El Papa condena s¨®lo como "moralmente inaceptables" los pecados sexuales
Ma?ana se hace p¨²blica la enc¨ªclica 'Veritatis Splendor', la m¨¢s importante del mandato
Lo que se hab¨ªa anunciado previamente como una encendida denuncia del Papa contra los pecados relacionados con la sexualidad (como el control de la natalidad, la esterilizaci¨®n, masturbaci¨®n, relaciones prematrimoniales, homosexualidad y otras conductas sexuales) queda s¨®lo reducido en un p¨¢rrafo a una simple condena como algo "moralmente inaceptable". Esto se expresa en la enc¨ªclica Veritatis Splendor (Esplendor de la verdad), de Juan Pablo II, seg¨²n consta en el texto al que ha tenido acceso The New York Times. La enc¨ªclica ser¨¢ hecha p¨²blica ma?ana para todo el mundo en el Vaticano, seg¨²n anunci¨® ayer el Pont¨ªfice ante los peregrinos en la plaza de San Pedro, en Roma.
Como prueba de que el Papa no marca las tintas en los "pecados sexuales" se hace tan s¨®lo una referencia a la contracepci¨®n, a pesar de que se trata de un documento de 183 p¨¢ginas que incluye unas 40.000 palabras.Durante los seis a?os que ha durado la preparaci¨®n de este documento se hab¨ªa desatado una tormenta de rumores tras la primera filtraci¨®n de que la enc¨ªclica podr¨ªa prohibir la contracepci¨®n apoy¨¢ndose en la doctrina de la infalibilidad. Un grupo de te¨®logos europeos firmaron entonces un comunicado se?alando que si se diera ese paso se producir¨ªa una verdadera cat¨¢strofe.
El papa Juan Pablo II afirma en Veritatis Splendor, considerada por los expertos como una de las m¨¢s importantes de su pontificado, que hay una moralidad b¨¢sica que trasciende todos los tiempos y culturas y que proh¨ªbe determinados actos.
El Pont¨ªfice presenta, en t¨¦rminos generales, un tratado doctrinal abstracto condenando algunas tendencias de la teolog¨ªa cat¨®lica que pretenden revisar parte de las estructuras de la teolog¨ªa moral y permite m¨¢s excepciones para otras. Seg¨²n el Papa la enc¨ªclica es una respuesta a "la crisis genuina que tiene la Iglesia y la sociedad" y una llamada de atenci¨®n sistematizada a los principios de la tradicional doctrina moral cat¨®lica.
En los p¨¢rrafos que hacen referencia a la infalibilidad papal, Juan Pablo II destaca que es la primera vez que un sumo pont¨ªfice se pronuncia con tanta autoridad sobre principios de moral fundamental.
Destinatarios, los obispos
Muchas enc¨ªclicas recientes se han dirigido a toda la feligres¨ªa cat¨®lica e incluso a todos los no cat¨®licos interesados en los temas de la Iglesia cat¨®lica; sin embargo, la Veritatis Splendor va dirigida a los obispos de la Iglesia, seg¨²n consta en el texto.El Papa dice a los obispos que todos ellos tienen una grave obligaci¨®n "de vigilar personalmente" y de "adoptar las medidas apropiadas para asegurar que la fe quede al resguardo de cualquier doctrina contraria a la ense?anza oficial de la Iglesia".
Entre estas medidas posibles se citan la censura de los te¨®logos disidentes y la eliminaci¨®n de la palabra cat¨®lica del nombre completo de universidades, escuelas, hospitales y servicios sociales que no reflejen las ense?anzas papales.
En el texto final se han eliminado p¨¢rrafos que hac¨ªan menci¨®n a la infalibilidad del Papa y a la obediencia de los obispos debida al Pont¨ªfice.
Dado que el Papa parece condenar expl¨ªcitamente en esta enc¨ªclica algunas de las ideas de eminentes te¨®logos morales, el texto puede provocar amargos conflictos entre los obispos cat¨®licos, as¨ª como entre los te¨®logos y las instituciones cat¨®licas.
A pesar de que la enc¨ªclica parece que es menos sensacionalista que lo anunciado en los medios de comunicaci¨®n, no por ello es menos importante. Seg¨²n los expertos consultados por el New York Times, la enc¨ªclica est¨¢ destinada a afectar de forma muy especial a los cimientos de la fe cat¨®lica en materia de moral y tambi¨¦n al papel de la Iglesia en la vida p¨²blica.
Lenguaje abstracto
Algunos eclesi¨¢sticos consideran que la pol¨¦mica que va a suscitar este texto producir¨¢ efectos positivos. No obstante, el lenguaje deliberadamente abstracto y teol¨®gico de la enc¨ªclica no la hace precisamente muy apta para penetrar en los niveles populares del catolicismo.Uno de los puntos m¨¢s destacados de la reflexi¨®n papal se centra en la "alarma que debe producirnos el hecho de que se separa la cultura contempor¨¢nea de la moralidad y la fe". Por otra parte, el Papa defiende la libertad de conciencia y de religi¨®n, pero admite que esta libertad no exime de la posibilidad de error.
Juan Pablo II rechaza tambi¨¦n la idea de que la libertad y la raz¨®n humanas crean valores por s¨ª mismos o los imponen a la naturaleza. "La naturaleza, por el contrario, tiene los valores que Dios ha impuesto", dice el Papa.
"Los conceptos de libertad y de ley natural no se oponen de uno al otro", argumenta. "En contraposici¨®n, actuar de acuerdo con la ley natural hace a la gente m¨¢s libre", se?ala.
Muchos de los principios vertidos por el Papa sobre las actitudes individualistas, en relaci¨®n con la moral, est¨¢n muy extendisos entre los te¨®logos cat¨®licos, incluso entre aquellos que han criticado previamente la enc¨ªclica, pero algunos que se han mostrado cr¨ªticos ahora protestan porque el documento caricaturiza sus puntos de vista.
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