Conde de Barajas cumple nueve a?os como "la plaza de los pintores"

Antes se la conoc¨ªa como "la plaza de los porros ". Hoy la llaman "la plaza de los pintores" gracias a los 30 artistas que desde hace nueve a?os cuelgan todos los domingos del a?o -haga fr¨ªo o calor- sus obras. La apacible plaza del Conde de Barajas -verdadero nombre de esta glorieta contigua al Arco de los Cuchilleros- se ha convertido en centro de reuni¨®n de los artistas que quieren acercar la pintura al p¨²blico viandante. "Queremos que la gente se d¨¦ cuenta de que las obras de arte no s¨®lo est¨¢n en las galer¨ªas", se?ala Luis Morago Aira, uno de los asociados.A las 12 de la ma?ana de un domingo, la plaza del Conde de Barajas -"muchas veces la gente cree que est¨¢ en el pueblo de Barajas"- huele a napolitanas de La Mallorquina. Muchos de los paseantes van camino del Rastro o en busca de los peri¨®dicos de la ma?ana. "Acabo de descubrir este lugar, pero no me sorprende que los pintores la hayan elegido para instalarse aqu¨ª", dice un paseante solitario.

Los pintores han fijado un precio m¨ªnimo de 5.000 pesetas para no vender por debajo del coste de los materiales. "Yo valoro mis obras en funci¨®n de lo que me cuesta desprenderme de ellas", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Jal¨®n, administrativo, estudiante de Bellas Artes, padre de cuatro hijos y pintor por vocaci¨®n. Te¨®filo P¨¦rez, de la mano de su mujer, Carmen, ha comprado dos dibujos de paisajes por 16.000 pesetas. "Vengo del Rastro, pero all¨ª no encontr¨¦ nada que me gustara", comenta el comprador.

Para ingresar en la asociaci¨®n Taller Abierto hay que llevar, un domingo cualquiera, cinco cuadros a la plaza, y someterse a la votaci¨®n de los dem¨¢s asociados. "No admitimos reproducciones de cuadros famosos. Pedimos obras originales, que los candidatos no piensen que ¨¦ste es un centro comercial", se?ala Pilar Sangarine, portavoz de Taller Abierto, que suele pintar en la misma plaza. "Cuando hace fr¨ªo me dejo la maleta en casa, porque se me escapan los pinceles", dice.

?ste es el primer d¨ªa en la plaza de Pilar G¨¹iza, de 33 a?os, y ha venido preparada con leotardos para combatir el fr¨ªo. "Ahora estoy en el paro y tengo que vivir de lo que venda aqu¨ª", se?ala preocupada y sin perder la sonrisa.

Los 30 asociados han expuesto en galer¨ªas o han ganado concursos, pero no todos viven exclusivamente de la pintura. A sus 53 a?os, Esteban Dur¨¢ est¨¢ atemorizado por la crisis y el mal tiempo. En el ¨²ltimo mes ha vendido s¨®lo 30.000 pesetas. Manuel Blanco, de 43 a?os y padre de tres hijos, se gana la vida como obrero metal¨²rgico y pinta en sus ratos libres. "Al vender un cuadro siento lo mismo que debe sentir una mujer que se sabe hermosa cuando le llaman "guapa".