Voladura controlada
UGT inicia el desmantelamiento del macroproyecto cooperativo PSV
Madrugada del jueves 25 de noviembre. Sebasti¨¢n Reyna, responsable de finanzas de UGT y vicepresidente de Promoci¨®n Social de Viviendas (PSV), la cooperativa de su sindicato, se encamina hacia el segundo piso del n¨²mero 16 de la madrile?a calle de Orense, sede del grupo empresarial de UGT, IGS. Est¨¢ visiblemente cansado. Acaba de terminar una reuni¨®n de seis horas, una m¨¢s, con representantes de las asociaciones de cooperativistas de PSV. Sobre el encuentro planea la manifestaci¨®n de protesta de hoy s¨¢bado ante la sede del sindicato, convocada por ocho asociaciones para demandar que UGT cumpla su promesa: construir 20.000 viviendas a un precio asequible -entre 10 y 12 millones de media-En la reuni¨®n, codo con codo con el presidente de PSV y destacado militante del PSOE y de UGT, Paulino Barrab¨¦s, ha intentado calmar los ¨¢nimos de los socios, muy excitados por el cariz que ha tomado la crisis de la cooperativa en las ¨²ltimas semanas. En el segundo piso, pese a lo intempestivo de la hora, espera la prensa. Reyna explica lo que ha dado de s¨ª la reuni¨®n: el consejo rector de PSV acepta la divisi¨®n del macro-proyecto cooperativo en unidades independientes -exigencia de la banca-; cada promoci¨®n decidir¨¢ si desea continuar vinculada a IGS-PSV o, por el contrario, gestiona el proyecto por su cuenta; los cooperativistas tendr¨¢n la oportunidad de participar en las negociaciones con bancos y constructoras...
Es una voladura controlada que va m¨¢s all¨¢ de los primitivos planes de desmantelamiento dise?ados por los gestores en noviembre y que preve¨ªa mantener en PSV la mayor parte de las promociones madrile?as.A J. M. L., de la promoci¨®n de Valdebernardo, la m¨¢s importante de Madrid (3.000 viviendas), m¨¢s de cinco millones de pesetas desembolsados, tres a?os de espera, sin obras en su parcela, la posibilidad de prescindir de los servicios de IGS-PSV le parece "de perlas". Utiliza un lenguaje grueso, opuesto al que utiliza en el concesionario en el que trabaja: "no quiero saber nada de estos hijos de puta, quiero mi vivienda".
Reyna apura el c¨¢liz: "nuestro proyecto era crear una gran cooperativa de nivel nacional y ¨ªno nos ha salido demasiado bien". Un t¨ªmido epitafio para un proyecto que, en cinco a?os, ha conseguido captar 37.000 millones de pesetas (datos acumulados a 1992) de 20.000 cooperativistas que" como Emilia Monterroso (Plan 18.000, Avenida Daroca, Madrid) temen por el futuro de su inversi¨®n.
"El dinero que he dado, estar¨¢ ?verdad?" pregunta Emilia, angustiada por el mill¨®n y picolargo que ha invertido en los dos ¨²ltimos a?os en la promesa de un piso. Seg¨²n los responsables de IGS-PSV, el dinero de todos y cada uno de los cooperativistas est¨¢. Pero en el mejor de los casos, habr¨¢ que hacer muchos c¨¢lculos para determinar d¨®nde est¨¢. El proceso de segregaci¨®n del proyecto en cooperativas indepedientes obligar¨¢ a separar cuentas. A determinar cu¨¢nto ha invertido IGS en cada promoci¨®n, cu¨¢nto deber¨ªa haber invertido, cu¨¢nto ha cobrado por sus servicios a los socios y cu¨¢nto deber¨ªa haber cobrado. "A m¨ª" asegura Joaqu¨ªn Mart¨ªn (Tres Cantos II, cinco millones invertidos) "la separaci¨®n de IGS-PSV me parece bien, pero siempre que no suponga hacer una raya y olvidar lo de atr¨¢s. Tienen que responder de lo que hemos dado". A?ade que PSV se ha hundido por la mala gesti¨®n.
