"Daniel Ortega ha perdido la cabeza"
A Violeta Chamorro, viuda y madre de periodistas, le ha costado gobernar desde el centro, que es, al parecer, la ¨²nica f¨®rmula que permite el equilibrio en la eternamente dividida Nicaragua. Han sido tres a?os con algunos sustos, pero ya sin esa odiosa guerra civil que arrastr¨® al pa¨ªs a la peor de las pobrezas.Las dos Nicaraguas, aunque a duras penas, viven por fin juntas bajo el gobierno de Chamorro. Gobernar desde el centro la enemist¨® con la mayor¨ªa de los 14 partidos que la auparon al poder, hoy convertidos en oposici¨®n. Ahora el acoso viene del ex presidente Daniel Ortega, que se ha convertido en el l¨ªder del sector m¨¢s radical del sandinismo militante.Una sola voz de Ortega convierte a este pa¨ªs, el segundo m¨¢s pobre -tras Hait¨ª- del hemisferio occidental, en fuego y barricada, como lo demostr¨® recientemente. En esta entrevista con EL PA?S, Violeta Chamorro dice que Ortega sufre "psicosis mental" y que sus arengas provocan miedo sobre la poblaci¨®n. Ella misma se sinti¨® aterrada recientemente.
Pregunta. Nicaragua es el pa¨ªs m¨¢s pobre de la comunidad iberoamericana.
Respuesta. A pesar de la crisis econ¨®mica, de la pobreza, de todas las vicisitudes y problemas que sufrimos, y del tipo de pa¨ªs que hered¨¦ hace poco m¨¢s de tres a?os, yo estoy contenta. ?Por qu¨¦? Es muy sencillo: los problemas los sabemos arreglar entre nosotros mismos. Y esto ya es un orgullo.
P. Managua est¨¢ llena de ni?os descalzos. ?Fue siempre as¨ª?
R. En Nicaragua es costumbre andar descalzo. Yo misma lo hago cuando llego a mi casa. Esto no justifica que la necesidad sea la causa de que muchos ni?os de mi pa¨ªs est¨¦n hoy sin zapatos. Pero eso ha ocurrido siempre, con los Somozas y con el sandinismo. Claro que me gustar¨ªa a m¨ª ver a todos los nicarag¨¹enses con sus zapatos, vestidos correctamente, y a cada uno con su reloj en la mu?eca. Pero la realidad es otra: Nicaragua es un pa¨ªs con desigualdades, pero tambi¨¦n un pa¨ªs donde hay gente a la que le obsequias con un par de zapatos y luego los vende. Todo esto s¨®lo lo arregla una mayor educaci¨®n, una estabilidad pol¨ªtica y una buena econom¨ªa.
P. ?Cu¨¢l es su cruz: el sandinismo o los miembros de la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO), que le han retirado el apoyo?
R. La cruz que yo llevo es el pueblo de Nicaragua. Y lo digo as¨ª, de forma general, porque todo el mundo quiere que los problemas del pa¨ªs se solucionen de la noche a la ma?ana. Y esto es imposible. No obstante, hay otra cruz, y ¨¦sa es el tipo de pa¨ªs que yo hered¨¦ ?el sandinismo. Yo recib¨ª una Nicaragua devastada.
P. Pero ya pasaron m¨¢s de tres a?os de aquello.
R. Claro que s¨ª. Pero tres a?os despu¨¦s yo todav¨ªa ando buscando la forma para entregar todo lo que los sandinistas enajenaron o, mejor dicho, pi?atearon. La palabra pi?atear es despu¨¦s de esto una palabra extendida internacionalmente, y hasta castiza de la lengua espa?ola. Esa pi?ata y todas las barbaridades que hicieron los sandinistas con las confiscaciones nos est¨¢ costando mucho tiempo.
