La "tardanza" en atender un parto provoc¨® que un beb¨¦ naciera casi ciego y paral¨ªtico

Un ni?o naci¨® casi ciego y medio inv¨¢lido por la presunta negligencia de una comadrona del hospital infantil La Paz. La placenta de la madre se rompi¨® y el cerebro del beb¨¦, que hoy tiene casi un a?o de vida, estuvo demasiado tiempo sin recibir ox¨ªgeno. Seg¨²n la denuncia presentada en el juzgado, el marido, al comprobar por el monitor (su esposa estaba a punto de dar a luz) que los latidos cardiacos del feto se reduc¨ªan dr¨¢sticamente, alert¨® a la comadrona. Pero ¨¦sta, seg¨²n el padre, lleg¨® cuando se hab¨ªan normalizado, y no se qued¨® all¨ª para controlar la evoluci¨®n del feto.

El asunto ha llegado al Juzgado de Instrucci¨®n 21 de la plaza de Castilla. El juez ha incoado diligencias contra la comadrona, cuyo nombre se corresponde con las iniciales de R. M. L. D.La supuesta negligencia se produjo el pasado 31 de octubre. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, la comadrona ha reconocido ante el juez que estuvo entre 20 y 25 minutos sin vigilar a la paciente porque ten¨ªa que atender otros partos, seg¨²n consta en el sumario.

El pron¨®stico del forense sobre la evoluci¨®n cl¨ªnica del ni?o es muy poco halag¨¹e?o: su 71 % de minusval¨ªa y su probable ceguera, as¨ª como sus crisis convulsivas, "exigir¨¢n tratamiento m¨¦dico durante mucho tiempo, o tal vez toda la vida".

La gestaci¨®n se hab¨ªa desarrollado "con normalidad y sin complicaciones", seg¨²n el padre del beb¨¦ y firmante de la denuncia. La parturienta ingres¨® en La Paz aquel d¨ªa aquejada de los dolores propios del parto, y pasadas doce horas fue conducida a la sala de dilataci¨®n, donde se le puso suero en vena.

Al principio, el padre observ¨® en el monitor una frecuencia cardiaca del feto normal, en torno a los 150 latidos por minuto. "De repente", explica en la denuncia, "la frecuencia baj¨® a 58 latidos por minuto, lo que comuniqu¨¦ r¨¢pidamente [a la comadrona]; me dijo que era normal". Despu¨¦s observ¨® que las manos y cara de su esposa "se estaban quedando dormidas". Seg¨²n el denunciante, la comadrona "hizo caso omiso" a sus indicaciones "y abandon¨® la sala". "Pocos minutos despu¨¦s", ante la insistencia del padre, otra comadrona se fue apresuradamente en busca de los m¨¦dicos, que r¨¢pidamente la metieron en el quir¨®fano y le practicaron una ces¨¢rea. Tras la intervenci¨®n, el beb¨¦ fue internado en una unidad de cuidados intensivos.

El padre argumenta que ha consultado con especialistas en neurolog¨ªa y que ¨¦stos han descartado que las deficiencias del beb¨¦ se deban a problemas anteriores al parto.

Seg¨²n el forense, el sufrimiento agudo del beb¨¦ se mantuvo durante unos 10 minutos. Bas¨¢ndose en el registro del monitor, el forense se?ala que las lesiones cerebrales que presenta el ni?o se debieron, en su opini¨®n, "al sufrimiento fetal originado por el desprendimiento prematuro de la placenta desencadenado en el ¨²ltimo momento del parto. Qu¨¦ duda cabe", subraya tambi¨¦n, "que en el momento en que se observa que persiste una bradicardia [reducci¨®n de la frecuencia cardiaca] fetal severa, como era el caso, se debe terminar el parto enseguida". "Exceso de trabajo"

La comadrona, que sigue trabajando en maternidad, ha reconocido que estuvo entre 20 y 25 minutos sin poder vigilar, por exceso de trabajo, a la paciente, seg¨²n las diligencias. Y ha negado que el denunciante le advirtiera de las irregularidades que anunciaba el monitor, y alega que tambi¨¦n es incierto que el padre le hablara sobre el estado fr¨ªo de las manos y cara de su esposa.