Muerte por descomposici¨®n
Georgia ha desaparecido, al menos como el Estado que exist¨ªa en tiempos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Es una ficci¨®n. Los dirigentes de esta peque?a rep¨²blica cauc¨¢sica no han sabido mantener la buenas relaciones entre los diferentes pueblos que la habitan y, de guerra en guerra, han ido perdiendo control sobre el territorio.La primera derrota se produjo en Osetia del Sur, cuando lleg¨® al poder el chovinista Zviad Gamsajurdia. Pero los esfuerzos de los georgianos por aplastar a este peque?o pueblo fueron in¨²tiles. Cuando, en 1992, Gamsajurdia fue derrocado por las armas y lleg¨® al poder Edvard Shevardnadze, las cosas cambiaron un poco al principio. S¨®lo despu¨¦s de que el ex ministro de Asuntos Exteriores de la URSS se convenci¨®, meses m¨¢s tarde, de que no podr¨ªa imponerse militarmente sobre los osetios, se firm¨® la paz y entraron en la regi¨®n tropas de interposici¨®n. De hecho, Tbilisi perdi¨® entonces el control sobre la autonom¨ªa osetia.
Pero la paz no dur¨® mucho. Un mes despu¨¦s, los tanques de Tbilisi avanzaban por las calles de Sujumi, la capital de la rep¨²blica aut¨®noma de Abjazia. Esta sangrienta guerra termin¨® en humillante derrota a finales del mes pasado, con la total expulsi¨®n de las tropas georgianas del territorio abjazo.
En enero de 1992, Gamsajurdia tuvo que huir de Tbilisi, pero sus hombres nunca aceptaron que la derrota all¨ª sufrida fuese definitiva. Grupos armados leales al ex presidente comenzaron a actuar en Megrelia -en el oeste del pa¨ªs, de donde proviene la familia de Gamsajurdia- y hoy controlan ya m¨¢s de 10 distritos de la zona.
Finalmente, la rep¨²blica aut¨®noma de Adzharia -la ¨²nica isla de estabilidad en Georgia- tampoco es controlada por Shevardnadze. All¨ª manda Asl¨¢n Abashidze, presidente del Parlamento de esta autonom¨ªa, la ¨²nica formada no seg¨²n diferencias ¨¦tnicas, sino religiosas: los adzharos son georgianos musulmanes.
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