UGT utiliz¨® 900 millones de la aseguradora Unial para hacerse con el 100% de esta empresa
Alrededor de 900 millones de pesetas de la aseguradora Unial salieron de dicha empresa y fueron usados por UGT para comprar el 40% de aqu¨¦lla, hasta entonces en poder de una sociedad vinculada a los sindicatos de Alemania BBG Beteiliguns, und BetreuungsgeselIschaft Mbh. La central ugetista, que ya ten¨ªa el otro 60%, se hizo con el 100% de Unial entre finales de 1990 y el a?o 1991. Esa salida de fondos se produjo en el marco de varias operaciones inmobiliarias por las cuales Unial entreg¨® un total de 4.600 millones a IGS, la entidad que encabeza el grupo de UGT.
A costa de vaciar sus cuentas, la empresas de seguros Unial incluy¨® entre sus propiedades dos edificios y un local comercial. Paralelamente al trasvase de inmuebles se realiz¨® otra operaci¨®n por la que el grupo IGS, entonces presidida por Carlos Sotos, comenz¨® a entrar en el capital social de Unial.Uno de los objetivos de dichas operaciones -que no el ¨²nico- fue proporcionar liquidez a la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT) para mantener Unial despu¨¦s de que los socios alemanes negociaran su salida en el contexto de un plan de saneamiento del grupo empresarial de los sindicatos de su pa¨ªs.
Hasta entonces, los socios alemanes hab¨ªan desembolsado m¨¢s del doble de dinero que la central ugetista para poner en marcha el negocio asegurador de esta ¨²ltima, pese a que oficialmente los alemanes ten¨ªan el paquete minoritario de acciones en tiempos de Paulino Barrab¨¦s como responsable de finanzas de UGT. A la hora de marcharse de Espa?a, los alemanes exigieron su dinero en un plazo perentorio.
Como el sindicato espa?ol no ten¨ªa recursos, Unial -compa?¨ªa en p¨¦rdidas desde su constituci¨®n- hizo un pr¨¦stamo a UGT. A finales de 1990, todas las acciones de Unial se encontraban ya en poder de la central ugetista, de forma transitoria, mientras se buscaba un nuevo socio, pero fracasaron los tanteos realizados para conseguirlo.
Desv¨ªo de fondos
El presidente de IGS, Carlos Sotos, dise?¨® entonces una compleja operaci¨®n inmobiliaria que permitiera obtener "plusval¨ªas" con las cuales fuera posible liquidar esa y otras deudas. Dicho y hecho: Carlos Sotos vendi¨® a Unial dos edificios en la madrile?a calle de Alcal¨¢ -en cuyos bajos se encuentra el teatro del mismo nombre- y otro local comercial, tambi¨¦n en un punto c¨¦ntrico de la capital.
Los precios rebasaron en un 1.000% lo que hab¨ªan pagado los propietarios iniciales de los inmuebles dos a?os antes. Todas esas condiciones fueron aceptadas, en nombre de Unial, por su consejero delegado, Ignacio L¨®pez, yerno de Nicol¨¢s Redondo, quien pidi¨® que IGS pagara un alquiler por los edificios para disminuir la presi¨®n sobre la tesorer¨ªa de la aseguradora.
Las cuentas de Unial se vaciaron r¨¢pidamente, pero los pagos no se hicieron a las sociedades que hab¨ªan vendido los inmuebles. El dinero fue a parar directamente a IGS. Para dar cobertura a esa desviaci¨®n de fondos, dos de las empresas vendedoras formalizaron cesiones de cr¨¦dito en favor de IGS. As¨ª figura en el acta levantada a Unial por dos inspectoras de Seguros en 1992.
Compensaciones
Esa misma acta fija en 582 millones la deuda existente entre UGT y Unial, que el sindicato no pag¨®. En ella se subrog¨® IGS, que tampoco lo pag¨®, "en compensaci¨®n" de las cantidades adeudadas por Unial a causa de los inmuebles. En octubre de 1991 los antiguos socios alemanes recibieron otros 56 millones directamente desde una cuenta bancaria de Unial.
Hace tres semanas, en v¨ªsperas del relevo en la presidencia de IGS, fuentes muy pr¨®ximas a Carlos Sotos cifraron en 900 millones el total de plusval¨ªas generadas por aquellas operaciones inmobiliarias, con los cuales se hab¨ªa liquidado la deuda de la Uni¨®n General de Trabajadores.
Por parte del responsable de finanzas del sindicato no se han producido comentarios, ya que ha permanecido ilocalizable durante toda la semana pasada.
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