo enorme y unos zapatos min¨²sculos como los de B¨²falo Bill, que entraba sin falta a las cuatro de la tarde y ped¨ªa que tocaran el Concierto de viol¨ªn de Mendelssohn", record¨® el Nobel de Literatura.
"Tuvieron que pasar 40 a?os hasta aquella tarde en su casa de M¨¦xico para reconocer, de pronto, la voz estent¨®rea, los pies de ni?o dios, las temblorosas manos incapaces de pasar una aguja por el ojo de un camello. '?Carajo!', le dije derrotado, 'de modo que eres t¨²".
Resentimiento
Garc¨ªa M¨¢rquez lament¨® no poder cobrarle a Mutis los resentimientos atrasados "porque ya hab¨ªamos digerido tanta m¨²sica juntos que no ten¨ªamos camino de regreso". Sin embargo, no le perdona que "en el centro de su vasta cultura" hay un abismo que los separar¨¢ para siempre: "Su insensibilidad para el bolero".En cambio, reconoci¨® como la cualidad m¨¢s apreciable en Mutis "su generosidad de maestro de escuela, con una vocaci¨®n feroz que nunca pudo ejercer por el maldito vicio del billar". Y dijo: "Nadie se ha beneficiado m¨¢s que yo de esa escasa virtud. ?lvaro fue quien me llev¨® mi primer ejemplar de Pedro P¨¢ramo y me dijo: 'Ah¨ª tiene, para que aprenda".
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