Un nuevo futuro
"EL TRATADO de Libre Comercio [TLC] es un paso grande, pero s¨®lo un primer paso en nuestro esfuerzo por expandir el comercio y provocar una resurrecci¨®n econ¨®mica", afirm¨® el presidente Clinton al t¨¦rmino de la votaci¨®n del Congreso que anteanoche ratificaba el TLC, firmado por Canad¨¢, Estados Unidos y M¨¦xico. La aprobaci¨®n revela las tremendas posibilidades que se abren para la libertad de comercio en el mundo y, por ende, para el desarrollo econ¨®mico. Tiene, adem¨¢s, consecuencias futuras important¨ªsimas para el conjunto de Latinoam¨¦rica. Y no se diga para el porvenir de lo que ser¨¢ dentro de 15 a?os, momento en que terminar¨¢ el desmantelamiento de tarifas entre Estados Unidos y M¨¦xico, el mayor mercado de consumo del mundo, 370 millones de personas, y un PNB conjunto de 850 billones de pesetas.Lo que empez¨® por un esfuerzo relativamente unilateral de liberalizaci¨®n de las inversiones extranjeras en M¨¦xico, emprendido por el presidente Salinas de Gortari, se ha transformado en el eje de las relaciones comerciales para el final de siglo. Marca as¨ª el camino que inevitablemente debe seguir la negociaci¨®n final de la Ronda Uruguay del GATT y arroja luz sobre las razones francesas para oponerse a ¨¦l.
El TLC aprobado es el mejor recordatorio a los pa¨ªses industrializados de que la eliminaci¨®n de los obst¨¢culos a los flujos comerciales supondr¨ªa un aumento significativo del crecimiento econ¨®mico mundial. La liberalizaci¨®n en el cap¨ªtulo agroalimentario, el m¨¢s controvertido de la Ronda Uruguay, generar¨ªa importantes ganancias para los pa¨ªses en desarrollo y, tambi¨¦n, para los industrializados: en estos pa¨ªses, tanto las transferencias de recursos a los productores agr¨ªcolas como los precios relativamente elevados de sus productos son una r¨¦mora que lastra el bienestar de la ciudadan¨ªa. La mejora de la eficiencia en la producci¨®n y comercializaci¨®n resultar¨¢ beneficiosa para el conjunto de los consumidores.
Pero existir¨ªa en la conclusi¨®n de la Ronda del GATT un elemento positivo a?adido que la aprobaci¨®n del TLC deja ya claramente planteado: la eliminaci¨®n de las incertidumbres de que tan sobrada anda la econom¨ªa mundial, que son el obst¨¢culo mayor para la adopci¨®n de decisiones de producci¨®n e inversi¨®n en las econom¨ªas industrializadas. Los ejemplos de EE UU y Canad¨¢ no son menores en este aspecto.
La ratificaci¨®n del tratado, adem¨¢s, tiene especial importancia para la cumbre que empieza hoy en Seattle entre Estados Unidos, Canad¨¢ y 13 pa¨ªses asi¨¢ticos con la vista puesta en dos objetivos: por un lado, el desarrollo a largo plazo de una gran zona de libre comercio en la cuenca del Pac¨ªfico; por otro, la utilizaci¨®n por EE UU de esta ¨¢rea emergente para contrarrestar el reto (algo dubitativo, bien es cierto) que le plantea la CE. El secretario de Estado estadounidense, Warren Christopher, lo expres¨® con toda claridad: "A medida que nos acercamos al siglo venidero, Am¨¦rica debe volver a mirar hacia el Oeste, hacia Asia y hacia nuestro futuro Pac¨ªfico".
Dicho todo lo cual, el nuevo tratado es para el presidente Clinton fuente de algunas ventajas y de algunas complicaciones pol¨ªticas interiores. Las primeras nacen de la din¨¢mica generada por su claro triunfo; las segundas, de los compromisos que se ha visto obligado a gestionar a cambio del voto favorable de congresistas o del apoyo de grupos de presi¨®n. Es evidente que el cr¨¦dito obtenido por Clinton en su larga y complicada lucha por ganarse los votos que le eran necesarios en el Congreso le abren la puerta para negociar con ¨¦xito el apoyo para lo que verdaderamente quiere dejar como fruto de su mandato: la reforma de la sanidad. En el otro plato de la balanza se encuentran los votos de lobbies y grupos de inter¨¦s (agricultores, transportistas, industriales) que no dejar¨¢n de cobrarse los favores otorgados y que, sin duda, har¨¢n m¨¢s dificil la presidencia de Clinton. Una presidencia que hasta ahora consigue sus logros con gran desgaste, pero que, por debajo de la hojarasca, va construyendo un proyecto a medio plazo nada desde?able.
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