Finales fuertes
Al fulano de esta historia le gustan los finales fuertes. Y por finales entiende todo momento l¨ªmite en que una persona debe mostrar su alma verdadera, por lo general, tan hip¨®crita consigo misma y ego¨ªsta, seg¨²n ¨¦l, como un gramo de hero¨ªna. Porque los proleg¨®menos de cualquier relaci¨®n son divertid¨ªsimos, s¨ª, pero los finales... ?Ah, los finales! "Soy un cielo sin estrellas, chiquilla". As¨ª les entraba a las incautas del Vaiv¨¦n. Despu¨¦s le dio por usar aquello de Juan Madrid: "Yo estoy borracho, ?y t¨², qu¨¦ excusa tienes?". Y cuando andaba m¨¢s desesperado: "Me llamo Juan, y vengo de Albacete para marcar paquete". o bien: "Hola, ya estamos tardando, los nombres nos los diremos despu¨¦s". Si la muchacha no se evaporaba con el humo del primer taxi ni llamaba a los GEO, a¨²n hab¨ªa posibilidades.Entonces tiraba del batall¨®n de poetas, se sacaba aquello de "Regresar¨¢s a mi huerto y a mi higuera, por los altos andamios de la flores" (M. Hern¨¢ndez), o "el beso aquel, ascua rota, no en tu mejilla, en mi boca / se qued¨®" (J. R. Jim¨¦nez).
Se pon¨ªa nervioso, contaba hasta 30 mientras hablaba de sus pel¨ªculas y libros favoritos, ahora la beso, cinco, seis, siete, cuando se vuelva, trece, catorce, y el Gatopardo, y los cines Renoir, que son magn¨ªficos, veinte, veintiuno, y los Alpliaville, a¨²n mejores, veintinueve y treinta. Na de na. Otra vez contaba hasta sesenta, pero en el beso, ese temblor de labios apagado a fuego lento en otro mundo de salivas, se quedaba a gustito, casi satisfecho con la humanidad.
Sin embargo, los finales... Ah, cuando las llevaba al Viaducto de Segovia y les dec¨ªa por tu amor me muero, me suicido, t¨ªrate conmigo, todo lo que siento por ti es puro. S¨®lo una de ellas, guap¨ªsima por cierto, lleg¨® a montar en la barandilla para tirarse, y ¨¦l tuvo que sujetarla de la mu?eca. Hace una semana, tras diez a?os de matrimonio y cinco de separaci¨®n, cuando las verdades se dicen sin ¨¢nimo lacerante, ella le confes¨® que jam¨¢s habr¨ªa dado la vida por su amor y que siempre supo que la agarrar¨ªa. Que todo fue teatro, vaya. Pero ayer, en el Vaiv¨¦n, me pregunt¨® que qu¨¦ hac¨ªa una chica como yo en un sitio como aqu¨¦l, me invit¨® a los Alpliaville, y acept¨¦.
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