"No tengo miedo a la izquierda"
PIOTR ADAMSKI, La nueva coalici¨®n gubernamental de izquierda en Polonia, formada por los agrarios y los ex comunistas, dispone en el Parlamento del 65% de los esca?os y puede, si lo desea, imponer una Constituci¨®n que elimine el cargo de presidente de la Rep¨²blica, que ostenta Lech Walesa, o que reduzca sustancialmente sus poderes.
Un mes despu¨¦s de las elecciones, el presidente Walesa asegura, sin embargo, que no teme al Gobierno de izquierda que estos d¨ªas intenta formar el primer ministro Waldemar Pawlak. A este joven l¨ªder del Partido Agrario, apoyado tambi¨¦n por los ex comunistas, que fueron los m¨¢s votados en los comicios, el presidente le augura un magro futuro al frente del poder.
En la entrevista mantenida con EL PA?S, en el Sal¨®n Verde del palacete presidencial de Belvedere, el l¨ªder polaco se muestra confiado en que el nuevo Gobierno no querr¨¢ limitar el poder presidencial. Si lo intenta asegura que emprender¨¢ de nuevo la lucha, en la que no excluye la implantaci¨®n de un r¨¦gimen presidencialista. Walesa a?ade, no obstante, que preferir¨ªa no recurrir a un caudillismo como el desempe?ado por el presidente Bor¨ªs Yeltsin en Rusia.
Preguntado sobre la situaci¨®n en el vecino pa¨ªs, Walesa prefiere no emplear el adjetivo de "peligrosa", pero critica a quienes sue?an con la restauraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, al tiempo que declara de manera clara y contundente el deseo de Polonia de integrarse en la OTAN, la alianza defensiva occidental, aunque sea de forma evolutiva.
Pregunta. Se?or presidente, el 19 de septiembre, la izquierda arras¨® en las elecciones parlamentarias en Polonia. ?Se siente culpable de ello, aunque s¨®lo sea en parte?
Respuesta. Yo no lo dir¨ªa as¨ª. Te¨®ricamente s¨ª, pero de hecho no. El partido comunista polaco, en sus mejores tiempos en los a?os setenta y ochenta, ten¨ªa tres millones de afiliados, sin contar a familiares. En las elecciones del 19 de septiembre obtuvo 2,6 millones de votos. As¨ª que no se puede considerar que lograra una gran victoria. Le ayud¨® la ley electoral y las divisiones existentes entre los partidos de la derecha.
P. Esas divisiones las caus¨® usted mismo con su campa?a electoral en 1990...
R. No. Yo no he mandado a Tadeuzs Mazowiecki [primer ministro entre septiembre de 1989 y diciembre de 1990] ni a Jan Olszewski [primer ministro de enero a junio de 1991] fundar partidos pol¨ªticos. Podr¨ªan haber buscado la unidad entre sus fuerzas. Pero cada uno de ellos quiso ser l¨ªder de su propia formaci¨®n pol¨ªtica. Por otro lado, estaba y estoy convencido de que con el monopolio del poder en manos del sindicato Solidaridad no habr¨ªamos podido crear un sistema pluralista en nuestro pa¨ªs.
P. ?No le parece que una de las causas de lo que pas¨® en las ¨²ltimas elecciones parlamentarias fue la mala gesti¨®n econ¨®mica del Gobierno?
R. La pol¨ªtica econ¨®mica no fue mala. La sociedad en su mayor¨ªa la apoya, pero desea realizarla a otro ritmo y con m¨¦todos diferentes. Ya veremos si el camino que propone la izquierda es mejor que el que llevaron los anteriores Gobierno.
P. ?Tiene miedo al Gobierno de izquierdas?
R. No, no le tengo miedo. Creo que un d¨ªa esto ten¨ªa que ocurrir. Cada generaci¨®n debe experimentar en su propia carne un Gobierno de izquierdas para aprender a portarse de una forma m¨¢s razonable. O sea, esta experiencia, como hab¨ªa ocurrido en el caso de la incredulidad de santo Tom¨¢s, tuvimos que pasarla. Cabr¨ªa preguntarse si es mejor que esto haya ocurrido ahora o que ocurriese dentro de 10 a?os.
P. ?Y qu¨¦ ser¨ªa mejor en su opini¨®n?
R. Creo que es preferible que haya ocurrido ahora. La gente todav¨ªa se acuerda del r¨¦gimen comunista y estar¨¢ m¨¢s atenta a lo que la izquierda intente hacer desde el poder. Dentro de 10 a?os lo habr¨ªamos olvidado.
P. ?Cree que la izquierda puede destruir las reformas?
R. No es capaz de hacerlo ni lo desea. Es imposible.
P. ?Teme que intente limitar el poder presidencial?
R. Eso ser¨ªa un suicidio para la izquierda.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque quiero mantener el equilibrio pol¨ªtico. Deseo crear un sistema en el que haya sitio tambi¨¦n para la izquierda. S¨¦ que la sociedad polaca ir¨¢ [en las elecciones] de un extremo a otro. El futuro se perfila muy inseguro. Yo ser¨¦ quien mantenga el equilibrio en el pa¨ªs. Por tanto, si la izquierda ataca al presidente, el electorado le pasar¨¢ la factura que no le pas¨® en 1989 por varias razones.
