"Vivimos gracias a la econom¨ªa de guerra"
Los trabajadores del 'Ya' editan desde hace tres meses el diario que fue estandarte de la Conferencia Episcopal
"Es dram¨¢tico encontrarse en una casa que durante mucho tiempo nos han dicho que era nuestra a la que de repente le han fallado los cimientos". Quien esto dice, Mariano L¨®pez, conductor del peri¨®dico Ya, ha tenido que sacar a sus hijos de la ense?anza privada y enviarlos a la p¨²blica como consecuencia de la crisis que soporta este peri¨®dico, en suspensi¨®n de pagos desde hace casi tres meses. Como ¨¦l, otros 300 trabajadores (incluidos los 60 de su distribuidora) sufren, eso s¨ª, como una pi?a, lo que muchos de ellos califican de situaci¨®n l¨ªmite. "Vivimos gracias a una econom¨ªa de guerra, pero nunca nos hemos sentido tan libres. Estamos demostrando que se puede hacer un peri¨®dico con escasos medios, con nuestros propios medios y por encima de editores irresponsables", dicen miembros del comit¨¦ de empresa.Son las once de la ma?ana en la sede del Ya en el pol¨ªgono industrial de Alcobendas (cerca de Madrid). En la planta de impresi¨®n algunos operarios limpian las rotativas de los restos de tinta del d¨ªa anterior. A pocos metros comienza a echar humo el despacho del comit¨¦ de empresa, cuartel general del diario desde que los ¨²ltimos empresarios conocidos, el grupo mexicano Editoriales del Sur, planteara el ¨²ltimo d¨ªa de julio la suspensi¨®n de pagos.
Ni los mexicanos ni el administrador ¨²nico, Ram¨®n Serres, se han acercado desde entonces por la sede del diario, y ahora el comit¨¦ de empresa, el director y el director general (que dimitieron de su cargo nominal aunque siguen ejerci¨¦ndolos) marcan el rumbo de una de las naves period¨ªsticas con mayor solera en la historia de la prensa espa?ola, que naci¨® en enero de 1935 y que vivi¨® su esplendor como estandarte de la Conferencia Episcopal hasta 1988, cuando fue vendido al Grupo Correo, posteriormente a Antena 3 Televisi¨®n y despu¨¦s a los mexicanos.
Miguel Revuelta y Fernando Ruiz, al frente del comit¨¦ de empresa, dan los ¨²ltimos toques a la columna editorial que publica el peri¨®dico todos los d¨ªas en primera p¨¢gina y que es muy cr¨ªtica con los que los trabajadores consideran culpables de la situaci¨®n: todos los due?os que ha tenido el diario y un banco (el Banesto de Mario Conde). Los obispos, Antonio Asensio (presidente de Zeta) y el Banesto han respondido diciendo que nada tienen que ver con el cierre. El comit¨¦ y la Redacci¨®n impidieron hace dos semanas con sus investigaciones que se hiciera cargo del diario Miguel ?ngel Gnecco, con un amplio historial penitenciario, que dijo representar a los nuevos due?os, Kensington University en Espa?a. "Este se?or no ha vuelto", dice Revuelta, "y si quiere entrar de nuevo trendr¨¢ que venir acompa?ado por la Guardia Civil, y entonces ya veremos si se lo llevan a ¨¦l o a nosotros".
"La econom¨ªa de guerra consiste en mirar con lupa todos los gastos", dice Francisco Valtue?a, que ejerce como director general. "Nuestra principal fuente de ingresos es la venta; unos 40.000 ejemplares". Como estos recursos van destinados al pago al contado del papel, el tel¨¦fono y los servicios m¨ªnimos de las agencias, los trabajadores han unificado la n¨®mina a la baja y cobrar lo imprescindible, unas 120.000 pesetas al mes, y algunos meses menos.
Leopoldo G¨®mez, jefe de fotograf¨ªa, ilustra esta "econom¨ªa de guerra" se?alando que se han reducido los costes, al menos en su departamento, en un 80%. "En un carrete ahora hacemos tres informaciones y ya no contratamos el servicio gr¨¢fico de antes". La situaci¨®n l¨ªmite alcanza tambi¨¦n a las fotocopias, puesto que se usan las dos caras de un folio. G¨®mez, que lleva 34 a?os en el periodismo gr¨¢fico, dice que esta situaci¨®n es "vergonzante". Rogelio Rodr¨ªguez, que fue nombrado director del diario por los due?os de Editoriales del Sur, aunque dimiti¨® posteriormente, se encarga ahora de dirigir el peri¨®dico. "En realidad, somos un equipo que actuamos con normalidad, lo mismo que cualquier otro equipo de direcci¨®n, s¨®lo que sin empresario".
Rodr¨ªguez no oculta que la Redacci¨®n vive un verdadero drama, pero a?ade que lo soporta con una cierta normalidad y con una gran entrega, "como lo demuestra el hecho de que se hagan jornadas de 12 a 14 horas de media". La explicaci¨®n que da el director a la resistencia, ins¨®lita en la prensa espa?ola, de los trabajadores del diario se basa en el "amor de cabecera". "Clama al cielo que un diario con la historia que tiene el Ya, con los valores que ha defendido, pueda tener un final tan triste como el que algunos quieren asignarle" Silvia Castell¨®, redactora de la secci¨®n de Madrid, dice que a pesar de la situaci¨®n aparentemente tan an¨®mala "estamos haciendo un diario en el que todo periodista ha so?ado con trabajar alguna vez, es decir, tenemos el m¨¢ximo grado de libertad, porque no estamos sometidos a los poderes pol¨ªticos ni de otro tipo". Juan Fern¨¢ndez, otro redactor de la secci¨®n de local, se queja de un cerco de los poderes al diario.
En la sala de recepci¨®n, los porteros y los empleados de servicios generales comentan c¨®mo afecta a sus mujeres y a sus hijos la amenaza de la p¨¦rdida de su trabajo y dicen: "?C¨®mo se puede entender que en la Santa Casa (cuando los obispos eran los due?os) pudi¨¦ramos vivir bien 1.100 trabajadores y ahora el negocio no d¨¦ ni para 350?". La respuesta quiz¨¢s pueda llegar pronto desde un despacho cercano, el de la juez de Alcobendas que deber¨¢ decidir sobre la suspensi¨®n de pagos.
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