"Secreto, pero no ?legaV.

Unas pagaron muchos miles de pesetas y otras lo consiguieron gratis porque no ten¨ªan dinero, casi por caridad. Pero a todas les une un d¨ªa que tardar¨¢n en olvidar, en una cl¨ªnica peque?a, con m¨²sica tranquilizante de fondo, colores suaves y asistentes cordiales.En los centros privados de Madrid donde se practican legalmente interrupciones voluntarias de embarazo han atendido casos para todos los gustos y procedentes de toda Espa?a.

Javier L¨®pez, gerente de la cl¨ªnica Mayrit, ech¨® el cerrojo un d¨ªa para practicar un aborto porque as¨ª se lo hab¨ªa pedido "una persona p¨²blica", que no quer¨ªa ser reconocida. Le cobraron "much¨ªsimo m¨¢s de 250.000 pesetas", seg¨²n reconoce, aunque prefiere no precisar la cifra. L¨®pez contin¨²a: "Cuando le ped¨ª el n¨²mero del DNI para abrirle la ficha, me pregunt¨®: '?Pero no iba a ser secreto?'. Y yo le dije: Secreto s¨ª, pero no ilegal".

Y junto a los m¨¢s ricos, los menos. Victoria Virtudes, relaciones p¨²blicas de la pionera cl¨ªnica Dator, dispone de muchas historias al l¨ªmite para contar, habida cuenta de las amenazas proferidas a ella y a sus compa?eros durante muchos a?os por los grupos antiabortistas y de las largas tardes con gente rezando el rosario delante de la puerta de la cl¨ªnica.

A m¨¢s de una mujer, la mayor¨ªa drogodependientes, le han interrumpido el embarazo gratis en esta cl¨ªnica. "Es que te llegan sin dinero, y antes de que se pongan a hacer la calle les digo que pasen; que se lo hacemos sin cobrar". Victoria recuerda con amargura el caso de una seropositiva heroin¨®mana de 32 a?os: "Era una indigente embarazada de 16 semanas y media", relata. "Le hicimos el aborto gratis, claro".