P. ?En qu¨¦ consistir¨ªa concretamente esa factura?
R. Habr¨ªa nuevas elecciones, y la izquierda las perder¨ªa de forma rotunda por atacar insensatamente al presidente de la naci¨®n.
P. La izquierda dispone en el Parlamento de un n¨²mero de esca?os tan elevado que puede imponer la Constituci¨®n al presidente. ?Podr¨ªa usted oponerse a la Constituci¨®n actuando de forma inconstitucional?
R. Apoyar¨¦ la Constituci¨®n si es buena y es aprobada por el pueblo en refer¨¦ndum nacional. La rechazar¨¦ si es mala y es rechazada por los votantes polacos.
P. Antes de los sangrientos sucesos de Mosc¨² usted mencion¨® la posibilidad de aplicar en Polonia un sistema como el de Yeltsin en Rusia. Hace muy pocos d¨ªas usted se refiri¨® a la instauraci¨®n de un sistema presidencialista en Polonia...
R. Hay dos v¨ªas para llevar a los antiguos pa¨ªses comunistas a la normalidad social, pol¨ªtica y econ¨®mica. Una es la que sigue Yeltsin, que yo tuve en cuenta cuando todav¨ªa dispon¨ªa de 10 millones de votos [los de Solidaridad]. En este modelo hay un gran l¨ªder que impone las soluciones. El otro camino, que es por el que he optado, consiste en crear un sistema pluralista y democr¨¢tico. No s¨¦ si he acertado. El tiempo lo dir¨¢. Pero si no conseguimos crear partidos pol¨ªticos y establecer un sistema de partidos tendr¨¦ que volver a la concepci¨®n del gran l¨ªder y propugnar un gran partido. No quiero hacerlo. Quiero que sigan consolid¨¢ndose los partidos que ya existen, pero si este sistema empieza a desmoronarse, yo tendr¨ªa que volver al modelo presidencialista de Yeltsin en Rusia, pero no en el sentido de lucha armada.
P. ?Qu¨¦ futuro le augura al primer ministro Pawlak?
R. Es un hombre bien preparado, pero en mi opini¨®n fue bueno en una situaci¨®n en la que hab¨ªa equilibrio en el Parlamento entre la izquierda y la derecha. Creo que la situaci¨®n ahora es tan dif¨ªcil que su ¨¦xito es improbable. Ojal¨¢ me equivoque.
P. ?Considera peligrosa para Polonia la situaci¨®n en Rusia?
R. Lo que est¨¢ ocurriendo all¨ª es importante para nuestro pa¨ªs, y tambi¨¦n para los dem¨¢s pa¨ªses vecinos, para Europa y para el mundo...
P. He preguntado si es peligrosa para Polonia.
R. No es necesario concretar demasiado la respuesta....
P. En agosto, durante su visita oficial a Varsovia, Yeltsin dijo que la eventual incorporaci¨®n de Polonia en la OTAN no estar¨ªa en desacuerdo con los intereses de Rusia. Ahora se ha retractado de esa afirmaci¨®n en una carta a los dirigentes occidentales. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece esto?
R. Hemos vivido en un sistema de enfrentamiento de bloques. En Yalta se nos traicion¨®. Yalta condujo al enfrentamiento. Ahora cabe hacerse la pregunta de si el mundo, si las grandes potencias que entonces cometieron el error, siguen apostando por el mismo sistema. Si es as¨ª, pues que dejen a Rusia reconstruir la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Y si no, deben hacer caso a lo que decimos nosotros. Queremos eliminar de forma tranquila y paulatina el modelo de enfrentamiento.
P. ?Podr¨ªa decir claramente si usted quiere que Polonia entre en la OTAN?
R. Claro que quiero. Y tambi¨¦n pienso que pueden hacerlo los dem¨¢s pa¨ªses del antiguo bloque comunista. No se puede hacer por v¨ªa revolucionaria. Debemos ir mentalizando a los pueblos y a los dirigentes para que eso se produzca de manera gradual. Polonia deber¨ªa incorporarse a la OTAN de forma gradual, lo antes posible y luego pensar en el sistema de seguridad com¨²n que abarque a toda Europa.
P. ?Cu¨¢ndo cree que Polonia deber¨ªa incorporarse a la OTAN?
R. Se lo dir¨¦ de otra manera. El objetivo es claro y evidente. El problema es de tiempo y de precio. A m¨ª me gustar¨ªa que se llevara a cabo de forma r¨¢pida y barata.
P. En Mosc¨² hay cada vez m¨¢s rumores de que los generales que elaboran la nueva doctrina defensiva de Rusia se oponen a la entrada de Polonia en la alianza occidental...
R. No s¨¦ si se trata de generales. Es dif¨ªcil reprochar a una gran potencia que quiera seguir si¨¦ndolo. Pero hay que aportar argumentos para demostrar que esto no es bueno porque puede crear un modelo de enfrentamiento. Y hay que preguntar directamente a Rusia si su objetivo es apartarse de la l¨ªnea del sistema de enfrentamiento o camina hacia ella imponiendo v¨ªnculos militares a otros pa¨ªses.
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