La asociaci¨®n Madres contra la Droga de Galicia espera penas ejemplares
"A esta gente le van a dar duro. En eso confiamos", dijo ayer Carmen Avenda?o, dirigente de Madres contra la Droga de Galicia. Ella y otras 50 personas m¨¢s (mujeres en su mayor¨ªa) salieron de Pontevedra en la noche del pasado domingo para poder estar presentes en el macroproceso a la mafia del narcotr¨¢fico. Permanecer¨¢n en Madrid hasta la noche de hoy, tras haber o¨ªdo las declaraciones de Ricardo Portabales, el arrepentido.Avenda?o y sus compa?eras volver¨¢n a sus casas antes de lo que les gustar¨ªa. "Pero es que s¨®lo venir a Madrid y estar dos d¨ªas aqu¨ª nos cuesta 400.000 pesetas", dice con gesto de resignaci¨®n. Las mujeres se limitaron a desplegar ayer una gran pancarta, frente al edificio de la Casa de Campo donde se celebra la vista, con la leyenda Galicia contra el narcotr¨¢fico. Sentencias justas. "Somos gente pac¨ªfica y estamos contra la violencia" manifest¨® una de las madres, que se quejaba de que "los menores hijos son los que caen en las redes de la droga". S¨®lo al final de la jornada los ¨¢nimos se crisparon y algunos procesados como Goyanes y especialmente Esther Lago, la mujer del capo Oubi?a, fueron perseguidos con insultos.
Las madres gallegas llenaron ayer los bancos reservados al p¨²blico. Pese a la enorme expectaci¨®n despertada , en la opini¨®n ciudadana por la celebraci¨®n de este macroproceso, ninguna otra persona se acerc¨® al pabell¨®n de la Casa de Campo para ver en directo el juicio. Ni siquiera alguno de los m¨²ltiples colectivos de apoyo a toxic¨®manos de Madrid.
Ausencia de curiosos
La primera sesi¨®n de este macroproceso transcurri¨® sin incidentes. No hubo apretujones ni peleas entre curiosos por lograr un puesto en la sala, como ha ocurrido en juicios como el del caso Urquijo y otros similares. "Esto de la droga es as¨ª: no despierta entusiasmos", se?alaba una de las madres, quien dijo tener a dos hiJjos enganchados a la hero¨ªna que actualmente siguen un proceso de desintoxicaci¨®n en el Proyecto Hombre.Carmen Avenda?o la incansable dirigente de las madres de Vigo y la r¨ªa de Arosa, no pod¨ªa ocultar su satisfacci¨®n por ver en el banquillo de los acusados a los presuntos capos del narcotr¨¢fico gallego. Sobre todo a Laureano Oubi?a, del que le molestaba la permanente sonrisa que exhib¨ªa ante el tribunal como si la cosa no fuera con ¨¦l. "Afortunadamente esta gente ya no es lo que era. Ahora se les teme, pero no se les admira, y eso es un cambio muy importante", se?al¨® Avenda?o.
El colectivo de mujeres estaba convencido de que el juicio servir¨¢ para castigar severamente a quienes durante tantos a?os envenenaron a la juventud con la droga. Creen que el fiscal dispone, adem¨¢s de las declaraciones de los arrepentidos, de suficientes elementos para probar la culpabilidad de los procesados.
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