El Barca golea a bal¨®n parado

El Barcelona ajustici¨® al Austria de Viena a bal¨®n parado. Mala se?al. Recurrir a la jugada de estrategia es un s¨ªntoma de vulgaridad en un grupo que presume de haber inventado el f¨²tbol din¨¢mico de la mano de un entrenador peleado con la pizarra. No estuvo ayer el equipo para filigranas. El marcador result¨® muy bonito para un partido muy feo.

El equipo podr¨¢ decir, en cualquier caso, que en la Copa de Europa el fin justifica los medios: 3-0 y que canten misa. Quiz¨¢ ser¨ªa bueno recordar en su favor que le dejaron entre todos un partido muy malo de jugar.

Visto que nadie se hab¨ªa cortado las venas por perder en Riazor y que el encuentro de ayer dormitaba en un entorno absentista, el jefe Cruyff adivin¨® de salida que conven¨ªa despertar el amor propio de sus indios, como les llama, con un par de improperios. M¨¢s o menos les llam¨® cobardes. Dijo dudar de un colectivo al que la hinchada generalmente coloca a lomos de las monta?as rusas. El socio estuvo en el campo para exigir que el equipo expresara en el marcador la diferencia de juego existente con los austr¨ªacos. Ol¨ªan goles.

Los jugadores se encontraron as¨ª, de salida, con un caldo de cultivo venenoso. La fogosidad de Cruyff, la comodidad de la grada y la despreocupaci¨®n por el rival empujaban al equipo al suicidio. El grupo apareci¨® en el campo partido por la mitad. No hab¨ªa medios y s¨ª pocos defensas y muchos delanteros. El experimento de ayer estuvo a punto de explotar en las manos de Cruyff. Es razonable que prescinda de Stoichkov, pero es un pecado mortal sacar a un ariete como Romario del ¨¢rea para que juegue de eje en el puesto de Bakero.

El equipo gir¨® como una noria una hora. La polivalencia mal entendida llev¨® al confusionismo. Nadie sab¨ªa de qu¨¦ jugaba. No hab¨ªa quien agrupara a aquel equipo ni quien agarrara el encuentro. Falto de pegamento, de un tipo como Bakero, el grupo ni ligaba en ataque ni se organizaba en defensa. Era un caballo desbocado.

El Austria no sac¨® tajada del bot¨ªn ofrecido. Tuvo hasta cuatro ocasiones de gol y, sin embargo, muri¨® a bal¨®n parado. Koeman arregl¨® el juego sincopado de los azulgrana, y luego, resuelto el trabajo, Cruyff fue rellenando el medio campo. La reorganizaci¨®n provoc¨® incluso el tiro de gracia en el ¨²ltimo minuto.