Fiat lanza el Punto, un nuevo modelo con el que dar¨¢ empleo a 18.000 personas en el sur de Italia

"El autom¨®vil europeo de los a?os noventa". "Algo m¨¢s que un coche". "El primero de la clase". "Reciclable al 100%". "Producido por los nuevos criterios de f¨¢brica integrada: trabajo colectivo de proyectistas, t¨¦cnicos, expertos en producci¨®n, responsables de compras y proveedores". "Un proyecto que, en estos momentos de dura crisis laboral en Italia, dar¨¢ trabajo en 1994 a 18.000 personas". As¨ª presentaron ayer en Tur¨ªn los responsables de Fiat el Punto, nuevo modelo de la entidad italiana. Un anuncio s¨®lo empa?ado por la presentaci¨®n de m¨¢s regulaciones de empleo.

El clima social anuncia un oto?o caliente, pese a las nuevas medidas para crear empleo prometidas por el Gobierno. El lunes, las f¨¢bricas del norte de Italia abrieron con la esperanza del efecto Punto. Fiat es el primer grupo privado italiano, y Tur¨ªn una ciudad que se mueve a cada paso de la Fiat. Adem¨¢s en 1993 el mercado del autom¨®vil ha sufrido una de las mayores ca¨ªdas de su historia y el instituto privado de an¨¢lisis Dry-McGraw Hill acaba de decir que, en toda Europa, los recortes de producci¨®n pueden alcanzar los dos millones de coches, con la consiguiente reducci¨®n de empleo.

P¨¦rdidas operativas

?C¨®mo puede Fiat sacar en este momento un nuevo modelo al mercado, e incluso comprometerse a que, entre 1992 y 1996, hayan salido 18 nuevos? El administrador delegado de Fiat Auto, Paolo Cantarella, respondi¨® a la pregunta de EL PA?S diciendo que "los coches llegan despu¨¦s de haberlos proyectado con gran anterioridad. Nosotros empezamos a trabajar en el Punto hace tres a?os. Ahora el mercado es bajo, pero Fiat espera que se recupere, entre 1994 y 1995". Fiat Auto, que tuvo en 1992 unas p¨¦rdidas operativas de 544.000 millones de liras (casi 50.000 millones de pesetas), piensa esperar el nuevo momento favorable desarrollando unas directrices que parten de una inversi¨®n en la d¨¦cada de los noventa de 40 billones de liras (unos tres billones y medio de pesetas) para renovar f¨¢bricas y productos y reforzar su vertiente internacional (pa¨ªses del Este, sur del Mediterr¨¢neo -Turqu¨ªa y Argelia-, Brasil)."A Europa la consideramos nuestro mercado nacional", asegura Cantarella. Adem¨¢s, pretende realizar un cambio organizativo que reduzca los niveles jer¨¢rquicos, elimine barreras entre las distintas funciones y delege responsabilidades en individuos y grupos.

Es el concepto de "f¨¢brica integrada" con el que ha nacido la moderna planta de Melfi, en el sur de Italia, donde fundamentalmente se producir¨¢ el Punto (aunque esta modalidad de trabajo se introducir¨¢ en todas las f¨¢bricas del grupo) y el desarrollo de la Unidad Tecnol¨®gica Elemental (UTE), tambi¨¦n llamada f¨¢brica corta. En las UTE de Melfi trabajar¨¢n juntos y simult¨¢neamente todos los niveles de la producci¨®n y tendr¨¢n al lado a los proveedores, eliminando los almacenes de stock, puesto que cada pieza solicitada se fabrica al momento.

Aunque por un lado se creen 18.000 puestos de trabajo y los trabajadores conf¨ªen en el efecto Punto, Fiat ha empezado a poner en marcha un plan de expedientes de regulaci¨®n de empleo extraordinarios -de mayor duraci¨®n- y a incentivar las jubilaciones anticipadas, adem¨¢s de propugnar la flexibilidad del mercado laboral.

El Punto llega en el momento no s¨®lo de la peor crisis del autom¨®vil, sino tambi¨¦n del estancamiento del consumo en Italia. Adem¨¢s, coincide con el holding de Tur¨ªn envuelto en la investigaci¨®n Manos Limpias sobre la corrupci¨®n -con las excusas de Gianni Agnelli y Cesare Romiti, n¨²meros uno y dos del grupo, incluidas- y con las cuentas menos s¨®lidas que hace unos a?os. Adem¨¢s, est¨¢ a punto de producirse el cambio de Agnelli por su hermano Umberto.