Los comerciantes de la parte baja del Rastro dejar¨¢n libre la zona para permitir su reforma
Los 28 comerciantes de la parte baja del Rastro abandonar¨¢n la zona y cerrar¨¢n sus comercios durante dos a?os y medio para que se pueda ensanchar la Ribera de Curtidores. Luego, el Ayuntamiento les conceder¨¢ un local moderno a bajo precio en los dos edificios que construir¨¢ la Empresa Municipal de la Vivienda. El acuerdo, firmado la semana pasada, da v¨ªa libre la reforma del Rastro tras 15 a?os de gestiones. S¨®lo queda desalojar tambi¨¦n a los okupas de la imprenta Minuesa. Ricardo Aroca, decano de la Escuela de Arquitectura, es el autor del proyecto.
"Cuando hablas de este proyecto, lo que te viene a la mente son todos los problemas burocr¨¢ticos que hemos tenido que salvar", dice Ricardo Aroca, de 54 a?os. "Por cada hora que he pasado pensando c¨®mo ordenar la zona, he gastado otras cien en reuniones que no sirven para nada", se queja el arquitecto.Cuando ya estaba listo el proyecto, se decidi¨® cambiar el Plan General (aprobado por el Ayuntamiento socialista en el a?o 1985) y hubo que modificar todo. Las propuestas de urbanizaci¨®n hab¨ªan comenzado en 1978. Diez a?os despu¨¦s lograron que se aprobara un proyecto y se constituy¨® la junta de compensaci¨®n (asociaci¨®n de propietarios de suelo, una docena en este caso, para urbanizar una zona). Pero la constructora Pryconsa (que compr¨® una peque?a parcela en la zona de actuaci¨®n una vez que se aprob¨® el proyecto) impugn¨® el proyecto ante el Ayuntamiento de Madrid. Otros dos a?os de retraso.
Cuando por fin se resuelve esa impugnaci¨®n, aparece un nuevo escollo: la compa?¨ªa Renfe instala una salida de emergencia que no estaba prevista en un principio en mitad de la calle, de modo que es necesario encontrar una soluci¨®n para evitar que afecte al tr¨¢fico de la zona una vez que la calle quede abierta a la circulaci¨®n.
El gerente de Urbanismo, Pedro Areitio, afirma que Renfe deber¨¢ instalar una puerta hidr¨¢ulica de modo que la salida de emergencia no obstruya la calle.
Uno de los problemas que hab¨ªa que resolver era el realojamiento de los comerciantes que llevan decenas de a?os asentados en el trozo de calle entre Mira el Sol y la ronda de Toledo.
Cerrar en seis meses
Los 28 industriales venden all¨ª fuentes de piedra, escaleras de caracol a medida, muebles de madera y l¨¢mparas de estilo antiguo. La mayor¨ªa vive ajena al ajetreo dominguero del Rastro y s¨®lo atiende al p¨²blico durante la semana laboral.Antonio Mart¨ªnez naci¨® hace 80 a?os en la misma casa donde ahora vende sillas y alacenas con celos¨ªa junto a su hermano Manuel, tres a?os mayor. Ellos no van a tener problema cuando les desalojen para ampliar la calle, porque tienen otra tienda, pero otros tendr¨¢n que buscar una nueva sede para su negocio hasta que la Empresa Municipal de la Vivienda, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, les construya sus locales.
Antonio y Manuel dudan de que vayan a ver los ladrillos de las nuevas casas. El acuerdo suscrito con el Ayuntamiento les obliga a cerrar sus barracas dentro de seis meses, un plazo que se puede alargar por que la Gerencia de Urbanismo debe avisar con un mes de antelaci¨®n.
Un empleado de otro negocio afirma, en cambio, que el desalojo no significar¨¢ otra cosa que el cierre definitivo, "porque no se vende nada".
El arquitecto Aroca relata entre carcajadas que el Ayuntamiento no sab¨ªa que los terrenos donde se asientan las barracas de los comerciantes le pertenec¨ªan. "Incluso se negaban a admitir que eran sus due?os", dice.
El Ayuntamiento cobr¨® alquileres a los industriales hasta que muri¨® el funcionario encargado de la recaudaci¨®n y ya no volvieron a requerirles el pago. A pesar de todo, se respetar¨¢n sus derechos y podr¨¢n acceder a un local comercial de los que se construyan a 110.000 pesetas el metro cuadrado y a una plaza de garaje por 800.000.
El director general de la EMV, Luis Armada, pretende que los tr¨¢mites legales para que se traspase la titularidad del suelo se completar¨¢n en diciembre, y para la primavera se podr¨¢ adjudicar la construcci¨®n de los dos edificios, que contar¨¢n con 75 viviendas de protecci¨®n oficial cada uno.
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