Cada d¨ªa, m¨¢s humo sobre Alcal¨¢'20

Ninguno de los procesados parece dispuesto a asumir, ni siquiera por omisi¨®n, los horrores que se vivieron hace 10 a?os en los s¨®tanos de la discoteca Alcal¨¢ 20. Todos han estudiado al mil¨ªmetro sus respuestas exculpatorias: tienen buenos abogados. Los due?os del local sentados en el banquillo han encontrado en su otrora socio Juan Antonio Iglesias -exculpado provisionalmente de la causa por sufrir una enfermedad irreversible- una inmejorable diana para descargar la responsabilidad del desastre. "?l era", han coincidido ante el tribunal, "quien hac¨ªa y deshac¨ªa".Tambi¨¦n fue ¨¦l quien contrat¨® al decorador, ya fallecido, que rellen¨® con la t¨®xica espuma de poliuretano los cojines de los asientos y adorn¨® las paredes de la sala de fiestas.

El denso y oscuro humo negro que se apoder¨¦ de la discoteca cuando las llamas comenzaron a devorar un prohibido material mobiliario fue la causa de la mayor¨ªa de las muertes (81) y lesionados (28). Los clientes del local inhalaban ese letal humo y ca¨ªan inconscientes al suelo. Las llamas hicieron el resto.

Antonio Garc¨ªa Pablos (hijo), de 57 a?os y abogado de las familias damnificadas, aprecia en las declaraciones vertidas por los due?os de Alcal¨¢ 20 un claro exponente de la ya vieja l¨ªnea de defensa, que consiste en culpar de todo a los ausentes (Juan Antonio Iglesias) o a los muertos (el decorador Juan Gigantos). A esa estrategia, los socios de Alcal¨¢ 20 han sumado el olvido y la ignorancia.

Por ejemplo, las del accionista del local y procesado Carlos Mendoza: "No lo s¨¦, lo ignoro, yo no interven¨ªa en las decisiones...". Igual hizo el tambi¨¦n procesado Doroteo Mart¨ªn. Acab¨® su declaraci¨®n sin apenas acordarse de nada.

Los abogados de las v¨ªctimas no entienden c¨®mo el inspector que envi¨® el Ministerio del Interior a Alcal¨¢ 20 para comprobar las medidas de seguridad del local certific¨® que todo estaba en orden. Gracias, en parte, a su informe, Alcal¨¢ 20 obtuvo el permiso para abrir la temporada 1982-1983, en la que se produjo el incendio.

Viejos verdes

Quiz¨¢ la explicaci¨®n la tenga Luis Sabroso, el portero del discoteca, quien esta semana declar¨® que los inspectores "se tomaban unas copas en el despacho del gerente y nada m¨¢s".

Para Guillermo Herranz, el inspector, el fiscal reclama la segunda mayor pena (tres a?os de prisi¨®n); la primera (cuatro a?os) era para Iglesias. El ingeniero Herranz se ha exculpado diciendo que ¨¦l no inspeccion¨® Alcal¨¢ 20, sino Lido, anterior nombre de la sala de fiestas. Seg¨²n su abogado, Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez, a Lido s¨®lo iban varias decenas de viejos verdes para ver alg¨²n espect¨¢culo de strip-tease. Meses despu¨¦s de su visita, los due?os reformaron el s¨®tano sin ning¨²n control de la Administraci¨®n y abrieron Alcal¨¢ 20, seg¨²n Herranz. Si la ¨²nica manguera que hab¨ªa en la sala de fiestas hubiese funcionado, el desastre probablemente no habr¨ªa pasado de ser un susto. Pero s¨®lo sali¨® "un hilito de agua", tan exiguo que fue incapaz de sofocar las f¨¢cilmente extinguibles llamas iniciales. A ese infortunio se sum¨® luego el apag¨®n de luz. Todav¨ªa no est¨¢ claro si fue total o parcial: hay versiones para todos los gustos. En cualquier caso, el responsable de la instalaci¨®n el¨¦ctrica, el tambi¨¦n procesado Miguel Gabald¨®n, tiene 75 a?os, edad que, virtualmente, le aparta de ir a la c¨¢rcel en el supuesto de que el tribunal falle en su contra. S¨ª corren peligro sus bienes. Las indemnizaciones para las v¨ªctimas las tasa el fiscal en unos 1.200 millones de pesetas.

El ¨²ltimo de los procesados en declarar ha sido el ex concejal socialista Emilio Garc¨ªa Horcajo. Est¨¢ sentado en el banquillo porque dos de sus m¨¢ximos colaboradores dijeron al juez instructor que el Ayuntamiento no inspeccion¨® Alcal¨¢ 20 porque el entonces edil de Seguridad entendi¨® que la revisi¨®n de discotecas no era competencia municipal.

Ambos colaboradores se han retractado despu¨¦s ante notario. Enrique Gimbernat, su abogado, ha aportado documentaci¨®n en el juicio que revela que si se inspeccionaron salas de fiestas durante la gesti¨®n de Garc¨ªa Horcajo. El fiscal no le acusa.

Escenas dantescas

La segunda fase del juicio, que se desarrolla en la actualidad, est¨¢ marcada por terribles relatos. Los supervivientes de aquella tragedia han refutado parte de las declaraciones de los due?os del local y narran escenas dantescas. Para salir de aquel s¨®tano anegado de humo, fuego, gritos y mucho sufrimiento, tuvieron que salir a oscuras, pis¨¢ndose unos a otros. Los gritos de terror incluso llegaron a traspasar el asfalto de la calle de Alcal¨¢, seg¨²n el testimonio de una superviviente.

Hacia el 24 de noviembre deben concluir las declaraciones de los testigos y supervivientes del incendio que devast¨® Alcal¨¢ 20 el 17 de diciembre de 1983. Tocar¨¢ el turno entonces a los peritos. Sus informes ser¨¢n cruciales para aclarar c¨®mo y por qu¨¦ se produjo el incendio y si, como parece, se pudo haber evitado.