El Gobierno brit¨¢nico decide enviar m¨¢s tropas a Belfast para frenar la oleada de violencia
La violencia se ha adue?ado, de Belfast. Las bandas unionistas siguen cobr¨¢ndose venganza por el atentado republicano del s¨¢bado, que cost¨® la vida a 10 personas, yafirman que su respuesta "no ha hecho m¨¢s que empezar". Entre la noche del lunes y ayer a mediod¨ªa los pistoleros protestantes asesinaron, en distintos tiroteos, a tres cat¨®licos sin relaci¨®n conocida con elterrorismo. -El Gobierno brit¨¢nico afirma que la situaci¨®n "no est¨¢ fuera de control" pero ha decidido enviar m¨¢s tropas y polic¨ªa a Belfast para tratar de detener el ba?o de sangre.
Un anciano - de 70 a?os fue muerto a tiros el lunes por la noche. Antes, seg¨²n sus asesinos, 'fue interrogado durante una hora". A la ma?ana siguiente, los pistoleros unionistas ametrallaron a un grupo de basureros. Dos de ellos murieron, otros cinco quedaron heridos. A mediod¨ªa, otra persona fue tiroteada y sufri¨® heridas graves, casi enfrente del domicilio del, terrorista del IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) que muri¨® el s¨¢bado reventado por su propia bomba. Todos eran cat¨®licos. Testigos presenciales aseguraron ayer que otro cat¨®lico result¨® herido por los disparos de un soldado brit¨¢nico.Las bandas protestantes de la UFF (Luchadores por la Libertad del Ulster) campaban ayer por Belfast, ante la impotencia de las-fuerzas de segur?dad y la desolaci¨®n ciudadana.
"Pozo de sangre
El primer ministro brit¨¢nico, John Major, admiti¨® ante la C¨¢mara de los Comunes que la oleada de violencia sectaria ahondaba "el pozo de sangre" y alejaba la esperanza de pacificaci¨®n. "Todo el peso de la ley caer¨¢ sobre los asesinos, de uno y otro bando", manifest¨® Major. El primer ministro respald¨® impl¨ªcitamente la decisi¨®n del Ministerio del Interior de prohibir la entrada en la isla de Gran Breta?a a Gerry Adams, l¨ªder del Sinn F¨¦in, el brazo pol¨ªtico del IRA. El responsable del orden p¨²blico en Irlanda del Norte, Sir Hugh Annesly, anunci¨¦ a su vez la llegada a Belfast de m¨¢s polic¨ªas y soldados y la movilizaci¨®n general de todos los, efectivos. El volumen de los refuerzos no fue cuantificado, por razones de seguridad. En total, unos 20.000 soldados brit¨¢nicos se encuentran desplazados ,en Irlanda del Norte, a los que hay que sumar unos 10.000 polic¨ªas.
"Habr¨¢ m¨¢s patrullas en la calle" dijo Annesly, quien agreg¨® que la situaci¨®n no estaba fuera de control: "No hay riesgo de caos", asegur¨®. Entre la ciudadan¨ªa, sin embargo, se extend¨ªa la impresi¨®n de que las bombas y las pistolas volv¨ªan a imponer su ley en la ciudad, como en los peores momentos de los a?os 70. Pese a la llegada de nuevos refuerzos, la polic¨ªa se ve impotente en estos momentos. Carece casi por completo de agentes infiltrados en los grupos terroristas, y no pueda hacer otra cosa que adornar cada acera con una pareja de paracaidistas armados.
Pero los controles, tanquetas y ametralladoras de las fuerzas de seguridad pueden hacer muy poco contra la violencia indiscriminada.
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