Un grupo armado siembra el terror en el barrio berlin¨¦s de Kreuzberg
Arrinconados, pero tambi¨¦n protegidos del mundo exterior, los elementos m¨¢s radicales del barrio berlin¨¦s de Kreuzberg no soportan que el fin de la guerra fr¨ªa les haya dejado al descubierto, acechados por burgueses de clase media y comerciantes ambiciosos. Un grup¨²sculo que se hace llamar Clase contra Clase (KGK) ha pasado a la ofensiva aterrorizando a los propietarios de restaurantes y comercios, due?os de autom¨®viles de lujo y a los nuevos inquilinos que se disputan los mejores ¨¢ticos de este barrio, centro, en otros tiempos, de la vida marginal y alternativa de Berl¨ªn.
El objetivo de KGK es "la defensa del territorio proletario contra yuppies y carreristas asquerosos". A Luise Gebauer, una dise?adora de moda, le enviaron una carta record¨¢ndole que "el ¨²nico lugar para par¨¢sitos de clase media se encuentra entre el ca?¨®n de un arma y el orificio del impacto de una bala".Entre sus acciones m¨¢s notorias se encuentran el asalto al restaurante Exil, la destrucci¨®n del bar Auerbach con una granada o el atentado contra la tienda de alimentaci¨®n Alimentar? e Vini. Todos los propietarios de estos locales recibieron una carta en la que se les da de plazo hasta el pr¨®ximo 31 de enero para abandonar Kreuzberg.
Una pesadilla
Para la polic¨ªa el caso se ha convertido en una pesadilla. Su portavoz, Michael Haeberer, reconoce que carecen de pistas, ya que existe una especie de ley del silencio en el barrio de Kreuzberg que hace que las investigaciones progresen con lentitud.Hasta el momento, las v¨ªctimas de KGK pertenecen, por lo general, al ambiente alternativo e izquierdista del mismo barrio y se resisten a denunciar los atentados para no ser acusados de actuar como colaboracionistas con las fuerzas policiales.
Las primeras sospechas, sin embargo, se dirigen hacia los antiguos integrantes de un grupo llamado KIEZ, que, en la d¨¦cada pasada, recolectaba dinero en concepto de "donaciones para la caja de la c¨¢rcel" a cambio de la protecci¨®n de los comercios. Ser¨ªan una media docena de hombres, de entre 25 y 40 a?os.
Sus motivos no parecen muy claros. Los observadores del mundo de la extrema izquierda berlinesa y de los grup¨²sculos m¨¢s radicales apuntan a que se est¨¢ desarrollando una dura batalla entre los elementos m¨¢s moderados y el nuevo brote de militantes que apuestan por una beligerancia extrema contra la sociedad. Los anarquistas, hasta hace poco due?os casi absolutos de la contestaci¨®n, parecen encontrarse en retirada mientras avanzan los estalinistas y mao¨ªstas.
Numerosas peleas
En la tradicional trifulca con las fuerzas de la polic¨ªa que se libra cada Primero de Mayo pudieron observarse numerosas peleas entre grupos de manifestantes. La tendencia es hacia las c¨¦lulas aut¨®nomas y los reducidos c¨ªrculos conspirativos que generan acciones militantes de dif¨ªcil localizaci¨®n.Algunos comerciantes del barrio de Kreuzberg han decidido autodefenderse y se est¨¢n armando. Hasta ahora se tienen noticias de que un supuesto miembro de Clase contra Clase ingres¨® recientemente herido en un hospital.
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