Gonz¨¢lez advierte que el pacto social no se har¨¢ sin dolor y acusa a los sindicatos de conservadurismo
El pacto social no se har¨¢ sin dolor. Con ¨¦l, el Gobierno pretende, seg¨²n su presidente, Felipe Gonz¨¢lez, preservar lo esencial del Estado de bienestar -acusa a la derecha de intentar carg¨¢rselo-, pero presume que los sindicatos no son receptivos y siguen anclados en esquemas antiguos, en un conservadurismo ideol¨®gico. El jefe del Ejecutivo conf¨ªa en que se acabe imponiendo la responsabilidad y, aunque sea con dolor, haya pacto. Tambi¨¦n cree que el ciclo econ¨®mico no va a tardar en reactivarse sacando a Espa?a de la recesi¨®n. Y confirm¨® que su Gobierno propone aumentar, no de golpe, el periodo de 15 a?os de cotizaci¨®n para acceder en el futuro a una pensi¨®n contributiva, pese a los desmentidos de algunos ministros.
En mangas de camisa, fumando un puro al lado de una ventana abierta con vistas al Atl¨¢ntico, Gonz¨¢lez habl¨® largo y tendido a la prensa el s¨¢bado por la noche en su suite del antiguo convento franciscano de Arrabida (Portugal), donde particip¨® el fin de semana en un c¨®nclave de los principales dirigentes socialistas europeos. El convento fue construido a instancias de un monje espa?ol, y el jefe del Gobierno aprovech¨® para bromear: " Por cierto, har¨¢ falta la paciencia de un monje para sacar adelante el pacto social".Sus vacaciones de agosto, explic¨® el jefe del Ejecutivo, las dedic¨® en buena parte a reflexionar sobre las causas de la crisis del modelo de sociedad de bienestar, que no es s¨®lo coyuntural, sino estructural. No se puede tener la arrogancia, se?al¨®, de decir que se tiene la respuesta: La derecha s¨ª tiene esa pretensi¨®n, prosigui¨® Gonz¨¢lez, sin citar a ning¨²n partido. Le acus¨® de querer cargarse el sistema de bienestar proponiendo privatizarlo todo, hasta la sanidad y la educaci¨®n. Se est¨¢ poniendo en cuesti¨®n, advirti¨®, ese modelo de una manera delicada y peligrosa.
Pero tambi¨¦n en las filas del socialismo democr¨¢tico se cae a veces en la tentaci¨®n de creer que se poseen respuestas adecuadas a los nuevos desaf¨ªos. Le preocupa al secretario general del PSOE que no se acepte que hay una cierta ruptura de modelo. Hay incluso tendencias a reintroducir viejos esquemas. ?l es m¨¢s humilde. No hay, reconoce, f¨®rmula operativa para superar la crisis. Todo lo m¨¢s, se atrevi¨® a decir que, acaso, el nuevo eslogan de la socialdemocracia deber¨ªa ser "empleo, competitividad y solidaridad" social.
El conservadurismo ide¨®lgico en las filas del socialismo cree que es, sin embargo, abrumadoramente mayoritario en el movimiento sindical, a pesar de que, por ejemplo, la clase obrera es cada vez m¨¢s minoritaria en unas sociedades posindustriales en las que predomina el sector terciario. Este lastre del pasado es muy importante y puede acarrear problemas muy serios, advirti¨® antes de arremeter contra algunas propuestas de Julio Anguita, coordinador de Izquierda Unida, sobre la reducci¨®n de jornada para crear empleo.
Por todos estos motivos, prev¨¦ que el pacto, cuya negociaci¨®n entre Gobierno, sindicatos y empresarios se inici¨® la semana pasada, se har¨¢ con dolor pese a que el ciclo econ¨®mico no tardar¨¢ en reactivarse. Las bolsas, que ven. m¨¢s all¨¢ de la inmediata coyuntura, ya est¨¢n anticipando la recuperaci¨®n. De ah¨ª su tendencia alcista, que apenas es achacable a la llegada de dinero especulativo del extranjero. Prueba de ello tambi¨¦n es la inversi¨®n a largo plazo en t¨ªtulos de deuda.
Compromiso de empleo
Confes¨® el presidente que para los sindicatos la propuesta de pol¨ªtica de rentas -reducir el poder adquisitivo de los asalariados en un 5% a lo largo de los pr¨®ximos tres a?os- es muy dura. Pero es el precio para abrir un espacio a la generaci¨®n de empleo, aunque, matiz¨®, ning¨²n Gobierno puede garantizarla. Todo lo m¨¢s, se puede procurar que se den las condiciones para que as¨ª sea. Si no hay una base productiva capaz de generar empleo ser¨¢ imposible mantener el sistema de Seguridad Social.
Confirm¨®, por ¨²ltimo, Gonz¨¢lez que su Gobierno propone ajustar los periodos de carencia y de c¨¢lculo de las pensiones contributivas acerc¨¢ndose a la media de la CE. A rengl¨®n seguido, quiso ser apaciguador y recalc¨® que, hasta que se aplique plenamente tal medida, el periodo de adaptaci¨®n ser¨¢ muy largo. Eso quiere decir, explic¨®, que se van a modificar las expectativas, pero no los derechos adquiridos. El aumento del periodo de cotizaci¨®n por encima de los 15 a?os actuales no se va a hacer, insisti¨®, de golpe, sino paulatinamente, acaso a?o a a?o.
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