La Liga de los sin botas
1.730 equipos modestos juegan en los campos de f¨²tbol de la regi¨®n esta temporada
D¨ªnamo de Estrecho, Celtic de Castilla, Sporting de Arganzuela, Recreativo Chechi. El balompi¨¦ madrile?o es m¨¢s que el Madrid o el Atleti. La Federaci¨®n de F¨²tbol de Madrid (FFM) tiene inscritos a 1.735 equipos para la temporada 1993-1994, de los que s¨®lo cinco -los dos citados y el Rayo Vallecano, en Primera Divisi¨®n, y el Legan¨¦s y el Real Madrid B, en Segunda- cuentan con plantillas profesionales. Una pl¨¦yade de categor¨ªas de aficionados, cadetes, juveniles, infantiles, alevines y de f¨²tbol femenino integran el resto. Con escasos medios, juegan ante unas decenas de espectadores por amor al deporte. Y de estas otras ligas del balompi¨¦ de base nacen las grandes estrellas que acabar¨¢n en las alineaciones de los grandes equipos.Las carencias materiales son la caracter¨ªstica de estos clubes. Aqu¨ª no hay grandes presupuestos ni contratos millonarios. Se juega sobre tierra, en polideportivos municipales y de la Federaci¨®n o en canchas privadas, previo pago de un alquiler -muchas veces compartido-, cuyo monto oscila entre las 75.000 y las 100.000 pesetas por temporada. Es raro que un equipo posea un campo propio, como el de Aravaca, que lo alquila a otros.
En Segunda B, Tercera y en las ligas de Preferente y Regional, las directivas m¨¢s pudientes llegan a pagar primas de hasta 100.000 pesetas, pero ning¨²n jugador cobra una ficha (un fijo anual). Es un secreto a voces, aunque la FFM haga "la vista gorda", como reconoce su vicepresidente, Casildo Caricol: "Es natural que se d¨¦ alguna compensaci¨®n a estos deportistas por las molestias que se toman para entrenar yjugar". Pero la mayor¨ªa de los clubes s¨®lo proporciona peque?as ayudas para compra de material o desplazamientos. Por ejemplo, cada miembro de la plantilla del Sporting de Arganzuela (Segunda Regional) recibe un vale de 3.000 pesetas para comprarse botas al comienzo de la liga.
Queja habitual entre jugadores y directivos es el escaso apoyo institucional que recibe el f¨²tbol de base, pese a la "labor social" que, seg¨²n Caricol, presta: "Educar a la juventud en los valores del deporte y de la convivencia, apart¨¢ndolos de las drogas, por ejemplo".
Invencible competencia
En toda Espa?a sucede lo mismo, pero en Madrid la situaci¨®n es especialmente dif¨ªcil, ya que los grandes equipos suponen una competencia invencible y acaparan a los espectadores. "Para un aficionado no es lo mismo vivir en Toledo, donde hay un equipo de Segunda, que en Madrid. ?Para qu¨¦ va a ir al campo del Fuenlabrada o del Moscard¨®, si puede ir a ver al Atleti o al Rayo, aunque le salga m¨¢s caro?", argumenta un cargo federativo.No ganan dinero y no obtienen reconocimiento por sus victorias. Su ¨²nica esperanza es que los ojeadores de los grandes equipos les descubran en pleno juego. Si tienen suerte, la fama llamar¨¢ a su puerta. Para muchos, ¨¦ste es el principal aliciente del f¨²tbol de base.
Butrague?o, sin ir m¨¢s lejos, empez¨® su trayectoria en el Calasancio, equipo de su colegio. Los internacionales Alfredo y Quique Flores, hoy en el Deportivo de La Coru?a y en el Valencia, respectivamente, salieron del campo de Las Margaritas de Getafe. Se?or, ya retirado, dio sus primeras patadas al bal¨®n en el Virgen de la Paloma y en el Ciempozuelos, y de los equipos inferiores del Real Madrid pas¨® directamente al Real Zaragoza.
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