Caja ¨²nica
El principio de caja ¨²nica con el que ha funcionado el proyecto desde su inicio obliga a poner al rojo vivo los ordenadores para cuadrar cuentas. De esa tarea se encarga un equipo de siete personas, en el que se incluye el ex presidente de IGS, Carlos Sotos, quien contin¨²a siendo formalmente director gerente de PSV. Aunque Sotos puntualiza que no tiene "ninguna tarea ejecutiva".Seg¨²n fuentes de IGS, la negativa de la banca a financiar el proyecto desde mediados de 1992 oblig¨® a adelantar dinero. ?De d¨®nde? Pues, de la sociedad de Cr¨¦dito Hipotecario del grupo.
Por cansancio o por hast¨ªo -elculebr¨®n PSV dura ya m¨¢s de un a?o-, Reyna olvida comentar a la prensa un acontecimiento que sus colaboradores se apresuran a resaltar: por primera vez desde el mes de febrero, una entidad financiera, Caja Madrid, ha enviado una carta firmada a PSV en la que expresa su voluntad de financiar el proyecto si la cooperativa se desmembra en unidades separadas, con socios y cuentas perfectamente delimitadas.
La carta de Caja Madrid ha llegado tarde. La tesorer¨ªa de PSV esta estrangulada; las obras paradas; el Banco de Espa?a examina con lupa qu¨¦ se ha hecho con los ahorros depositados en IGS del Mercado Hipotecario, unos 11.000 millones de pesetas. La propia c¨²pula de la cooperativa cuantific¨® y puso plazo a las angustias de PSV: 15 d¨ªas para desbloquear cr¨¦ditos por importe de 30.000 millones de pesetas. Las escasas explicaciones del sindicato son, a estas alturas, como la brea en un bote mal ajustado y en plena tempestad.
Incluso los m¨¢s afines al proyecto (trabajadores liberados del UGT, militantes del sindicato, simpatizantes) reconocen el desastre. La situaci¨®n ha llegado al l¨ªmite. Lo peor es que todo se ha venido abajo tras unas semanas -septiembre- octubre- en las que pareci¨® que todo ten¨ªa arreglo: Prudencio Garc¨ªa relev¨® al controvertido Carlos Sotos al frente de IGS; Jos¨¦ Mar¨ªa Carri¨® fue nombrado administrador ¨²nico de la compa?¨ªa de seguros Unial, el pozo negro del grupo empresarial -2.800 millones de p¨¦rdidas en el 92-; el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) concedi¨® un cr¨¦dito de 8.000 millones de pesetas. Aparentemente, todo parec¨ªa ir bien encarrilado. S¨®lo aparentemente.
Moneda de cambio
Para Juli¨¢n Mart¨ªn .(Pol¨ªgono Norte del Polideportivo de Orcasitas, 115 viviendas), la ¨²nica explicaci¨®n para lo que ha sucedido es que el espinoso tema PSV se ha convertido en moneda de cambio para asuntos que nada tienen que ver con viviendas. Su asociaci¨®n lo dijo. Negro sobre blanco: "se ha utilizado a las personas como moneda de cambio al servicio de intereses econ¨®micos, pol¨ªticos y vendettas personales".El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina, ha responsabilizado directamente al secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo, del desastre de PSV y recomend¨® a los ugetistas "apearse de la pr¨¦dica" y arreglar sus asuntos.
A pesar de que Leguina matiz¨® posteriormente sus declaraciones, la interpretaci¨®n de sus palabras fue f¨¢cil. El dirigente de CC OO, Agust¨ªn Moreno, dio el titular, aparecido en el peri¨®dico El Norte de Castilla: El Gobierno chantajea a UGT con PSV. Existen m¨¢s indicios que vinculan ambas cuestiones. Comentario de un ministro: "cada vez que surge el tema PSV, UGT se echa para atr¨¢s en el pacto social". Broma de un ugetista a un colega de CC OO al hilo de PSV: "a este paso, v¨¢is a tener que negociar solos el pacto, porque podemos acabar todos [los de UGT] en no se sabe d¨®nde".
Lo cierto es que la situaci¨®n ha llegado al l¨ªmite. El interventor Tom¨¢s Arrieta, nombrado en la asamblea celebrada en julio, ha solicitado al Ministerio de Trabajo la intervenci¨®n de la cooperativa por el Gobierno y el lento mecanismo de la Administraci¨®n ahora se ha puesto en marcha.
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