"Eurodisney es menos seguro que Pach¨¢"
En 1966, rodeado de turistas y biquinis, Ricardo Urgell abri¨® en Sitges (Barcelona) las puertas del primer Pach¨¢. Este empresario catal¨¢n ha convertido la profec¨ªa de su mujer ("ganar¨¢s tanto dinero que vivir¨¢s como un pach¨¢") en la cadena m¨¢s antigua y poderosa de la Comunidad Europea. Bajo el discreto encanto de fiestas y noches interminables se han reunido burgueses y bohemios de toda la vida, gauche divine, grifotas de base y jet-set internacional. Falsos condes y aut¨¦nticas princesas, alcapones, pijos y fardones. Calientabragas y estrechas, tiburones y tontolabas expertos en tinieblas. Gente guapa y callos malayos. Contribuyentes que funcionan y doctores del dolce far, niente. Esta fauna variopinta ilustra el libro El baile (1966-1993), un retrato sociol¨®gico que conmemora sus 25 a?os de supervivencia discotequera.Urgell, que vive en Ibiza "gracias a Dios", desembarc¨® en el Pach¨¢ madrile?o en 1980 y reconvirti¨® el Barcel¨® en arte y parte de las sonadas noches del foro.
Pregunta. ?Es usted un amo de la noche, un empresario del ocio o un simple adicto al trabajo?
Respuesta. Lo que soy es un pach¨¢ con patas. Un hippy frustrado, porque me hubiera gustado ser un hippy total. Ser empresario es vivir como un perro; le echas valor o sales corriendo. Me gusta este oficio, me ha dado satisfacciones y he trabajado a pecho descubierto, pero a trav¨¦s de los a?os me he ido liando en un viaje de no retorno. No tengo af¨¢n de acumular dinero ni en Suiza ni en la China. He ganado el suficiente. Ahora quiero dedicarme a pasear.
P. Un beach boy, un lobo de mar, ?c¨®mo ve el espect¨¢culo de los noct¨¢mbulos urbanos?
R. Ya no disfruto la noche, me sienta mal; adem¨¢s, todo el mundo te da la paliza. Aunque sean mis clientes, las ratas y los chalados de las discotecas no son un modelo a seguir. Aunque el d¨ªa sea menos verdad que la noche, en la vida hay que hacer de todo, tomar el sol y hacer vida sana.
P. ?C¨®mo ha podido sobrevivir a las modas que vienen y van?
R. Las discotecas antes eran negocios muy florecientes, ahora no Estamos muy fastidiados porque nos toca la segunda parte de la noche, los bares absorben la mayor parte del folclore; la gente sale a tomar copas y no va a las discotecas hasta las cuatro de la madrugada. Es muy dif¨ªcil tener una discoteca de ciudad, porque el descontrol de horarios que tienen los bares aqu¨ª no existe en ning¨²n lugar del mundo. ?Sobrevivir? Siempre he estado unido alos j¨®venes, vivo de ellos. No me interea una discoteca de carrozas; eso s¨ª, sin irme al pasotismo y a degeneraci¨®n de los after hours [locales que abren toda la noche].
P.?Degeneraci¨®n?
R. S¨ª, porque si no est¨¢s drogado no vas a un after hours. Por un lado luchan contra la droga y por otro dan todas las facilidades.
Antes, el que tomaba drogas se fumaba un porro y alucinaba con los pajaritos. Ahora te enchufas el bakalao, la gente toma coca y eso produce agresividad, paranoia y violencia.
P. ?Est¨¢ usted seguro de la seguridad de Pach¨¢?
R. Mira, Eurodisney es menos seguro que Pach¨¢. El Ayuntamiento nos dio una placa como premio a la seguridad. Desde el incendio de Alcal¨¢ 20 nos hacen cambiar las medidas de seguridad cada a?o, de tal forma que nunca tienes la licencia legalmente actualizada.
P. ?Los ni?os malos de las casas bien siguen siendo su mejor p¨²blico?
R. Es un producto no buscado. Pach¨¢ es austero. Con 18 a?os me fui a trabajar a Alemania en una f¨¢brica de tornillos. Cuando abr¨ª mi primera discoteca sucedi¨® que los ni?os de pap¨¢ escapados de casa trabajaban en verano de camareros. Ahora, ni eso; no quieren trabajar porque se les caen los anillos.
P. ?C¨®mo se obtiene rentabilidad si los asiduos, los ricos y famosos, nunca pagan?
R. Mira, trabaja para el pobre que te har¨¢ rico. Ahora te cambio el Pach¨¢ por el Titanic. En una discoteca impersonal de Alcorc¨®n o de Alcobendas se forran; aqu¨ª, no. Una cosa, es crear imagen y otra ganar dinero.
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