La DC italiana se enfrenta al desastre en las elecciones municipales del domingo

La Democracia Cristiana (DC) corre el grave riesgo de no lograr siquiera colocar un solo candidato a alcalde en ninguna gran ciudad con motivo de las elecciones municipales que el pr¨®ximo domingo se celebrar¨¢n, en primera vuelta, en casi 450 localidades de Italia. Semejante resultado en unos comicios que implican a m¨¢s de 11 millones de votantes y representar¨¢n probablemente la ¨²ltima gran prueba previa a las elecciones generales, ser¨ªa desastroso para el secretario democristiano, Mino Martinazzoli.

Los sondeos dejan, en efecto, pocas dudas acerca de que el enfrentamiento entre izquierda y derecha en casi todas las capitales donde han sido convocados estos comicios administrativos se resolver¨¢ entre los candidatos apoyados por el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), ex comunista; Refundaci¨®n Comunista y el movimiento La Rete, y los candidatos de la Liga (en ciudades como G¨¦nova y Venecia), o del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) en Roma, N¨¢poles y Trieste.Palermo es la ¨²nica capital en la que un candidato claramente democristiano, como es la ex alcaldesa Elda Pucci, se enfrenta al de la izquierda, el c¨¦lebre Leoluca Orlando, tambi¨¦n ex alcalde palermitano, fundador y l¨ªder del movimiento La Rete, que concurre con el apoyo de los comunistas y del PDS. Pero la ventaja de Orlando parece tan grande que es muy probable que resulte elegido en primera vuelta, al superar el 50% de los sufragios. De modo que en la segunda vuelta, que se celebrar¨¢ el 5 de diciembre, quiz¨¢s no haya ning¨²n candidato de la DC en ninguna ciudad destacable.

El neofascista MSI tiene, en cambio, en tres grandes ciudades candidatos que casi con seguridad ser¨¢n la alternativa frente a la izquierda en la segunda vuelta. Se trata de su secretario general, Gianfranco Fini, un bolo?¨¦s que compite por la alcald¨ªa de Roma con el arquitecto verde, y romano, Francesco Rutelli; de Alessandra Mussolini, que se enfrenta en N¨¢poles a Antonio Bassolino, del PDS; y de Giulio Staffieri, que aspira a la alcald¨ªa de Trieste. Hay, adem¨¢s, candidatos neofascistas con buenas posibilidades en localidades menores del centro, como Latina, Pescara, Cosenza, Cerignola o Chieti.

Por su parte, fieles colaboradores del secretario democristiano atribuyen la debilidad de muchos de sus candidatos a maniobras del ala derecha de la DC, que, afirman estas fuentes, tratan de provocar el fracaso para apartar a Martinazzoli de la direcci¨®n y recuperar el control del partido.

DC y PSI

Un resultado de ese tipo potenciar¨ªa los intentos de democristianos y socialistas de aplazar las elecciones generales por todos los medios. La DC saldr¨ªa, en efecto, a¨²n m¨¢s dividida de las elecciones municipales y necesitar¨ªa m¨¢s tiempo para recomponer su imagen. Por otra parte, el intento de recomposici¨®n del centro que el ex democristiano Mario Segni acaba de lanzar, bajo el nombre de Pacto de Renacimiento Nacional, tiene un calendario preciso que no le permitir¨¢ competir electoralmente al menos hasta mediados de febrero.Pero el PDS, que presenta como aspirante a alcalde de Venecia al conocido fil¨®sofo Massimo Cacciari y que puede llegar a obtener todos los principales ayuntamientos en juego, est¨¢ decidido a que las elecciones generales se celebren precisamente en febrero. El l¨ªder excomunista, Achille Occhetto, ha anunciado que no sostendr¨¢ el actual Gobierno despu¨¦s del 21 de diciembre, cuando ser¨¢ aprobado el mapa de distritos electorales adecuado al sistema electoral mayoritario.

Esta iniciativa fue ayer muy criticada por todas las fuerzas, incluso por el l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, que tambi¨¦n quiere las elecciones. Parad¨®jicamente, Bossi, que lanza ataques desaforados en todas las direcciones, puede ser el primer pol¨ªtico procesado tras la supresi¨®n de la inmunidad parlamentaria. La magistratura de Roma ha abierto, en efecto, diligencias en su contra por hacer que otro militante de la Liga votara en su nombre mientras el estaba ausente del Parlamento, y por los insultos que dirigi¨® a la magistratura recientemente.