P. ?Qu¨¦ pasa con los diputados de la UNO, que ya no le apoyan?
R. En Nicaragua somos muy personalistas. Y hay gente que prefiere anteponer sus intereses personales o de bolsillo a los del conjunto del pa¨ªs. En este momento lo importante para Nicaragua es su reconstrucci¨®n. Y para eso hay que trabajar. La UNO, que sirvi¨® para acabar con ese monstruo del Frente Sandinista, se form¨® con 14 partidos, y ahora est¨¢ maltrecha y dividida porque muchos de aquellos dirigentes que constituyeron la coalici¨®n han preferido la b¨²squeda personal del poder a trabajar solidariamente por el pa¨ªs.
P. Nicaragua es el pa¨ªs con mayor ayuda exterior del mundo por habitante.
R. Esa es una buena dicha, y por eso siempre estoy d¨¢ndole las gracias, a Dios primero y a los pa¨ªses que nos ayudan despu¨¦s.
P. ?Cree que se est¨¢ administrando honestamente esta ayuda?
R. Con lo que se recibe tambi¨¦n se paga lo que se debe. Por eso no queda mucho dinero para hacer frente a las necesidades del pa¨ªs. Eso no lo entiende mucha gente y por eso algunos nos tienen en la mira permanente. Nosotros vamos sobre rieles, que es como decir ir de forma recta o vertical. Cumplimos con las leyes y tambi¨¦n con los reglamentos econ¨®micos.
P. Hay voces que dicen lo contrario y acusan a su Gobierno de corrupci¨®n.
R. Pueden decir lo que quieran. Si yo no fuera honrada no estar¨ªa aqu¨ª. Es a m¨ª a quien toca dar la cara ante la comunidad internacional. Si no hubiera honradez en el manejo de estas ayudas, ?con qu¨¦ cara podr¨ªa hablar yo con mi amigo el rey Juan Carlos o con Felipe Gonz¨¢lez? Yo soy cat¨®lica, conf¨ªo mucho en Dios y s¨¦ que esta ayuda internacional que tanto necesitamos, entre ella la de Espa?a, no nos la van a cortar.
P. ?C¨®mo va a avanzar econ¨®micamen Nicaragua si parte del dinero de la ayuda va dirigido a pagar la deuda?
R. El avance se producir¨¢ cuando este pa¨ªs se estabilice, cuando suban los precios del caf¨¦, el az¨²car y el banano, cuando la lava de los volcanes no arrasen nuestros campos de algod¨®n, cuando no suframos m¨¢s maremotos u otras desgracias naturales, cuando el Frente Sandinista se decida a trabajar por el pa¨ªs y cuando Daniel Ortega pare de convocar huelgas salvajes. Nicaragua es un pa¨ªs rico. Lo que ocurre es que todas las desgracias nos han llegado juntas.
P. ?Qu¨¦ pasa con Daniel Ortega?
R. ?ltimamente da hasta miedo. Por lo menos me lo dio a m¨ª cuando lo vi d¨ªas atr¨¢s por la televisi¨®n hablando contra las privatizaciones de las empresas p¨²blicas. Este muchacho ha perdido la cabeza y ahora disfruta convocando huelgas salvajes en las calle. No le siguen todos los sandinistas, porque la verdad es que hay divisiones muy fuertes entre ellos, sino un sector muy radical: los descalzos de los que hablaba antes. Lo que pasa con Daniel Ortega es que no ha sabido perder y eso le ha llevado a un estado de psicosis mental.
P. Y su hermano, el general Humberto Ortega, ?deja o no el mando del Ej¨¦rcito?
R. Por supuesto que lo va, a dejar. Ser¨¢ el a?o que viene, pero estas cosas no hay que tomarlas como si fueran un desaire. Por otro lado, nadie es imprescindible. Si cambian los presidentes cuando cumplen su mandato, por qu¨¦ no van a cambiar tambi¨¦n los militares. Nicaragua es un pa¨ªs en democracia donde el relevo de funciones se debe entender como una cosa normal. Por eso est¨¢ previsto que Humberto Ortega se vaya y le sustituya otra persona.
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